Pero no están esta vez en el cartel, como aludía ese tema de Las Pelotas, sino en la foto que ilustra la nota de Clarín del viernes 12 de agosto. En la misma, se observa a Aníbal Ibarra riendo con Gerardo Martínez, el obeso titular de la UOCRA en el acto de Parque Norte del día anterior. Observando la imagen, viene a la memoria también una letra de Sumo, donde el extinto Luca Prodan recitaba que “yo estoy al derecho, dado vuelta estás vos”. Pues Ibarra, quien no parece mostrar atisbo de arrepentimiento alguno, a pesar de estar en la antesala del juicio político, se da el lujo de seguir riéndose. 

Es que estar arriba de la palestra es tan acogedor, que a veces cambia la visión de aquellos que suelen subirse mucho a ella. Por ejemplo, el presidente Néstor Kirchner siguió con su tarea de demolición verbal contra su archienemigo Eduardo Duhalde, y lo acusó de haber fundido la provincia de Buenos Aires. Lo hizo durante un acto en José C. Paz, el martes 9, y de inmediato Eduardo Camaño, titular de Diputados,  recogió el guante y le pegó feo a Felipe Solá, compañero de andanzas del pinguinerismo“A Eduardo Duhalde no le puede decir que fundió la provincia cuando fue el responsable de conseguir 600 millones del Fondo del Conurbano. Yo interpreto que el presidente debe estar hablando del actual gobernador, que hace seis años está ahí; evidentemente le está enseñando a gobernar a Felipe Solá. Hace bien en decirle a Solá que no la quiebre; que deje de fundirla, que la gobierne que para eso fue electo”.

También, López Murphy salió con los tapones de punta y calificó a Kirchner como “un plateísta que observa, describe pero no es el que está a cargo”. Y desde Formosa, como era de esperar, el presidente le disparó munición gruesa metiéndolo en el sayo de los fracasados de la década pasada.

Al día siguiente, miércoles 10, desembarcó en Berisso junto a su mujer Cristina Elizabeth Fernández y el infaltable Solá, entregó 70 millones de pesos para obras públicas y siguió con su consabida línea de discurso:“En clara campaña política, el Presidente afirmó que aquellos dirigentes que le decían que tuviera "cuidado", que debía andar "despacio", son los que "terminan uniéndose con lo peor del pasado para enfrentarnos y atacar la gobernabilidad, agregando que estos son los que "se juntan con el pasado para tratar de parar el cambio, cuando el pueblo argentino está decidido a avanzar".

En la misma línea, Kirchner aseguró que va "por el cambio" y que si le toca "caer" lo hará "con la bandera levantada", para agregar: "No me interesa bastardear el mandato popular; no voy a dejar mis convicciones", según consignó ese mismo día la Agencia Nova.

Pero no terminó ese día el rotation del primer mandatorio. Por la tarde, asistió a un encuentro por el Día Internacional de la Juventud, donde se puso en la misma línea de San Martín y Perón. Y para variar, le siguió pegando a su archienemigo número dos: el matutino La Nación, lo que provocó que la distinguida concurrencia replicara “paredón a todos los gorilas que vendieron la Nación”. A este cantito reflotado, hay que aplicarle una salvedad necesaria puesto que en los 90, no fueron precisamente gorilas los que efectuaron semejante latrocinio, porque estaban encuadrados dentro del mismo movimiento del que pertenece el propio Kirchner. Por eso, no está mal inferir nuevamente que en ese momento ostentaba el cargo de gobernador de Santa Cruz. Aunque le moleste esto, esa es la realida, y como bien sabe, “es la única verdad”.

Pues francamente, a veces no se entiende muy bien que pretende. Porque en más de una ocasión, desde este sitio y también de otros análogos, se abogó por el periodismo independiente como garantía para el fortalecimiento de la democracia. Pues sin él, las instituciones quedarán tan enclenques como la mítica figura campestre del chancho rengo. 

En más de una ocasión, el presidente Kirchner le contestó a Tribuna de Periodistas en duros términos. Pero por otro lado, se intenta no tan soterradamente establecer algún canal de negociación a fin de averiguar que se tiene entre manos. En estos tiempos de campaña donde a más de uno se le vuelan los patos, resulta que el nivel de sospecha es tan alto que cuando se intenta escribir sin condicionamientos, más de uno se come una pared de postre.

Lo que viene

Con el correr de los días se hace más y más evidente la decisión de Roberto Lavagna de mantenerse al margen del conflicto entre duhaldistas y kirchneristas. A pesar de ello, desde Casa de Gobierno siguen elogiando su fructífera (léase "azarosa") gestión, a sabiendas de que el "aval" al ministro de Economía suma puntos a favor para la carrera de octubre.

Tal cual hace saber a sus más allegados, Lavagna no está interesado en lo más mínimo en las próximas elecciones, sino en la competencia en miras al 2007. Su idea es evaluar los resultados del 23/10 y después decidir qué hacer. Si tuviera que decidir hoy en día por quien optar lo haría sin dudas por el duhaldismo, pero eso puede variar con el paso de las próximas semanas.

