Ante el avance de la denominada “Ley de talles grandes” -Disposición 478- de la Dirección Provincial de Comercio, que obliga a los comercios de ropa de la Provincia de Buenos Aires a tener un stock de todas las medidas de las prendas para chicas jóvenes –medidas antropométricas-, en los modelos que ofrecen al publico, la Cámara Argentina de la Indumentaria, presentó ante la Corte Suprema de la Nación un pedido de inconstitucionalidad de esa norma aprobada hace 5 años por la legislatura provincial, como asimismo la presentación de un recurso de amparo, a fin de que haya una decisión judicial antes de fines de diciembre cuando la normativa entre en vigencia.

Esta ley trajo aparejadas grandes polémicas entre los gremios textiles, que se resisten a cumplirla con argumentos en los cuales alegan “la vulneración del libre ejercicio del comercio y la industria”....

Cuando se presentó el proyecto de ley, se pretendió proteger un derecho y terminar con las discriminaciones y el "snobismo" de que el "estar flaca" es sinónimo de belleza y de moda. Por otra parte, las adolescentes gorditas no pueden conseguir talles y las confecciones son sólo para las delgadas, lo cual implica una odisea salir a comprar ropa y no sentirse discriminada.

Con esta norma también se restringe a las empresas radicadas en Buenos Aires para que utilicen en stock todas las medidas en la confección de prendas. También se ha determinado que en estas fiestas navideñas, las "pilcherías", boutiques y locales que vendan prendas para mujeres adolescentes, están obligadas a ofrecer todas las medidas de los modelos en exposición, existiendo al mismo tiempo una resolución de la Dirección de Comercio de la Provincia de Buenos Aires que estableció algunas pautas: para pantalones, un máximo de 60 y 80 centímetros de cintura, para las camisas o remeras, tendrán que medir entre 62 y 102 centímetros de contorno de busto, y las polleras estarán hechas con 59 centímetros de largo en el talle 38 y hasta 64 centímetros para el talle 48.

Con esta ley se protege a las jóvenes adolescentes que padezcan enfermedades sociales graves como Bulimia y Anorexia, que pueden conducir a la muerte, todo ello de acuerdo a lo expresado por ALUBA -Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia-. En el mismo sentido, se trata de evitar que las mujeres sufran cada vez que tienen que ir a comprarse ropa, ya sea por no existir el talle que precisan o porque deben concurrir a lugares especiales –que no están de acuerdo a los dictados de la moda-, donde terminan colocando a la adolescente en la disyuntiva de sentirse diferente, gorda y discriminada.

Las sanciones que esta ley establece consisten en la aplicación de una multa de $ 100 a 10.000 en casos de incumplimientos reiterados o bien en la clausura de hasta 5 días del establecimiento fabril o local comercial.

El director ejecutivo de la Cámara de la Indumentaria –Héctor Kolodny-esgrimió para un medio local escrito que “....El estado no puede decidir que productos debemos tener en las estanterías y que existen casas de ropas especializadas en indumentarias de dimensiones grandes".

Lo cierto es que esta ley ya ha provocado reacciones encontradas y adversas frente a la fecha límite fijada por el gobierno -22 de diciembre-, en el que los inspectores de la Dirección de Comercio realizarán los operativos de control, en los que aplicarán multas y clausuras pertinentes en locales que no tengan en los percheros todas las medidas: S, M, L y XL.

Sólo resta esperar un par de semanas para observar los resultados del cumplimiento de esta ley que enfrenta a la "dictadura del talle" existente en una sociedad consumista y elitista, en la que las jóvenes deben convertirse en Barbies, que sólo pueden ser flacas, altas, elegantes y rubias.

Una sociedad en la que no hay lugar para las gorditas (o "bien formadas" como son las mujeres latinas). Sobre todo las argentinas que son célebres en estar "bien formadas" y que tan bien caracterizó "Divito": con cinturas de avispas y contornos generosos.