Esta semana han sucedido muchas cosas, pero podríamos destacar dos de las más importantes, ya que fueron las que marcaron la agenda de los últimos días. Primero, el elocuente papelón de los medios de comunicación que, en consonancia con el Gobierno, aseguraron que se había descubierto al supuesto conductor suicida que impactó contra el edificio de la AMIA el 18 de julio de 1994.
    Luego, la vergonzosa sesión de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires del jueves/viernes pasado, donde los familiares de las víctimas de la masacre de República Cromagnon y los legisladores porteños se disputaron el premio mayor a la desidia irracional.
    Vayamos por partes. Primero fue la noticia aparecida esta semana en los medios más importantes del país y que dio cuenta de que el libanés Ibrahim Hussein Berro "ha sido identificado como el autor material del atentado contra la AMIA". Lo antedicho demostró la poca seriedad del periodismo vernáculo "berreta" -que abunda en estos lares- que no ha sabido desarrollar a través del tiempo una buena investigación sobre un tema tan sensible como es el atentado a la mutual judía del año 94.
    El invento del libanés suicida ya había sido instalado hace unos años por el -poco serio- periodista de diario Clarín, Daniel Santoro (seguramente no ha sido de manera desinteresada, al igual que su colega "delictivo" Raúl Kollman), pero es evidente que ahora se hizo necesario reflotar este tema como gesto de avance por parte del Gobierno en medio de la visita al país de algunos miembros del influyente Congreso Judío Mundial.
    Si hubieran investigado lo mínimo necesario, los operadores de siempre habrían sabido que la confirmación de la identidad del suicida por parte de la testigo Nicolasa Romero (uno de los puntos esgrimidos como prueba concluyente por el Gobierno), era un punto demasiado poco creíble. Hace años Nicolasa admitió que había asegurado ver el paso de la Traffic por presión de sus propios jefes de la Policía Federal ¿Cómo es posible que esta mujer haya pasado de "arrepentida" a "testigo estrella"? ¿Nadie tiene memoria acaso?
    Como si esto no fuera suficiente para tirar abajo la mentira oficial, Abbas Hussein Berro, hermano del "conductor suicida"-, desmintió que su hermano Ibrahim haya sido el autor material del atentado contra la AMIA, ya que -aseguró- Ibrahim "murió en el sur de Libano luchando por la liberación de su país (...) el Gobierno de Líbano lo reconoció, salió publicado en los diarios libaneses y hasta los argentinos que me contactaron lo sabían".
    Fuera de la opereta del Gobierno y los medios oficialistas de siempre, se ha probado sobradamente que no hubo ninguna Traffic Bomba en la puerta de la AMIA en la mañana que estalló. Entre otras pruebas, hay una docena de testimonios directos que lo demuestran. 
    “No Traffic. Ahí no existió Traffic. Estaba allí, mirando hacia la AMIA”, afirmó oportunamente el sobreviviente Daniel Joffe. “No pudo existir ninguna Traffic, pues cuando estaba hablando con el portero, y me cruzo con el escobillón y la pala, vi que sólo estaba el volquete. Me fijo bien en dirección del tráfico, que va de Corrientes hacia Córdoba, y me llamó la atención que no había nada”, relató también el barrendero Juan Carlos Alvarez, otro superviviente que brindó un testimonio revelador. 
    “Me toman declaración después de una semana. Me preguntan si yo había visto una camioneta Traffic blanca. Y les dije que no había visto ninguna”, relató Silvia Castillo, otra sobreviviente que el 18 de julio del 94 era empleada del bar Kaoba.“Yo estaba mirando justo hacia la AMIA, porque ése era mi frente. Insistentemente me preguntaban, el día en que fui a dar testimonio, si había visto a la Traffic. Y en verdad, yo no puedo decir que sí”, coincidió Adriana Mena, en ese día fatal empleada de la imprenta Chiesa y Galárraga. Los relatos mencionados son más que elocuentes, por lo que no hay manera de mantener en pie lo dicho esta semana por el kirchnerismo -y armado por el incombustible fiscal Alberto Nissman, quien tiene en su haber todo un historial de papelones(1)- respecto al conductor suicida. 
    Respecto al papel del Gobierno, es la segunda vez que queda mal parado en el tema AMIA. Recordemos si no, la célebre reunión del presidente Néstor Kirchner con integrantes de mutual israelita e integrantes del Congreso Judío Mundial, en la que aseguró que se habían hallado los famosos 66 casetes de escuchas telefónicas que el defenestrado juez Juan José Galeano había cajoneado. La versión se volatilizaría al día siguiente, pues el gobierno salió a desmentir el martes lo que había declarado el lunes.

