Entre los 300 firmantes que elaboraron una solicitada en apoyo al cadáver político Aníbal Ibarra el jueves 28 de julio de 2005, se destaca la de Guillermo Villar. Un oscuro personaje venido de Asunción del Paraguay, afincado en la Villa 21-24 del barrio porteño de Barracas donde sienta sus reales bancado a rajatabla por el Gobierno de la Ciudad: "En 1992, el gobierno menemista suscribió un ‘boleto de compra-venta’ que transfería las veintisiete manzanas a una Mutual –la ‘Flor de Ceibo’– que quedaba facultada para recaudar el pago de las cuotas por los terrenos, y administrar la adjudicación y construcción de futuras viviendas. Menem y Grosso dilataron indefinidamente la escrituración de las tierras, hasta que la Mutual saldase la totalidad de la deuda pactada en el boleto de compra-venta. La cúpula de la ‘Flor de Ceibo’ no tardó en transformarse en una verdadera ‘burocracia villera’, que actuaba como representante del gobierno en el barrio. Esa camarilla, encabezada por Guillermo Villar –secretario de la Mutual–, recibió el manejo de la asistencia social –alimentos, materiales para construcción y planes de empleo–. Del mismo modo, digitaba la adjudicación de las pocas manzanas y viviendas que se urbanizaron. La Mutual excluyó de cualquier perspectiva de escrituración de terrenos o viviendas a los nuevos vecinos que se asentaban en la Villa.
En 1999 se produjo el episodio más grave de esta expoliación: la Mutual firmó un nuevo convenio con el Programa Arraigo, revisando el suscripto en 1992. En él, se resolvió excluir del boleto de compra-venta a ‘las superficies ocupadas con anterioridad a la venta por las empresas u otros organismos ajenos al Barrio, como así también las destinadas a espacio o uso comunitario’.
Se referían a un conjunto de ‘intrusos empresarios’, entre las que se cuenta la arenera Alegre, que pertenece al ex presidente de Boca Juniors. El nuevo pacto entre el gobierno y la Mutual le quitó una importante franja de terrenos, abriendo el paso para que ‘las citadas instituciones (es decir los intrusos) puedan gestionar la compra a través de los organismos competentes. Como consecuencia del crecimiento experimentado por la propia Villa, hoy sería imposible una urbanización digna para la 21-24 sin contar con los terrenos cedidos a los privados. Pero, además, toda la Villa integra el ‘área de desarrollo sur’, que podrá ser adjudicada a los emprendimientos privados que impulsa la Corporación del Sur. Aunque los predios y terrenos que integran el inventario de la Corporación son un secreto celosamente guardado, es evidente que los terrenos sustraídos a los vecinos de la Villa en 1999 pueden ser parte de ese operativo inmobiliario. Arnaldo Bocco, presidente de la Corporación, ya ha anunciado para Barracas el proyecto de crear un polo informático. Es claro que con este porvenir ‘empresario’ para las tierras birladas, peligra también la escrituración definitiva del resto de los terrenos que todavía pertenecen a la Mutual.
A cambio de esta cesión fabulosa de tierras, Villar recibió como ‘contraprestación’ que desde la CMV hasta el Instituto de Acción Mutual lo perpetuaran al frente de la ‘Flor de Ceibo’. También integra la comisión participativa que discute el proceso de urbanización de las villas porteñas, como supuesto ‘representante’ de la Villa 21-24" (Marcelo Ramal en Prensa Obrera, 13 de septiembre de 2001). Durante el año en que escrito el presente artículo, un escaso grupo del Polo Obrero intentó mermar la influencia de este nefasto personaje, desatándose hasta bien entrado 2004 una sorda disputa no sólo contra Villar sino también contra el aparato montado por el entonces secretario municipal de la Vivienda Eduardo Jozami. Este andamiaje puso toda la carne al asador cuando el propio Néstor Kirchner acompañó en un acto proselitista a Ibarra el año pasado, días antes de que el mismo Villar fuera apuñalado en un confuso suceso.
