¿Quien le pone el cascabel al gato? Habría dicho mi padre de haber vivido. Y es que en el caso del gaff de la revista Noticias que en su número 1500 puso en tapa una supuesta fotografía del hijo del presidente cuando en realidad corresponde a otra persona es, no solo un hecho consumado e irreversible, sino un error imperdonable.
    Analicemos.
    Más allá de la línea editorial que posee la revista convengamos que publicar una nota sobre la vida del hijo del presidente a quien se lo pinta como el gran administrador de la fortuna familiar y en este contexto político en que se encuentra el país, no es poca cosa. Razón esta que a uno lo predispone a leer cosas realmente importantes y reveladoras.
    Pero armar una investigación periodística de este tipo requiere, no solo de un archivo, como quedó demostrado en este caso ya que a juzgar por los datos de cierta antigüedad que muestra el medio debió reciclar bastante información previamente publicada; sino que se necesitan fuentes que aporten datos ciertos y nuevos y básicamente que actualicen aquellos que datan de cuando el presidente recién asumió, porque como todos sabemos la vida pasa, el tiempo corre y las personas no solo cambiamos fisonómicamente sino que nuestra actividad como hecho dinámico que es se transforma, muta o se modifica.
    Poco de esto parece haber pasado en la nota de la revista Noticias. Por supuesto que respeto la seriedad intelectual de quienes la construyen y no dudo de la honestidad con que hacen su trabajo, lo cierto que presumo es que en el fragor de esta lucha inclaudicable de los medios por llegar primero, han cometido fallas que además de visibles son lamentables.
    ¿Es así?
    Quienes vivimos en Santa Cruz conocemos muchas de las cosas que en la publicación se comentan (por no decir la mayoría) como simple anecdotario de pueblo e inclusive podríamos agregarle otras que sin duda harían más colorido el informe. Pero precisamente por ese conocimiento que tenemos la gente del lugar, es que algunos datos no solo se advierten antiguos y otros imprecisos sino que hasta suenan pocos creíbles y son muy superficiales.
    La categoría de super administrador a la que intenta potenciar la nota a Máximo Kirchner no es del todo compartida con quienes conocen de cerca la realidad familiar.
    En primera instancia porque su padre y su madre son continuos y únicos vigías del patrimonio y luego porque el hijo solo tiene asignada una parte importante pero no exclusiva del manejo total de los bienes de la familia.
    Inclusive si uno realiza una comparación entre el perfil de Máximo que se menciona en las columnas del informe y luego lee el insert que hay en páginas centrales donde escribe desde Río Gallegos nuestro colega el periodista Daniel Gatti que es un conocedor del tema, va a encontrar una contrastación bastante grande.
    Por el lado de Noticias aparece pintado y descrito un "Yuppie" en nacimiento que corona y controla cada uno de los bienes familiares y ha tomado a su cargo a través de una dudosa asesoría (nada menos que a su padre) el destino político de su progenitor como si éste y Cristina hubieran pasado a la jubilación y por otro lado, alguien que conoce a Máximo "de entre casa", como es el caso del periodista de Santa Cruz, lo describe así como todos lo conocemos; y la diferencia es notoria.
    No es muy feliz el resultado periodístico que tiene la investigación de Noticias y por el contrario no advierto profundidad temática, novedades inquietantes ni aspectos inéditos. Insisto, recurre a un colage de archivo y se queda en lo anecdótico y elemental desconociendo aspectos sustanciales del personaje: el hijo del presidente es de muy bajo perfil, no le gusta la política, evita la exposición y tiene una vida propia paralela a la vorágine política que viven sus padres.


La foto

    Las vertientes por las que el periodismo se puede proveer de material son infinitas, lo importante es que sean calificadas. También hay que ser honestos y reconocer que el yerro está siembre dentro del campo de las previsibilidades y si se equivoca OPI, sin duda el impacto será mucho menor que si se equivoca Noticias. Esto impone a los medios mayor control de calidad a medida que sube el nivel de importancia periodística en el mercado y se amplía las bases de preferencias.
    En relación con la obtención de material fotográfico no es raro ni cuestionable que se pague el servicio de algún free lance que fuera del compromiso editorial efectúe las fotos que un medio puede encargarle.
         Esta actividad sumamente difundida en la actualidad tiene varias fundamentaciones entre ellas la comodidad de no comprometer horas y dinero en gente propia para producir tomas fotográficas de una persona, una familia, un clan, un grupo etc. Y la otra es no levantar sospechas sobre la finalidad del trabajo del reportero más aún cuando se quiere preservar el medio que lo respalda y de esta manera "no quedar pegado" como comunmente se
dice.
    En la vieja usanza cada diario, cada revista y cada medio enviaba sus reporteros a todo tipo de trabajo (abierto o encubierto) en cambio ahora la tercerización ha llegado al periodismo que no duda en encargar a manos profesionales algunos temas que por el grado de sensibilidad deben ser tratados de una manera especial o producir un material que no conecte las puntas para que por un lado no se trunque la investigación (que suelen llevar meses) y el impacto de la sorpresa por el otro, más aún cuando se busca que la nota "pegue" fuerte en el público consumidor de un nicho o target determinado.


No es solo clic!

    Sacar una foto la saca cualquiera, componer una fotografía ya es otra cosa y para eso hay que saber. Tomarle una foto a una persona pública la toma cualquiera, solo basta encontrarse en el lugar justo en el momento justo y conocer primarias técnicas de encuadre y disparo de una cámara ya que los ingenios actuales hacen todo lo demás por si solas.
    Ahora, producir un seguimiento, establecer una vigilancia, fijar rutinas, construir intinerarios, seleccionar momentos y activar el sentido de la oportunidad para saber cuándo hay que sacar una foto a personas que
siendo públicas permanecen semi ocultas de la prensa y además se nutren de una tupida guardia pretoriana a su alrededor, no lo hace cualquiera. Y aquí está la diferencia entre el profesional y el improvisado.


