Nuevamente la realidad nos golpea frente a las cifras que se dieron a
publicidad por parte del ministro de
Trabajo Carlos Tomada, al reconocer que
el trabajo infantil es una triste
realidad en este país sudamericano,
donde trabajan un millón y medio de menores – conforme estadísticas
recientes-en ámbitos urbanos y rurales.
Estas declaraciones las efectuó
dentro del marco de la celebración del
II Encuentro Nacional de
Comisiones Provinciales para la Prevención y Erradicación del Trabajo
Infantil (COPRETIS), realizado en la sede del Ministerio de Trabajo en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Dicha
cifra es reveladora del flagelo que implica la explotación infantil. Sin
embargo, los organismos de derechos humanos estiman
que la misma supera los dos millones de menores, sin contar las peores
formas de trabajo infantil
-conforme lo establece la Organizaciòn Internacional del Trabajo–
como lo es la explotación sexual comercial.
El tipo de trabajo que realizan los chicos se basa
en: la venta ambulante en la vía
publica, el reparto de estampitas
en los medios de transporte –colectivos y subtes-, malabarismo en
avenidas importantes de la ciudad, limpieza
de parabrisas de los autos o apertura de bolsas de residuo junto con sus
padres a efectos de recolectar todo
aquello que se pueda vender.
Por su parte, el trabajo rural consiste
en trabajar en la recolección de azúcar-en provincias como Tucumán-
o bien -acompañando a sus padres- en la cosecha de algodón o yerba mate
–Formosa y Chaco-. Estos trabajos los realizan desde temprana edad en
condiciones insalubres,
realizando cargas pesadas, jornadas laborales extensas,
que provocan stress físico y psicológico,
reñidas con las condiciones normales de desarrollo y
normal crecimiento para su
futuro. De esta forma se los priva de tener una infancia y niñez
con etapas normales para cada edad estudiando
y jugando en ambientes familiares y sociales sanos
y normales.
Como finalidad primordial del encuentro (COPRETIS) el
ministro determino que el “...propósito del Encuentro fue presentar y
debatir los lineamientos y
objetivos del plan elaborado por la
Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil
y articular las propuestas federales
relacionadas con esta problemática y el compromiso de que todo lo que se ha
planteado se haga realidad, tenga
reconocimiento legislativo y sea la
base y el fundamento de nuestra
acción sistemática junto con
el resto de los ministerios y secretarias involucrados...”
Sólo
resta esperar que estos compromisos por luchar y erradicar el flagelo que
implica el trabajo infantil se haga realidad y no quede en importantes y lúcidos
discursos que cierran un encuentro de estas características
mientras las cifras aumentan
Como dice Ricardo Montaner: "Y
en una calle de América
se duerme frío lento un corazón, jugando a la rayuela con su vida se
pierde a diario algún hijo del
sol.
Paciencia soldadito de hojalata, que mañana sonreirás hijo del sol”.
Graciela
Catalán Álvarez