“¿Qué ves cuando me ves? Cuando la mentira es la verdad”. (La era de la boludez, Divididos)
Primero fue la primera dama, Cristina Elizabeth Fernández de K quien desde Rosario advirtió la existencia de un complot en ciernes para desestabilizar a su marido. Fue el miércoles 24, y en la bolsa conspiranoica metió a los piqueteros duros, a Raúl Castells, al matrimonio Duhalde y a los resabios menemistas que andan por ahí. Al día siguiente, pero desde Bahía Blanca, Néstor Kirchner fue más lejos y aseveró que esta maniobra desestabilizadora era obra de Menem, Duhalde, Patti y los piqueteros. Horas después de este brulotazo, Aníbal Fernández advertía si las organizaciones de desocupados “se pasaban de la raya”, terminarían en cana. Y del dicho al hecho, puesto que en el final de la tarde de ese jueves extraño, un grupo de desocupados de la ignota organización Bloque Obrero Popular pretendió acercarse a la Sociedad Rural donde Roberto Lavagna hablaría en un encuentro de supermercadistas. Conclusión: el ministro de Economía, advertido de esto, resolvió no concurrir pero los piqueteros fueron molidos a palos por la Federal. Y en la mañana de ese día, una enfermera del Garrahan, encuadrada en el gremio Unión Personal Civil de la Nación fue detenida acusada de distraer material descartable. Esto había sido advertido el viernes 19 a uno de los escribas de este análisis, siguiendo la doctrina añeja de la infiltración permanente. Al día siguiente, la tensión seguía con alto voltaje cuando el Puente Pueyrredón semejaba una zona blindada cuando el MTD Aníbal Verón se disponía a conmemorar como cada 26 el asesinato de Kosteki y Santilán. La orden de Balcarce 50 y de Hannibal Fernández fue terminante: no pasarán. Cercados por Gendarmería, la Bonarense, y la Federal (esta última con movimientos tectónicos internos a causa de malestar contra el citado ministro y su jefatura), resolvieron marchar hacia la Plaza de Mayo para entregar al gobierno un petitorio. Pero no pudieron, puesto que el dispositivo disuasivo les impidió ni siquiera franquear la calle Bolívar rumbo al rosado edificio. Hicieron más de dos horas de espera, para recibir una cerrada negativa a recibirlos por parte de sus inquilinos actuales.
Ante la falta de elaboración de propuestas y de ideas inteligentes, la administración pinguinera vuelve a echar mano de la gastada teoría del complot. Defenestrado D´Elía luego de irse de boca con la seguidilla del narco, el matrimonio Kirchner recorre la misma senda del alfonsinismo cuando en 1983 denunció el imaginario pacto sindical-militar en octubre de 1985 y el supuesto intento golpista de noviembre de 1985. Ya a principios de este 2005, luego de la tragedia de Once, Estela Barnes de Carlotto y otras organizaciones de desocupados se incendiaron a lo bonzo cuando aseveraron la existencia de un complot derechista que buscaba voltear a Aníbal Ibarra.
Se percibe que luego de cansar terriblemente con las apelaciones contra el matrimonio rival y los malos noventistas, la usina ideológica de los venidos del frío apelan al añejo recurso destacado arriba, sumado a intentar mostrar a los piqueteros como los partícipes necesarios de esta desestabilización al sistema democrático.
Lo peor de esto de exacerbar la paranoia, es que si se intensifica al máximo puede llegar a devorar a sus mismos detentadores con consecuencias lamentables por todos conocidas.
Y luego, será muy tarde para lamentaciones.
Al mismo tiempo que mandó al "freezer" al piquetero Luis D'elía por sus acusaciones sobre Duhalde y las drogas, el kirchnerismo comienza a descender en su intención de voto por parte de la sociedad. Y es que la escalada de violencia en la campaña, que culminó con la citada -poco creible- teoría del complot Menem-Duhalde, es un trago amargo que desagrada enormemente a la gente.
La respuesta del duhaldismo, llegó de la mano de Chiche Duhalde, quien en el polideportivo de Gimnasia y Esgrima, aseguró: "Quiero que les quede claro, con Menem no voy ni a la esquina. Es ridículo vincularnos con Menem cuando lo enfrentamos desde hace años. Como es ridículo ligarnos con piqueteros. El que tiene piqueteros entre sus candidatos es el Gobierno; el que tiene piqueteros como funcionarios es el Gobierno".
Acto seguido, Chiche prometió que evitaría los agravios personales y aseguró que "no les voy a dar el gusto de revolcarme en la roña. Me voy a coser la boca".