Mientras tanto, algunas consultoras facturan grandes sumas de dinero aprovechando la "fiebre" de encuestas y "preferencias numéricas" de los políticos. Cristina y Chiche se sacan chispas día a día y los números que manejan son realmente dispares e insólitos. En muchos casos, hasta son poco creíbles.

Más allá de las diferencias, se sabe que "la Kirchner" aventaja a la esposa de Duhalde en casi 10 puntos y no logra crecer mucho más, a pesar de que los operadores de siempre (entre ellos diarios Clarín y su satélite Página/12) digan que hay más de 20 puntos de diferencia, reflejando los deseos de la Casa Rosada. Hombres del kirchnerismo aseguran que "Cristina tiene la obligación de ganar por 20 puntos", mientras esperan que supere el 40% de los votos de octubre, algo poco probable.

La realidad es que, si la tendencia se mantiene como hasta ahora, Chiche seguirá creciendo lentamente en la mediciones y se acercará a la intención de voto de su opositora. Esto es sabido por Kirchner y, por eso, su pedido de "plebiscitar" su gestión trocó en solicitar a sus candidatos "una victoria digna" para octubre, tal cual asegura en los últimos actos públicos.

El gran problema del oficialismo tiene que ver con los dos principales distritos a batallar: Santa Fe y Capital Federal, donde será duramente derrotado. Se sabe que el kirchnerismo seguirá insistiendo con "instalar" los inflados números de las encuestas "truchas" de Artemio López y otros, para tratar de "dar vuelta" los resultados esquivos.

Respecto a la provincia de Buenos Aires, es una contienda que se definirá voto por voto. Por eso, después de analizar sus propias encuestas, los duhaldistas terminaron formalizado el sábado 13 de agosto -en la casona que los Duhalde tienen en Lomas de Zamora- un acuerdo con el oscuro Luis Patti, ya que estiman que el ex comisario podría sumarle a la candidatura de Chiche casi 6 puntos a favor. Por su parte, la periferia del kirchnerismo festeja el acuerdo: creen que Patti es un "salvavidas de plomo" y terminará hundiendo aún más a Chiche en las encuestas. 

Aprovechando ese entusiasmo, esta semana el oficialismo saldrá a caminar las zonas más pobres del conurbano, con la intermediación de Felipe Solá y el intendente de La Matanza, Alberto Balestrini. Conociendo la zona, es fácil anticipar que será una real pérdida de tiempo para el kirchnerismo, ya que los principales punteros de allí son leales a Duhalde.

Frente a esto, lo único que ha atinado hacer Kirchner es pactar con la mafia de los intendentes de las peores zonas del conurbano. "La mafia de siempre", como diría mi abuela, entendiendo como tal a aquellos mandatarios que manejan sus municipios de manera discrecional, atacando a los que investigan y apretando al periodismo independiente. Son práticas harto conocidas en zonas como Merlo, La Matanza, La Plata, José C. Paz, Ituzaingó y Florencio Varela. 

En buen romance, Kirchner intenta diferenciarse del duhaldismo, pero pacta con los clones -y ex socios- de Eduardo Duhalde en la provincia. ¿Es tan idiota el Presidente que desconoce que estos personajes manejan los peores negocios de cada distrito?

En la Capital Federal, la situación es más clara: Elisa Carrió lidera por lejos las preferencias electorales, mientras el jefe de Gabinete, Alberto Fernández -denunciado por revista Noticias esta semana-, se tira contra el candidato oficial, Rafael Bielsa, tratando de desgastar su imágen, para beneficiarse él mismo en el futuro.

Más allá de las elecciones, el país sigue parado. "No hay tiempo para gobernar y trabajar con elecciones tan cercanas y números tan complicados", dijo a este periódico un funcionario de segunda línea hace unos días. Es verdad.

El modelo Techint -tal cual denomina Urgente24 al plan económico- no parece productivo a largo plazo y la macroeconomía ya no arroja los grandilocuentes números que solía dar en los días de "la locura de la soja".

Así lo cuenta el referido sitio de Internet: "Frente a Rocca, Kirchner vive en una contradicción permanente: Techint le reclama un tipo de cambio elevado pero el Banco Central sólo logra estabilizarlo en los niveles que busca su socio produciendo déficit cuasifiscal con la intervención permanente en el mercado. Y aún así el dólar no queda en $ 3". Por caso, se espera que esta semana, el Banco Central compre 5.000 millones para mantener la divisa cerca de los $2.90. Para hacerlo, deberá emitirse nueva moneda, lo cual provocará -a su vez- más inflación.

Por otro lado, el tipo de cambio elevado provoca salarios más bajos, y un horizonte de conflictividad social que Kirchner no ha advertido aún.

Si la cosa sigue como hasta ahora, sólo nos queda pedir que dios nos libre del futuro político...