Una de las cosas que quedaron más en claro, al cabo de la exposición de Sandra Arroyo Salgado, es que la situación de Diego Lagomarsino ha pasado a estar mucho más comprometida de lo que estaba.
Se conoce que el técnico llegó por segunda vez a Le Parc alrededor de las 8 de la noche del sábado, y no se sabe con precisión a qué hora se retiró. Tampoco se hicieron públicos los horarios que registran las cámaras del peaje por donde pasó Lagomarsino, de regreso a su domicilio.
La gente de Arroyo Salgado sitúa el horario de muerte de Alberto Nisman entre las 5 de la tarde y las 10 de la noche del sábado 17, y afirma que existió un indeterminado lapso de agonía.
El abogado de Diego Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, declaró que la computadora de Alberto Nisman fue utilizada alrededor de las 8 de la mañana del día domingo 18 de enero. Este dato contrasta claramente con la data de muerte informada por la querella.
Vale decir. O Nisman estaba vivo a las 8 de la mañana del día domingo, o alguien había usado su computadora, con el fiscal ya fallecido.
En este punto cabe recordar que la madre de Alberto Nisman, Sara Garfunkel, declaró que al ingresar al departamento de su hijo, vio que una computadora se encontraba con su pantalla encendida.
Lo primero que se vislumbra, en el escenario que plantea Rusconi, es a una persona sentada delante de la máquina, revisando casillas de mails y navegando la Internet.
Pero aquí hay que hacer una aclaración, que aún no se atendió detenidamente, y es la siguiente.
Diego Lagomarsino había declarado ante la fiscal Fein, que una de sus tareas como asesor informático de Nisman, consistía en solucionar problemas de computación accediendo remotamente a las máquinas del fiscal, mediante el programa "Teamviewer". Se trata de un software que permite controlar, de manera remota, una computadora que también tenga instalada esa solución informática. Puede, incluso, utilizarse desde un simple teléfono celular.
La fiscal Fein, luego del peritaje tecnológico realizado a computadoras y teléfonos de Nisman, descartó darle entidad a sus resultados, por entender que no aportaban a la causa.
Esto era conocido por la gente de Arroyo Salgado, y así lo demuestra una presentación que hicieron el 23 de Febrero, pidiendo la nulidad del peritaje, y su nueva realización, en la búsqueda de programas de acceso remoto, e intercambio de archivos con la nube, para conocer si alguien había ingresado a la computadora de Alberto Nisman de manera remota.
Todo lo que comentamos trata de demostrar que Arroyo Salgado ya conocía que la máquina de Nisman presentaba actividad en la mañana del domingo, y también demuestra (cuando preguntan sobre la existencia de software de acceso remoto), que la querella sospecha que Diego Lagomarsino pudo haber accedido a esa computadora, de manera remota, estando ya Alberto Nisman, fallecido.
Pudo haber accedido a la máquina de Nisman alguien diferente a Lagomarsino?. Desde luego que la posibilidad siempre existe, pero el software que utilizaba el perito para contactar con la máquina de Nisman tiene un alto grado de seguridad, y resulta extremadamente complejo de hackear, ya que las contraseñas no se envían de máquina a máquina, sino que pasan por un servidor de la empresa propietaria del software, que verifica legitimidad de usuarios, asegura mayor encriptación de datos, y brinda altísima seguridad.
A causa de estos estándares de seguridad, casi podría afirmarse que el único que podía acceder a este control remoto, era Diego Lagomarsino.
En síntesis, lo que saca a la luz el abogado Rusconi, intentando demostrar que Nisman estuvo usando su máquina a las 8 de la mañana del domingo, perfectamente podría llegar a volverse en contra de su defendido, Diego Lagomarsino, si se realizaran peritajes verdaderamente exhaustivos, y profesionales, buscando logs (registros de claves y actividad), rastros de una eventual eliminación de los mismos, y hasta si se formulara un requerimiento formal a la empresa propietaria del server, para que brinde información de logueo que aún pueda estar almacenada en sus propios servidores.
Y este es un punto crucial para la investigación. Porque si se confirmara que Lagomarsino ingresó el domingo por la mañana a la máquina de Nisman, con los antecedentes existentes, su incriminación comenzaría a ser casi inexorable.
Pero si se comprobara que no hubo acceso remoto, sino un uso directo en el lugar, lo que se podría demostrar es que la data de muerte que informa la querella es inexacta, o que el domingo a las 8 de la mañana, alguien estuvo dentro del departamento de Alberto Nisman, revisando información en su computadora, o incluso, plantando evidencia técnica para intentar mostrar que el fiscal estaba vivo, cuando ya llevaba varias horas de fallecido.