    
Cromagnon, paredón y después

    El jueves por la noche se dio uno de los incidentes más vergonzosos de la historia política reciente, cuando un grupo de legisladores y algunos familiares de las victimas de Cromagnon se pusieron de acuerdo, cada uno a su manera, para permitir la impunidad de Aníbal Ibarra respecto a un eventual juicio político en su contra.
    En la sesión del jueves pasado, 45 diputados de la Sala Acusadora debían definir si se iniciaba o no la acción contra el jefe de Gobierno porteño por mal desempeño, pero jamás pudo avanzarse en el tema por la desvergonzada desidia de algunos legisladores y la violencia de un grupo de enojados familiares. 
    Así lo contó diario La Nación: "había pasado a un cuarto intermedio luego de que los familiares de las víctimas de Cromagnon presentes en el recinto impidieran con cánticos y reclamos de justicia el desarrollo del debate, cuando los legisladores estaban a punto de votar y faltaba apenas una voluntad para las 30 que exige el pase del trámite a la Sala Juzgadora. 
    El malestar se había ido cocinando a fuego lento durante las seis horas que duró la sesión, que se desarrolló con 41 legisladores presentes. Entre los presentes, los familiares pronto detectaron la ausencia del kirchnerista Juan 'Chango' Farías Gómez, que hasta el día anterior había expresado su solidaridad con los parientes y les había asegurado que apoyaría el juicio político. En su bloque también sabían que "se iba a cortar solo" y que sumaría el voto número 30 necesario para suspender a Ibarra y elevar el trámite a la Sala Juzgadora. 
    El rumor corrió rápido. Luego de una reunión mantenida por la bancada del Frente para la Victoria por la mañana en un lujoso hotel de la Recoleta, desde las altas esferas del partido habían exigido al legislador que no acudiera a la sesión. 
    Las presiones a Farías Gómez fueron confirmadas a LA NACION por varios operadores del kirchnerismo. Y hubiera sido el voto número 30, ante la adhesión al juicio político expresada por la zamorista Noemí Oliveto y por el hasta anteayer macrista e inminete kirchnerista Eduardo Lorenzo Borocotó. 
    Tampoco participaron del debate el radical Roberto Vázquez, el socialista Roy Cortina y Mirta Onega, diputada de un bloque unipersonal". 
    Mañana lunes se sabrá como termina este tema, aunque se comenta que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, estuvo todo el día de ayer (y estará todo el día de hoy) dando instrucciones -desde El Calafate, donde acompaña al matrimonio presidencial- a los legisladores del Frente para la Victoria a efectos de que preserven a Ibarra de la próxima embestida. Recordemos que Aníbal es hermano de Vilma Ibarra, amante de Alberto Fernández. Eso también pesa.
    Con los legisladores no oficialistas, el jefe de Gabinete negocia en estas horas la posibilidad de otorgarles sendos cargos políticos de peso en caso de que logren que Ibarra no sea suspendido. Según reza diario Perfil en el día de la fecha, los diputados tentados en estas horas son: Alicia Caruso y Sandra Dosh (Frente Grande), Mónica Bianchi (FV), Jorge Giorno (Partido de la Ciudad) y Claudio Ferreño.
    Por otro lado, si bien la gran responsabilidad de lo sucedido el jueves/viernes es de los legisladores, los familiares de las víctimas tampoco están exentos de culpa. Los destrozos realizados al recinto de la Legislatura no tienen justificación alguna. Algunos especulan en estas horas que lo sucedido fue intencional para victimizar a Ibarra y dar una excusa a la política para actuar de manera irresponsable.
    El señalado en esta maniobra es el incombustible abogado José Antonio Iglesias, señalado oportunamente por este medio por su oscuro pasado judicial. Iglesias, padre de uno de los chicos fallecidos en Cromagnon, ha sido uno de los que incitó a que los familiares destrozaran todo.
    Horas después, declaró a los medios algo que sonó a peligrosa extorsión y que da una interesante coartada al oficialismo: "Ya lo llamé a Aníbal Fernández para avisarle que vamos a incendiar a Alberto Fernández y, ahora, también al Presidente".
    Mientras los familiares de las victimas no se despeguen de personajes como Iglesias y no se decidan a actuar de manera menos violenta, estarán ayudando a estancar el "reparto" de responsabilidades políticas de los funcionarios porteños.