No sólo extorsión, sino también crimen
Este referente del progresismo porteño, no vaciló en instigar el crimen de un militante del MTL a finales de 2002: "Los hechos que condujeron al crimen de Ramón Rodríguez, militante del MTL, no son nuevos en la Villa 21-24. Un vecino había transferido su casa a Ramón, luego de que la Mutual ‘Flor de Ceibo’ le adjudicara a dicho vecino una casa en el barrio nuevo de la Villa. Pero para la burocracia villera que dirige la Mutual –y que encabeza la Federación de Villas de la Capital– todas las ‘reventas’ de casas deben pasar por sus manos. En cambio, Ramón y su vecino habían cometido el ‘pecado’ de establecer un arreglo particular. Hace casi un año, otro vecino pagó con su vida el haberse trasladado de vivienda sin ‘arreglar’ previamente con la Mutual.
La ‘Flor de Ceibo’ –dirigida por Guillermo Villar– es un instrumento de negociados y confiscación contra los propios vecinos. Las contadas familias que han accedido al barrio nuevo (construido por la propia Mutual) han debido pagar cifras absurdas por sus casas. Pero la mayoría de las familias no han podido siquiera acceder a una vivienda, habiendo pagado cuotas a la Mutual durante años. En 1999, la Mutual ‘devolvió’ al Estado Nacional varias manzanas de la Villa, agravando la escasez de tierras para sus familias. La ‘mafia’ de Villar explota esta penuria cobrando ‘cometas’ en todas las transferencias de casas que se realizan.
Pero el hilo mafioso de la ‘Flor de Ceibo’ no termina en la calle Iriarte: Villar es un puntero político de Aníbal Ibarra, y en su nombre también manipula la mayor parte de la ayuda alimentaria que llega a la Villa. Los aprietes de Villar tienen un propósito social preciso: preparar la expulsión del 70% de las familias de la 21-24, que no encontrarán vivienda dentro de los planes extorsivos de la Mutual. Eso significa abrirle paso al gran operativo inmobiliario que Ibarra prepara sobre el sur de la ciudad.
El MTL precisó que a las 22.30 del domingo 1 de diciembre (de 2002) una patota armada, que se identifica con el nombre de ‘Los Piratas’ y responde a Guillermo Villar, puntero político de Aníbal Ibarra, asesinó a quemarropa a Ramón Rodríguez, de 30 años, padre de dos hijos, en la puerta de una casa que iba a habitar una familia con urgentes problemas de vivienda y que iba a funcionar como comedor popular.
El MTL acusa de autor intelectual del hecho a Guillermo Villar, a Ramón Giménez ‘El Mexicano’ de instigador y el autor material sería Ramón Álvarez alias ‘Yarará’.
Guillermo Villar, está al frente de la ‘Mutual Flor de Ceibo’ que trafica en el barrio con las viviendas y con los bolsones de comida que reparte con las prácticas del clientelismo político, con la anuencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que encabeza Aníbal Ibarra. Villar utiliza el ‘Plan Villas’ para repartir comida mediante los punteros políticos, en lugar de hacerlo llegar en forma directa a quienes lo necesitan, ignorando a las otras organizaciones de desocupados. Ramón Giménez, alias ‘El Mexicano’, se encuentra detenido y es quien identificó a Ramón Rodríguez (MTL) para que le disparen con una escopeta y una pistola 9 milímetros. Los testigos afirman que ‘El Mexicano’ comienza a gritar ‘es éste, a éste hay que darle. Matalo’.
El militante del MTL cayó herido con 5 balazos y murió pocos minutos después, mientras que en la calle quedó la culata de madera de la escopeta, que ahora está en poder de la policía, y que el MTL reclama sea una de las principales pruebas para detener a los asesinos". (La Fogata, 3 de diciembre de 2002)
No está demás afirmar que Villar, quién perdió un riñón a causa de la agresión relatada arriba, ni siquiera fue procesado como evidente instigador de este alevoso asesinato, y actualmente no sólo continúa gozando de su libe rtad, sino que es uno de los secretarios de la Federación de Villas de la Capital Federal.
Y los negocios, a costa de sus vecinos, marchan viento en popa.
Fernando Paolella