El día 3 de noviembre de 2005, en horas de la mañana, tuve un accidente "provocado" muy serio. Fui "inducido" a abandonar la ruta 2 para ir a parar dentro de un zanjón luego de dar dos vueltas y quedar en el agua de la zanja hasta las rodillas.
Esto me da la pauta de que las mafias están muy molestas y que, si bien esta vez fallaron, es sólo porque dios quiere que siga esta lucha por milagro.
También porque me tomaron desprevenido, jamás desconfié de la ruta, pero bueno... esto me obliga a no darles otra oportunidad y comenzaré -a partir de la fecha- a llevar mi pistola Astra bajo el brazo por las dudas.
Este "ataque" es mafioso y cobarde como todas las basuras que denuncio, carentes de honor y de códigos, pero me dio la oportunidad de conocer a seres maravillosos que luchan denodadamente por el prójimo a cambio de monedas. El equipo médico de Melchor Romero, por caso, además de ser el nosocomio psiquiátrico más importante de Sud America tiene un área hospitalaria de primerísimo nivel profesional y humano.
Yo llegué en estado de shock y me atendieron maravillosamente, y es por eso que estoy sin un rasguño escribiéndoles esto.
Luego les contaré las miserias que padecen por parte del Estado de Felipe Solá los profesionales del hospital y les contaré cómo es la atención de la empresa de traslado de vehículos siniestrados Vazquez SA y qué hay detrás de ella.
Realmente hoy nací de nuevo. A mis amigos que se enteraron por las noticias, tranquilidad ya que estoy muy bien.
A mis enemigos les recuerdo que ahora seré mas atento y más peligroso para ellos porque: No perdono ni olvido - yo no me rindo.