¿Es el default en que cayó Argentina este miércoles un caso que afecta sólo al país sudamericano aislado o tendrá un impacto global?
Un amplio abanico de países y organismos internacionales, desde el G77 —que reúne a 132 países en desarrollo— hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI), han alertado sobre las consecuencias que puede tener para futuras reestructuraciones de deuda.
Este jueves, más de 100 economistas de Estados Unidos, entre ellos el premio Nobel Robert Solow, enviaron una carta al Congreso pidiéndole que intervenga para evitar un daño innecesario "al sistema financiero internacional, los intereses económicos de EE.UU., de Argentina y a 15 años de política bipartidista para las reestructuraciones de deudas".
El default tuvo un impacto en las bolsas que cerraron a la baja en EE.UU. (caída del Dow jones de 1,5%) y en Europa (en Alemania del 1,9%; Francia, 1,5% y Reino Unido, 0,6%).
Jorge Capitanich, jefe del gabinete de Argentina, acusó al juez Thomas Griesa de ser "un agente de los fondos buitre".
Desigualdad de condiciones
El temor es que el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa en favor de los llamados holdouts o "fondos buitre" siente un precedente que imposibilite la negociación cuando un país entra en crisis y no puede pagar su deuda.
El dictamen del juez se centró en una interpretación de la doctrina del Pari Passu ("con igual paso" en latín, o sea, en igualdad de condiciones) por la cual se le debía pagar el monto entero de lo adeudado a aquellos que no habían aceptado entrar en la reestructuración para no discriminarlos respecto al resto de los acreedores.
Según el exministro de Hacienda de Colombia y profesor de la Universidad de Columbia en EE.UU., José Antonio Ocampo, esta interpretación constituye un serio obstáculo legal y económico a futuro.
"Esa interpretación del Pari Passu, que considero absurda, desequilibra totalmente la relación entre acreedores y deudores en las negociaciones de reestructuración de deuda", le indicó Ocampo a BBC Mundo.
"Si gracias a este fallo del juez Griesa el 1% de los acreedores puede evitar que el 92,4% cobre, va a ser muy difícil avanzar en una reestructuración de ahora en adelante", agregó.
¿Hay alternativas?
El default de Argentina en 2001, la reestructuración de su deuda cuatro años más tarde y el largo periplo judicial con los fondos buitre ya han tenido consecuencias en la emisión de deuda soberana.
En la deuda emitida en los últimos diez años, se han introducido las cláusulas de acción colectiva que estipulan que si un 75% de los acreedores acepta una reestructuración, el resto está obligado a adoptarla.
Según el economista del Centre for International Governance Innovation (CIGI) Brett House, los nuevos bonos soberanos tendrán que sumar el dictamen de Griesa a sus cláusulas.
"Los bonos tendrán que incorporar cláusulas en las que aclaren qué significado exacto se le da al Pari Passu para que no se convierta en un escollo en caso de reestructuración", le explicó a BBC Mundo.
Mientras tanto, el caso argentino puede tener un impacto directo en unos US$100.000 millones en bonos de deuda emitidos en las últimas dos décadas, que fueron reestructurados sin la cláusula de acción colectiva.
"Los países emergentes que tomaron esta deuda podrían encontrarse en una situación similar a la de Argentina, que termine en la justicia estadounidense"
El impacto económico de este laberinto legal, que se hizo sentir en las bolsas de valores, fue nulo en el mercado de bonos soberanos.
"En medio de todo el caso, Kenia, que tiene muchos problemas de seguridad, colocó deuda por más de US$500 millones", señaló House. "Y Ecuador, un país con episodios recientes de default, también volvió a los mercados".
Los mercados de capitales tienen hoy una enorme liquidez y buscan en los países pobres y en desarrollo una mayor rentabilidad que la que ofrecen las bajísimas tasas de interés de los países desarrollados.
Según Sarah-Jayne Clifton, directora de Jubilee Debt Campaign, que promueve una solución a largo plazo del tema de la deuda, estos préstamos pueden conducir a una repetición de crisis pasadas.
"Hay un boom de préstamos a países que no podrán afrontarlos. Esto puede conducir a una repetición de la crisis de la deuda de los 80, tanto en América Latina como en países de África y Asia", le dijo a BBC Mundo. "Y dado que no hay un proceso internacional para la reestructuración de deuda de los países soberanos que evite situaciones como la planteada por el fallo del juez Griesa, esto será fuente de problemas".
Entre los afectados por el default argentino se podría encontrar la plaza financiera de Nueva York, que domina junto a Londres el mercado de deuda soberana.
"Londres y Nueva York son grandes plazas financieras, entre otras razones porque sus sistemas judiciales son suficientemente flexibles, explicó Ocampo. "Pero este fallo sobre Argentina es lo contrario de la flexibilidad. Creo que por esta razón Londres se puede volver más competitivo que Nueva York en el mercado de emisión de deuda soberana".
El dictamen del juez Griesa sobre Argentina pasó por todos los peldaños de la justicia estadounidense, incluyendo la Corte Suprema.
Desactivar la jurisprudencia que sienta una trayectoria judicial tan exhaustiva no será fácil.
Según Brett House, el poder legislativo estadounidense deberá intervenir para preservar a Nueva York como plaza financiera.
"Esta decisión de la Corte Suprema pone en duda la legislación de Nueva York sobre deuda soberana. Si Estados Unidos quiere mantener la preeminencia de Nueva York, los congresistas deberán legislar para aclarar definitivamente el alcance del Pari Passu", concluyó.
Marcelo Justo