A partir del momento que se hizo pública la noticia en la cual se buscaban padres para dos hermanitas peruanas de un año y medio y de tres años -que fueron abandonadas por su madre biológica-, salió a la luz y se agudizo el problema burocrático que implica adoptar en Argentina. Esto es, sus deficiencias, el tiempo de espera en lista y la cantidad de chicos abandonados en diferentes instituciones, o bien al cuidado de amas cuidadoras.
   El pedido que trascendió y permitió que las nenas fueran conocidas se hizo a traves de la justicia civil -Juez subrogante del fuero de familia, Dra. Silvia Guahnon y defensora de Menores Dra. Silvia Dasca-, que convocaron "a quienes se sientan en condiciones de adoptarlas, de brindarles tiempo, dedicación, mucho amor" y con la idea de "tratar de agotar los recursos para darles una familia estable, definitiva y evitar que estén en forma permanente en un instituto".

   Estas nenas fueron criadas por “amas externas” designadas por el Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia pues, hasta el momento de la publicidad de la propuesta, la madre de las mismas jamás se presentó y, por más peticiones o llamados que se hicieron, no concurrió para definir la situación de la nenas y la tenencia de las mismas.

    Si bien es cierto que la convocatoria permitió que más de 120 familias respondieran en forma positiva -conmovidas por la situación personal de las chiquitas-, anotándose para ser evaluados por el Consejo para que se les pueda otorgar la guarda judicial y posterior adopción plena, esto resulta contradictorio y nocivo porque se sabe legalmente que no está permitida la exposición pública y fotográfica de menores, sobre todo cuando se trata de casos que se encuentran en medio de un proceso judicial, lo cual requiere la "protección de persona" de las mismas. Este es el latiguillo clásico que se le aclara a los futuros adoptantes cuando realizan los trámites pertinentes, aún cuando cumplen los requisitos adecuados que se exigen conforme con la ley de adopciones, Nº 24.779.
    Por otra parte, exhibir -como lo hizo un canal de televisión- las fotos de las chiquitas, no favorece o permite que exista una igualdad en el tratamiento. De esta forma, se contribuye para que los que desean adoptar elijan caminos equivocados y caigan en la ilegalidad de tener que "comprar" un niño, al ser utilizados por quienes trafican con el mercado de niños utilizando la sensibilidad y sentimientos de quienes desean ser padres y no pueden. Asimismo, se manipula a las familias biológicas de los bebes que, frente a la desesperación de un embarazo, no saben qué hacer.

    Ejemplo de ello es lo que ocurrió en la localidad de Caleta Olivia, provincia de Comodoro Rivadavia, en la cual se descubrió la "publicación" de venta de bebes en los clasificados del diario La Prensa de dicha provincia, donde ofertaban criaturas por la suma de $ 500. Denuncia que fue posible gracias al trabajo de un periodista de FM Radio visión, quien descubrió el ilícito. Hoy en día está siendo investigado por la justicia a través del fiscal Marcelo Palenque por tratarse de un caso de trafico de niños.

    En este tipo de casos, se pone en evidencia que la ley de adopciones no es eficaz, que el registro único de adoptantes que fuera reglamentado recientemente, necesita urgente modificación y que la justicia y las instituciones publicas o privadas que se encargan de realizar todos los tramites para una futura adopción deben actuar en forma uniforme, concreta y segura para evitar que nuevamente se caiga en la cuenta que lo legal no sirve, porque pierden la esperanza de esperar y sentir que  ir por "izquierda" es lo mejor.

Graciela Catalán Álvarez