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Aniversario: la trama oculta del atentado a la embajada de Israel

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A las 14:45 horas del martes 17 de marzo de 1992, una columna de humo en forma de hongo se elevaba sobre el coqueto barrio porteño de la Recoleta. La embajada de Israel en la Argentina, situada en la calle Arroyo 916, volaba en pedazos producto de un atentado terrorista impensado para estas latitudes. Cuando se disipó el humo y comenzaron deficientemente las tareas de rescate -contándose un saldo provisorio de 29 muertos- se dispararon oleadas de conjeturas acerca de los motivos del ataque.

 

El entonces presidente Carlos Menem dijo entonces una frase a la que habría que haberle prestado especial atención: “Esto me lo hicieron a mí”. Poco después, sufrió un ataque de incontinencia verbal y acusó a los carapintadas de haber perpetrado la voladura: “Los responsables son resabios del nazismo y sectores fundamentalistas que fueron derrotados en el país”. Quienes escucharon semejante dislate quedaron atónitos porque les costaba entender que los derrotados en la rebelión del 3 de diciembre del año anterior fueran directamente responsables de esto. “Por la noche, en la conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, el jefe del Estado amplió el tenor de sus declaraciones al aclarar que los responsables eran de un 'terrorismo que se mueve dentro del país, pero fundamentalmente afuera', al tiempo que mantuvo su postura de no descartar un eventual vínculo con grupos carapintada, aunque cuando se le preguntó si se trataba de seguidores del coronel Mohamed Seineldín, Menem respondió: 'Yo no hago nombres'". (Clarín, miércoles 18 de marzo de 1992).

Tal disparate hizo pegar un respingo a mucha gente incluidos miembros del gabinete nacional. El entonces ministro de Defensa, Antonio Erman González llegó a desautorizar la versión temeraria de su jefe, luego de recorrer la embajada israelí reducida a escombros: “No sé por qué lo habrá dicho. El sabrá por qué lo dice, pero no tiene asidero, no tiene justificativo, no tiene razonabilidad”.

Como era de esperar, la casi totalidad de la corporación mediática nacional se inclinó por señalar a un único responsable y chivo expiatorio, el terrorismo fundamentalista de origen islámico: “Si se confirman las versiones que atribuyen el atentado a la participación directa o indirecta de elementos árabes, estaríamos ante la primera expresión concreta de un traslado a la Argentina del conflicto del Medio Oriente. Ese conflicto no había llegado a estas playas como consecuencia directa de la pacífica convivencia entre las colectividades árabes y judías. Pero si el conflicto se trasladó no es que haya cambiado esa armoniosa relación: simplemente se han creado aquí las condiciones de inseguridad que hacen permeable la violencia, producida por pasiones lejanas”, escribió desacertadamente Joaquín Morales Solá en la edición especial de Noticias del 19 de marzo de 1992.

Después, entraría en escena la “madre del borrego”, o sea el principio del cuento persa del comando suicida musulmán montado en la camioneta bomba. Como siguiendo al dedillo un guión hollywoodense, donde luego de la caída del Muro berlinés los malos son cabeza de toalla, porque deben estar dotados necesariamente de turbante, el gobierno israelí elucubró la necesaria teoría de la participación iraní en la voladura de su embajada; mediante la utilización de un grupo fundamentalista libanés satélite. El cuento de marras aducía que una pick-up Ford F-100, cargada con 500 kilos de trotyl, se incrustó de trompa en la puerta de la citada sede diplomática y se desató el infierno. La camioneta estaba supuestamente conducida por el mártir Abú Yasser, un argentino convertido al islamismo que militaba en la organización Hezbollah. Este invento se basaba en un comunicado trucho que reprodujo fielmente la agencia Reuters en Beirut, cuyo texto alegaba: “Oh, Abú Yasser, tu extraña Argentina.....Fuiste guiado por el Islam en tu tierra y creíste en la Guerra Santa como una forma de apoyar la religión que abrazaste y amaste, deseando el martirologio de tu sangre y el fin de tu vida”. Como era de esperar, la citada corporación mediática compró sin hesitar esto, y lo reprodujo a destaje.

