El mundo multiplica sus pestes en la medida que nos contagiamos y contaminamos de "universalidad". Ninguna tesis retrógrada. La gente se transculturiza, pierde raíces, camas y petacas. Gana en mundo, pluralismo, derriba fronteras, sus horizontes crecen más allá de la jaula personal. En fin, todo eso y mucho más. Mc Donalds, películas, ropa. Modas, etc. etc.
Lo que no se ve mucho es el progreso humano, palabra que los diccionarios prefieren olvidar por ser compleja en su origen y forma, como en los resultados. Palabra poco práctica.
La maleantería si se ha globalizado con eficiencia y necesita de este nuevo ámbito: all over the world. La globalización es tan antigua como el pillaje en los mares, el bucanerismo con patente de Corso o por la libre. Esto es un mote que se le podría asociar a Napoleón, pero más allá de toda asociación lícita e ilícita de la historia, el delito es harto viejo.
La globalización si continúa como va, podría ser una patente de Corso, un viejo truco imperial de los tiempos para someter con el clavo de olor en cierta parte y con mucho dolor. No precisamente la fragancia del almizcle ni del azafrán.
Debemos ser cuidadosos. No aislarnos entre el mar y la cordillera, pero tampoco salir desnudos a tomar sol en el desierto.
Global no significa el mundo se va acabar o llegó hasta ahí. De ninguna manera es tampoco un campo abierto para penetrar. Palabra de lo suyo violadora de los espacios privados.
Lo importante, recomendable es irse despacio por las piedras y no subir las escaleras, cuando hay ascensor y menos treparse a la azotea antes de llegar al segundo piso. No son recomendaciones fantásticas, sino de sentido común, que es lo que no abunda en el mundo global apunto de explotar.
Unos científicos acaban de revelar la pavorosa visión satelital del Amazonas, el pulmón del mundo. Nuestro oxígeno. Los incendios de kilómetros diariamente, debieran dejar sin habla al más locuaz Pero el poder real y fáctico no se reúne ni se pronuncia ante la destrucción de la humanidad, la casa de todos. Está preocupado por echar andar los pozos de petróleo.
Existe una globalización de lo patológico. La esquizofrenia se ha globalizado. La idiotez. La banalidad.
La destrucción del medio ambiente, del hábitat humano no es noticia. Preocupa más una nave dirigida a explorar Marte, que la muerte de la tierra a manos del hombre. No se preocupan los poderes reales ni fácticos de la escaques de agua, que es sinónimo de vida.
El SIDA se globalizó. El terror es global. El hambre, la miseria, el analfabetismo aún, son globales, compromete amillones de seres humanos. El delito, el lavado de dinero, la droga, son ejemplos de globalización. No necesitamos mucho análisis para llegar a decir que la corrupción es global. La injusticia es la globalización de un mundo sin ética.
Rolando Gabrielli