Luego minimizó los logros del Gobierno en materia económica: "Cuando el Presidente dice que le dejamos un país en llamas no dice la verdad. La verdad es que quien representa el símbolo de la recuperación económica argentina tiene nombre y apellido: Roberto Lavagna".
Finalmente, nada se dijo en el acto acerca de las palabras del piquetero D'elía respecto a los vinculos de Eduardo Duhalde con los narcóticos. Una acusación que el propio kirchnerismo se encargó de "desinflar", a pesar de los elocuentes indicios detallados en el dossier que manejan los hombres de prensa de la Casa Rosada.
Y es que desde el oficialismo ya han comprendido que la estrategia de crecimiento debe provenir de algún otro lugar que no sea sólo el ataque. Por ello,
Según el sitio Urgente24, "Kirchner espera un rédito electoral del tema, de parte de los organismos de derechos humanos. Antes de la desaparición de las monjas, se las fotografió delante de una bandera de Montoneros, con un ejemplar del diario La Nación del 14 de diciembre de 1977, para responsabilizar a esa organización de lo que le ocurriría a las francesas".
Este anuncio, sumado a las encuestas que están en poder del Gobierno, sería parte del eje de campaña de las semanas por venir. Según mediciones "oficiales" en la provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández de Kirchner se impondría por 20 puntos de diferencia sobre Chiche Duhalde. Asegura el oficialista diario Página/12 que "en cada sondeo, CFK orilla los 40 puntos. En algunas alcanza el 43 por ciento. El otro dato significativo es que Hilda González de Duhalde está cómodamente instalada en los 20 puntos porcentuales. Algunos de los trabajos mencionados la sitúan incluso cerca del 25 por ciento. El escenario es sensiblemente diferente al imaginado meses atrás a la vera de la Plaza de Mayo, cuando algunos encumbrados funcionarios suponían que Chiche no superaría el 15 por ciento".
Sin embargo, uno de los integrantes del comité de campaña de Chiche asegura que el mentado 20 por ciento constituye el piso de intención de voto de su candidata. “Estamos para seguir creciendo. Afianzamos el voto peronista puro, ya no se nos escapa, estamos muy bien en el segundo cordón y hay distritos donde ganamos, Berazategui por ejemplo. Se van a sorprender cuando Chiche supere el 25 por ciento”, dice.
Los números varían de acuerdo a la consultora que mida las intenciones de voto. No es un dato menor. Pero llama la atención que los medios de comunicación "oficialistas" se basen sólo en las mediciones que benefician al kirchnerismo.
Mientras tanto, Ricardo Lopez Murphy y Mauricio Macri siguen con su estrategia de captar el "voto bronca" que se genera en torno al fenómeno piquetero. El primero propone que se rebaje los impuestos a los comerciantes que sufren las consecuencias del corte de calles y el segundo alabó de manera elocuente la represión desatada hace días en la Rural contra los manifestantes de marras.
Por su parte, Elisa Carrió continúa con su original campaña en la que se ha propuesto no hacer agravios ni denuncias y sí proponer acciones concretas de Gobierno. En tal sentido, ha organizado un ajedrez humano como metáfora de la guerra contra las mafias y prepara, de la mano de la juventud del ARI, eventos de impacto social de diversa indole.
Patricia Bullrich, mientras tanto, continúa con su campaña agresiva de prensa a través del E-Mail, un método económico para mantener informados a los medios sobre cada uno de sus pasos de campaña. Lo último que se supo es que estuvo recorriendo la avenidas Cabildo y Santa Fe. Zonas paquetas, si las hay.
En otro orden de cosas, llama la atención que los principales medios de prensa hayan caído en las mentiras de quienes quieren encubrir la muerte del ex comisario Oscar Beauvais. No sólo han avalado la insólita hipótesis del "crimen pasional", sino que han confirmado la falaz existencia de cocaína en poder del fallecido.
Lo real es que en las últimas horas, el fiscal federal de Lomas de Zamora, Guillermo Morlacchi, confirmó la existencia de tres fotografías que un allegado del policía le habría hecho llegar. Son imágenes en las que aparecería un importante funcionario en actitud "poco decorosa" con una mujer.
Finalmente, la Cámara del Crimen evalúa en estas horas cambiar la carátula de homicidio simple por la que está procesado el testaferro Omar Chabán. La nueva calificación sería “estrago doloso”, que tiene penas tan graves como el homicidio –de 8 a 26 años sumado el cohecho– y es más fácil de probar.
Tal vez sea el puntapié inicial necesario para que finalmente el pseudoempresario se quiebre y de a conocer dos cuestiones fundamentales: quiénes son los verdaderos dueños de sus boliches y cuál es el real negocio detrás del impulso a las bandas musicales.