Sin embargo, hubo quienes no se comieron el verso y verificaron su total falta de asidero: “El comunicado mostraba un error en el nombre y una fecha que no cerraba: Abú Yasser era el nombre de guerra de Mohamed Sanish, un dirigente de Hezbollah desplazado de la cúpula en 1991 por divergencias sobre la participación abierta del grupo en el Parlamento iraní. Abú, en realidad, no es necesariamente un nombre de guerra; también significa 'padre de' (por ejemplo: Abú Jihad significa 'padre de la lucha'). El comunicado, evidentemente falso, no incluía ninguna información precisa que lo hiciera verosímil. Con respecto a la fecha del hecho a vengar (el atentado contra Musawi), la duda se instaló de inmediato en todos los servicios extranjeros: un mes era muy poco tiempo para preparar un atentado en un sitio tan alejado como Buenos Aires”, señalan acertadamente Jorge Lanata y Joe Goldman en su libro Cortinas de Humo.

Sin embargo, era evidente que el número puesto “irano-Hezbollah” era altamente funcional para aquellos que no les convenía que se dilucidara la cuestión. Para montar un encubrimiento posterior, era necesario que hasta los servicios de inteligencia locales y extranjeros aunaran esfuerzos para que prosperara este “cuento persa” a fin de lograr un manto de impunidad posterior. Aunque en un principio estuvieron a punto de dar en el clavo, pronto optaron por la del panqueque: “Los agentes de la CIA en Buenos Aires, al comenzar la investigación judicial, apuntaron hacia Siria: los americanos sospechaban de un grupo denominado ‘Los Lobos Grises’, con base en Libia y contactos con la delegación siria en ciudad. Pero esa suposición duró poco; a las pocas horas era descartada por falta de coincidencia con los intereses políticos norteamericanos en el Medio Oriente, algo que dos años después se volvería a repetir”, asegura la misma obra.

No obstante, unos pocos no se comieron este deliberado entramado. El sábado 4 de abril, el periodista e investigador Rogelio García Lupo aseguró que “el atentado contra la embajada no fue político, existía una posible conexión con Al Kassar y tenía el sello de una venganza del narcotráfico”.

Esta afirmación tenía un asidero de peso, puesto que el MI6 británico había detectado la presencia de Monzer en el país el 12 de marzo de 1992, cinco días antes de la masacre de la calle Arroyo. Por eso no es nada descabellado inferir que el aludido bien pudo ser el organizador del ataque, constituyéndose por orden directa de Assad en el brazo ejecutor de la venganza siria a causa de la defección menemista. También, el modus operandi del comando terrorista habría sido muy distinto de las propaladas versiones oficiosas: “(...) Inexplicablemente, los rigurosos controles que hacían casi inexpugnable el acceso al portón de Arroyo 916 (sede de la Embajada del Estado de Israel) se aflojaron en las últimas semanas. El motivo: las refacciones a las que estaba siendo sometida la sede, en el subsuelo y la planta baja.

Este aflojamiento en los controles de seguridad habría permitido que el martes 17, a media mañana, por lo menos, tres personas cuidadosamente elegidas por el grupo terrorista se infiltraran entre los obreros que realizaban las tareas de carga y descargaran 50 bolsas que en su interior debían tener cemento, pero en realidad contenían panes de trotyl con su carga de horror y muerte. Como un preciso mecanismo de relojería, los terroristas habrían descargado las bolsas en la máquina mezcladora colocada en la planta baja del edificio, desapareciendo sin dejar rastros. El operativo habría quedado completado cuando los autos (un Siam Di Tella y un Valiant) con poderosísimas cargas de explosivos en su interior, fueron virtualmente volados al ser accionados por control remoto desde las cercanías del lugar. En total, el grupo habría utilizado 500 kilos de explosivos. De allí que los testigos del atentado, todavía shockeados, repitieran hasta el cansancio que escucharon tres explosiones en cadena o, en un lenguaje más técnico, los peritos en explosivos hablarán de una explosión seguida de una “implosión” desde el interior de la misma embajada. El virtual arrasamiento, casi de raíz, de la sede diplomática, abona esa teoría y prácticamente la confirma en plenitud”, según se desprende de la mencionada revista Noticias. Dejando de lado lo de los coches bomba, y el explosivo utilizado, el resto constituye una perlita digna de análisis. Pues es dable considerar que el comando se pudiera haber infiltrado en el edificio travestido de grupo de operarios, portando bolsas de material que en realidad contenían exógeno.

La voladura de la embajada provocó la formación de un cráter, que luego sería la punta de lanza para las especulaciones sobre la existencia de la camioneta virtual con suicida incluido.