Foto se vende

    Los niveles de dificultad aumentan para un fotógrafo a medida que aumenta el nivel de popularidad del objetivo que tiene seleccionado para tomar sus fotos. Esto lo saben muy bien los paparrazzi algunos de los cuales son solo cazadores de imágenes circunstanciales o aprovechadores de descuidos de estrellas y estrellitas y otros verdaderos 007 en el arte de fotografiar intimidades.
    En los altos niveles del periodismo hay empresas y particulares que por sumas cuyos montos son proporcionales al nivel de importancia del "blanco", denominación cuasi castrense que se le otorga a la persona u objeto a fotografiar, realizan completísimos trabajos que incluyen todos los pasos que mencionamos anteriormente con sofisticados elementos ópticos que les permiten penetrar la intimidad de cualquiera que asome al sol ( y los que estén en penumbras también).
    Cuando en las revistas más calificadas del mundo aparecen imágenes de personalidades que jamás posaron para una foto pública, generalmente detrás de esa toma hay un inmenso trabajo que a veces llega a compararse con la actividad que despliega el espionaje industrial tan de moda en nuestro tiempo. Y si a esto se le agrega que cuando uno abre la revista encuentra muchas más fotografías de esa persona en distintas actividades o momentos de su vida, se confirma que aquel trabajo no ha sido producto de un disparo circunstancial de un fotógrafo piola, sino que es el resultado de un trabajo concienzudo, muy profesional y sin dudarlo con un alto costo en dólar-pesos.


¿Qué pasó?

    En el caso de la revista Noticias no podemos dejar de lado la trayectoria de su director-propietario quien merece el respeto de todos y cada uno de sus colegas por experiencia y profesionalismo, pero aquí debemos
hacer abstracción de estas cuestiones para ir a lo puntual que es la publicación de las fotografías que dicen ser los que en realidad no son y este si es un hecho fáctico.
    En esta oportunidad no podemos menos que intuir lo que pasó porque en realidad no sabemos y carecemos de elementos para abrir juicio al respecto, pero teniendo en cuenta lo que he expresado anteriormente digamos que existen algunos indicios sobre los que se pueden hipotetizar:

a)     Compraron el material a fuentes de baja confiabilidad.

b)     Ingresado el material no se procesó su grado de veracidad.

c)     Fallaron los controles o filtros internos.

d)     Fueron objeto de una operación para desprestigiar el medio

a)     Generalmente el material fotográfico o se encarga a reporteros propios o se compra. En este último caso normalmente existen proveedores calificados y de confianza. Cuando se debe recurrir a fuentes menos chequeadas o el material llega "por otras vías" pueden suceder cosas como esta.

b)     Una foto si bien no es como una información que se puede chequear "in situ" dado que es una instantánea, un momento, un segundo en que el sujeto estuvo y ya no está; hay mecanismos para corroborar si al menos ese sujeto completó el circuito que se muestra en los fotogramas, si estuvo donde el fotógrafo dijo que lo vio y si los elementos alternativos o secundarios que aparecen en la toma (autos, funcionarios, personajes secundarios, acontecimiento que se muestra etc) están relacionados con el sujeto y el momento. De esta comprobación uno parte para ajustar el grado de veracidad del trabajo recibido y minimizar los errores de publicación.

c)     Indudablemente este punto está relacionado con el b) y además quienes tienen la responsabilidad de verificar suelen basarse en las cuestiones que tienen a mano y cabe recordar que en este caso puntualmente Máximo, el hijo del presidente, vive fuera del ámbito en que se manejan los periodistas de ese medio. Lo lógico habría sido que alguien (del lugar) con mayor conocimiento fisonómico del muchacho hubiera sido consultado previamente. Si éste dudara lo mejor era abstenerse de darle difusión.

d)     Cuando uno entra en el campo de la especulación todo vale. Y no es de malpensados intuir que la revista Noticias fue producto de una maniobra que apuntó al corazón de Fontevecchia para destruír sus argumentos en plena campaña.

    Existen elementos asombrosamente llamativos como:

a.     Que la persona que se muestra allí no sea Máximo Kirchner.

b.     Que aunque tenga ciertos rasgos parecidos cualquiera que conoce al hijo del presidente se da cuenta que el de la foto es más grande físicamente, tiene más edad y aunque el peinado se asemeja y han "cuidado" tomarle la fotografía de frente para "achatar" de alguna manera los rasgos que hubieran definido más la cara permitiendo una identificación inmediata, no era suficientemente creíble como para construir con esa foto una tapa.

c.     Que el vehículo que se menciona y aparece en la toma fotográfica no es de propiedad de Máximo Kirchner.

d.     Que la persona de la fotografía sea el señor Marcelo Martínez Casas

e.     Que el Dr Martínez Casas sea una persona vinculada al medio de Hadad/Moneta, donde se desempeña desde 2004 como Gerente de Asuntos Legales de Canal 9.

f.       Que el medio hoy reciba un fuerte respaldo por parte del gobierno

g.     Que el señor Casas haya sido identificado tan rápidamente a horas de publicarse la revista.

h.     Que el primer y único medio que disparó la noticia con datos precisos haya sido Infobae.

    Nadie puede hacer otra cosa que especular sobre lo que pasó, la respuesta la tiene el propio Fontevecchia propietario de una de las cinco publicaciones con mayor tiradas en el mundo según se dice. No es poco y creo personalmente que por la alta credibilidad que tiene el medio todo esto merece una explicación.

Rubén Lasagno
www.opisantacruz.com.ar