Este martes, por cadena nacional Cristina Kirchner sostuvo que el nuevo Código Civil y Comercial "no es violatorio de la voluntad de los que quieran hacer contratos en moneda extranjera" y que da "certezas y seguridades" a depositantes, usuarios y consumidores.
"Todas las afirmaciones de que los depósitos (en dólares) no iban a tener valor quedan absolutamente fuera de lugar y dejado de lado", sostuvo la mandataria en un acto en la Casa Rosada y remarcó además que "a partir de ahora está regulado por ley la responsabilidad del Estado y sus funcionarios, ya que ante no había ni una coma escrita".
La Presidenta lo hizo luego de promulgar la ley del nuevo Código Civil y Comercial en un acto en la Casa Rosada ante gobernadores, ministros y jueces de la Corte Suprema, al tiempo que subrayó que "parece mentira que estuviera rigiendo un instrumento de la época de las carretas".
Las palabras de Cristina dieron inmediata tranquilidad a quienes tenían resquemores por los rumores que circularon en las últimas semanas respecto de la posibilidad de que pudiera meterse mano en los depósitos de ahorristas privados.
Sin embargo, la tranquilidad es parcial: el hecho de que el Código Civil no especifique que pueden “violarse” los depósitos bancarios, no significa que lo prohíba. De hecho, no hay ninguna parte en la nueva norma que garantice que ello no ocurrirá.
¿Quién puede asegurar que el día de mañana Cristina no promulgue un decreto que se haga de los ahorros privados, así como en su momento no le tembló el pulso para estatizar las AFJP o intervenir empresas privadas? Si ello ocurriera, el Código Civil no lo prohíbe.
Está bien que la presidenta quiera tranquilizar a la sociedad, pero sus palabras preocupan más que lo que tranquilizan.