Siendo todo atentado un mensaje contundente a un tercero, siendo en este caso el destinatario Menem, este último se cuidó muy bien de tirar la pelota afuera. Supersticioso hasta el tuétano, se dedicó a largar la versión del ataque fundamentalista porque sabía muy bien que era el primer paso de la venganza de la tierra de sus ancestros.

Poco después vendrían dos mensajes certeros, cuyo inequívoco destinatario era el propio ex Presidente: el atentado a la AMIA y la muerte de su hijo, Carlitos Menem.

Siria se había cobrado su venganza... 

 

Christian Sanz y Fernando Paolella
Autores libro "AMIA, la gran mentira oficial"

 
 

14 comentarios Dejá tu comentario

  1. Larry "Ironics" Levy sigue insistiendo con la inexistente pick up F-100, al mejor estilo "miente miente que algo quedará" (y obvio que algo "quedó" con tanto poder de fuego mediático que tienen los "buenos muchachos") Y respecto de la "pista siria" ¿qué sentido tendría que una vendetta de los "turcos" amigotes del riojano afectara a los intereses judíos o israelíes?, habiendo mil maneras de hacérselas "pagar" al supuesto traidor justo van a tener que meterse con los sionistas, tan divertido que es darle pie para que te hagan la vida imposible (con el incondicional apoyo norteamericano que tienen, y lo que eso implica). O sea que la "pista siria" tampoco parece cerrar, es más, suena a burda y armada como la "pista iraní" o cualquier "otra pista" antojadiza según los intereses de los que disponen de los ejércitos más potentes para imponer tal o cual versión de los hechos. ¿Y si hubiera una "pista israelí"? Aunque sea podría considerarse, hay sustento válido para hacerlo, ya que las pericias indican que el edificio colapsó por una "implosión", y encima hay que agregar el dato no menor de la terrible lucha interna dentro del sionismo, que incluso luego llegó al extremo del asesinato del premier "moderado" Rabin en Israel (año 1995), ejecutado por un criminal fundamentalista israelí de la extrema derecha. Entonces, ¿acaso dentro de poco estaremos hablando de la "pista rusa"?, porque si seguimos transitando el caminito de los eventuales enemigos a los que se les atribuye la responsabilidad por parte de los que dominan la agenda (por ahora), y, está cantado que los rusos -o quizás los chinos, pero suena más "exótico"- tienen comprados todos los numeritos para salir en el sorteo del "acusado de turno". Veremos cómo sigue la "cosa juzgada" (¿?!)...

  2. NO HUBO COCHE-BOMBA/CONDUCTOR SUICIDA, como en la AMIA, la explosión fue en interior. En éste caso en el vacum de la puerta principal que anulada como tal se usaba como depósito de materiales. En la AMIA la pista falsa de coche-bomba estuvo mejor armada. En la Embajada Manzano, bocón inveterado y Min. de Interior a la sazón, fue el que se mandó el moco de instalar el falso cráter en la calle frente a la puerta de la Embajada. Así se lo dijo a los periodistas el mismo martes 17/3 a la noche en la Casa de Gobierno. Al otro día, miércoles, cientos de periodistas salieron a buscar el "crater de Manzano" y éste no aparecía por ningún lado. El sábado 21, La Nación(insospechado de estar en contra de la "historieta oficial"),.publicó un pequeño artículo: "Cráter",donde decía que éste no aparecía por ningún lado y el domingo 22 publicó otro más extenso: "Muchas dudas y pocas certezas", donde decía: "que ninguno de los 12 periodistas de La nación que cubrieron el atentado había podido encontrar el cráter anunciado por Manzano", y publicaba un gran foto del lugar, completamente despejado de escombros, donde se ve claramente que no había ningún cráter. Pero he ahí que días después apareció un hoyo tamaño pileta de natación en ese lugar. Los ingenieros peritos designados por la Acad. Nac. de Ingeniería a pedido de la Corte Suprema PROBARON en la Audiencia Especial de Compatibilización de Pericias del 15-5-1997, que ese hoyo(falso "cráter") fue construido con pico y pala varios días después de la explosión. Esta Audiencia Especial fue convocada por la Corte porque los sionistas y personeros rechazaron de plano la 2 pericias científicas presentadas por ingenieros peritos en agosto de 1997, que había concluido taxativa y coincidentes que la explosión HABÍA SIDO INTERIOR, y en ésta ratificaron sus conclusiones y probaron que el "crater" había sido fabricado. Por eso esta Audiencia Especial crucial para la investigación FUE CONVERTIDA EN SECRETA, pero las actas de sus 12 hs. de debates se filtraron a la Web, están en: www.tsunamipolitico.com/explosion702.htm . Obvio, que las llamadas "pistas sirias"(son varias y todas igual de difusas y sentido) SON UN DISPARATE REVERENDO, mayor todavía que la "iraní/Hezbollah".

