A poco menos de dos meses del cierre del plazo para presentar candidaturas el PJ bonaerense entró en estado de agitación entre el kirchnerismo que salió a presionar para acordar una lista de unidad y el sector de renovadores encabezado por Florencio Randazzo que insiste en reclamar competencia en primarias.
De un paneo general se desprende que más sectores buscan encaminar una única nómina para competir en el principal distrito del país, pero Randazzo insiste en dar la pulseada interna.
Así quedó en evidencia en las últimas horas con múltiples reuniones entre los distintos actores y durante un plenario encabezado por el exministro del Interior, en el que reclamó "generosidad y cesión de protagonismo" a sus rivales internos.
No obstante, Máximo Kirchner, líder de La Cámpora, salió a jugar fuerte al reunir a un grupo de intendentes bonaerenses en la casa del diputado Juan Cabandié.
Estuvieron los jefes comunales más cercanos al kirchnerismo, afiliados a distintas tribus, y participó Martín Insaurralde de Lomas de Zamora, quien durante un año formó parte del Grupo Esmeralda que impulsó a Randazzo y luego tomó distancia.
Insaurralde también se había reunido este martes con Daniel Scioli en Lomas y luego del encuentro organizado por Máximo Kirchner almorzó en el Hotel Madero con el propio Randazzo.
El alcalde de Lomas quiere tener protagonismo en estas elecciones para encumbrarse como candidato a gobernador en 2019 y está atento a las encuestas que indican que Cristina Kirchner mide muy bien en toda la tercera sección electoral y especialmente en su distrito, por lo cual sería poco inteligente pararse enfrente.