Santo reto

    Otro de los temas clave de la semana tiene que ver con el duro documento dado a conocer por el episcopado en el día de ayer (La Doctrina Social de la Iglesia: Una luz para reconstruir la Nación), que levanta en peso al Gobierno por las desigualdades de siempre.
   “Existen muchas situaciones y formas de pobreza debidas a distintas causas: naturales (una catástrofe), estructurales (una ley económica injusta), espirituales o morales (ser avaro, pedigüeño), culturales (incapacidad para cultivar los dones recibidos de Dios y proveer así al propio sustento). Varias de estas formas de pobreza tienen como consecuencia que el hombre no pueda apropiarse de la parte de los bienes que le corresponde para su desarrollo integral. Y, por tanto, si no se las superase, podría multiplicarse aún más el número de los que ya están sumidos en la pobreza, provocando un daño irreparable para ellos y un gran detrimento para todos.
   Hay una forma de insolidaridad preocupante: el crecimiento escandaloso de la desigualdad en la distribución de los ingresos. Una sociedad en la que faltase la equidad social correría serio peligro de dejar de ser solidaria.
   Otra forma de insolidaridad es el debilitamiento de la cultura del trabajo en muchos que gozan de él. Trabajo mal hecho, a desgano, sin ansias de perfeccionarse. El trabajo es un servicio a la comunidad, que da derecho a comer de él.
   Preocupa, también, la reiteración de reclamos no atendidos y de huelgas desproporcionadas, que no reparan en las injustas consecuencias sufridas por los más débiles: niños, ancianos, enfermos, trabajadores.
   En una sociedad donde crece la marginación no serían de extrañar manifestaciones violentas por parte de sectores excluidos del mundo del trabajo, que podrían degenerar en peligrosos enfrentamientos sociales”.
    Este documento emitido por la Iglesia Católica, impresiona por la contundencia con que ilustra la situación social actual. Más allá de cualquier especulación teórica que se puede hacer al respecto, conviene recurrir a la Historia para echar más luz. Relata una anécdota que el rey de Aragón Fernando el católico, y el último rey moro de Granada, Boabdil, cultivaban una profusa amistad. Noches antes de la toma de la ciudad por el primero, el segundo recibió una carta que finalizaba así:“Quedo libre de los compromisos que habíamos asumido con anterioridad. El que avisa, no es traidor”.
    Mientras tanto, Kirchner y su esposa se encuentran de viaje en El Calafate, tratando de alejarse del tirón de orejas de la Iglesia. Lo que nadie puede responder a ciencia cierta es de dónde han salido los fondos para semejante travesía. Una fuente destacada de este periódico reflejó hace unos días sus dudas a quienes escriben este artículo: "El Boeing 757 de Fuerza Aérea Argentina Tango 01, llegó a Río Gallegos el jueves. De allí bajaron pocos funcionarios -amén del matrimonio- y voló a El Calafate. Pero volvió en seguida a Gallegos, por lo que no cabe duda que volverá a Calafate y de allí a Buenos Aires entre el sábado y el domingo. 
    Entre Calafate y Gallegos hay una distancia de 380 km (Bs. As.-Tandil) aproximadamente. Tres preguntas: ¿Para qué volvió el avión a Gallegos? ¿Cuánto sale mover el aparato, el sólo moverlo? ¿Por qué la Fuerza Aérea, responsable de la aeronave, no da cuentas de los movimientos, costos y gastos del mismo?".
    Preguntas sin respuestas.

Christian Sanz y Fernando Paolella

(1) El papelón más famoso de Nissman -kirchnerista declarado- se dio cuando pidió la detención de 14 iraníes que nada tenían que ver con la causa AMIA.