  3. Ironics, lo soñaste al(falso) "cráter" de la Embajada. El primer día había escombros en el lugar donde luego apareció el hoyo tamaño pileta de natación, y al otro día con el lugar despejado cientos de periodistas que salieron a buscarlo no lo pudieron encontrar. Mirá para despabilarte: www.tsunamipolitico.com/explosion702.htm , son las actas(convertidas en secretas y ocultadas) de la Audiencia Especial de Compatibilización de Pericias del 15-5-199, en donde los ingenieros peritos designados por la Acad. Nacional de Ingeniería a pedido de la Corte Suprema PROBARON que el tal hoyo(falso "cráter") fue FABRICADO. Sobre esta Audiencia Especial fijate lo que dijo La Nación la pata mediática del encubrimiento junto con Clarinete al otro día: "Embajada: la audiencia no aclaró contradicciones", https://www.lanacion.com.ar/sociedad/embajada-la-audiencia-no-aclaro-contradicciones-nid68989 . Confrontá este encubridor artículo con las actas de la Audiencia Especial: ¡ésta había aclarado TODAS las contradicciones!.

  4. Les falto agregar que el holocausto no existio, que las torres gemelas las tiro abajo el imperio, que la embajada y la AMIA las destruyeron los judios, que la tierra el plana, que las vacunas son malas y es una perversion inventada para ganar dinero de los laboratorios, etc etc etc. Las teorias conspirativas y el pensamiento magico estan echando por tierra la modernidad y los progresos cientificos aunque en el pasado la iglesia catolica los quemara vivos por ir comprendiendo el mundo circundante, etc. Hagamos una cosa todEs (la imbecilidad cunde mas que el coronavirus, debe ser un invento vaya a saber de quien) mañana abracemos la religion musulmana, pero no la gente que por un sistema de creencias legitimo va a La Meca o a la mezquita, no, hagamonos fieles de los grupos radicalizados, como fue la Santa Inquisicion en el pasado, y salgamos a cortar cabezas de los que no se posternen ante Ala. Basta de boludeces, por favor....!!!!! Cual seria la diferencia de que sean libaneses, sirios o iranies en el resultado final....????? Ninguno...! Lo que importa es respetar a los demas y terminar con la violencia entre los seres humanos. Creo que los verdaderos enemigos son los que promocionan el exterminio de los demas. Es volver a la edad de Piedra. Basta de inutiles y bienvenidos los inteligentes y la racionalidad en su maxima expresion.

  5. Funes, ya más pelotudeces no podés postear porque el día tiene 24 hs., no mezclés peras con manzanas, NO FUERON ni libaneses, ni sirios, ni iraníes los que nos metieron los 2(por eso) inesclarecidos todavía bombazos indiscriminados en Buenos Aires en 1992 y 1994. Esto es una CERTEZA ABSOLUTA a esta altura. La mentira liminar y piedra basal de la FALSA ACUSACIÓN a ellos son los INEXISTENTES coches-bomba/conductor suicida. Lo que en el caso del bombazo en la emba de Israel fue PROBADO por la Corte Suprema de (in)justicia con la Audiencia Especial de Compatibilización de Pericias del 15-5-1997, como te muestro en mis 2 comentarios supra. En la AMIA Galeano, presionado por tus paisá sionistas sólo siguió la pista del FALSO coche-bomba que le impusieron los "rescatistas israelíes" que llegaron al país el 19-7-1994 a la noche y se hicieron cargo de la zona de la explosión y plantaron pistas falsas a lo pavo, entre ellas el pequeño trozo de block motor(eso si con el Nº de identificación intacto) que llevó a Telleldin. Ergo, NO FUERON MUSULMANES, y todo indica a esta altura que fue un contubernio entre los gobiernos de Israel y USA como razón de estados de esos estados. Por ahí te vas a despabilar al respecto si vas a: www.taringa.net/+orden/falsificacion-amia-la-pista-de-los-3-estados_sd6r5, que es un resumido de la única pista/hipótesis que se sostiene a esta altura para estos bombazos.

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