Los cultivos de soja argentinos, en especial en la región núcleo productiva, se encuentran en peligro por el marcado déficit hídrico y la Bolsa de Cereales porteña ya redujo las previsiones de producción en tres millones de toneladas de 54 a 51 millones para la actual campaña 2017-2018.
Una recorrida a lo largo de 200 kilómetros de la Ruta Nacional 8 que, atravesó ejidos rurales de localidades bonaerenses como San Antonio de Areco, Capitán Sarmiento, Arrecifes y Pergamino, permitió comprobar a la agencia Noticias Argentinas que muchas plantas de soja se encuentran en punto de marchitez permanente.
Eso significa que aunque llegue la ansiada lluvia, ya no se recuperarán, también se vio que la soja de segunda se está secando. Otra particularidad de este contexto de sequía que pudo verificarse es el avance de malezas, porque los productores no aplican herbicidas para combatirlas dado que no existe humedad suficiente para que sean efectivos. Lo mismo sucede con los fertilizantes e insecticidas.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en su último Informe Semanal Zona Núcleo, dijo que es "tiempo crítico para la soja, la falta de agua pone en jaque el 65% de la región".
Se trata de un área que comprende parte de Santa Fe, de Córdoba y el norte de la provincia de Buenos Aires. "La oleaginosa de primera está muy desmejorada en su momento de definición. Subió a un 20% la condición regular y el 45% bueno está muy próximo a descender si no recibe el auxilio urgente de las lluvias", sostuvo GEA.
En tanto, el especialista en agro-clima, José Luis Aiello prevé que recién las precipitaciones para la región llegarán en la segunda quincena de febrero. Será tarde para muchos cultivos de soja.
Ocurre que en el momento más crítico de la soja se ha instalado un importante centro de alta presión en el centro-este del país, por lo que habrá escasez de precipitaciones en toda la porción central del país, y en particular sobre la región GEA: Además, las marcas térmicas treparán por encima de los niveles normales.
Los núcleos de tormentas siguen instalados en el norte del país. La soja de primera en sólo el 35% de la región núcleo está entre muy buena y excelentes condiciones. Los mejores cuadros en general se corresponden con la zona más privilegiada, la del centro sur de Santa Fe y una parte del oeste cordobés.
Allí, las lluvias fueron más frecuentes, modestas o escasas, pero semana tras semana estuvieron presentes. En el resto de la región, ya sin agua desde hace tiempo y en condiciones muy exigentes, se comenzó a notar mucho la sequía, aseguran los técnicos de GEA.
El marchitamiento, las pérdidas de vainas, flores y hojas han recrudecido y el 45% de la soja si bien está en condiciones buenas, se ha desmejorado de forma importante. Los ingenieros agrónomos que están en las zonas más afectadas de Buenos Aires, ante este panorama, alertan que si en los próximos 15 días no llueve, los rendimientos podrían caer a los niveles de las campañas del 2008-2009 y 2011-2012, que en los mínimos no llegaron ni a los dos mil kilos por hectárea.
Por su parte, el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa porteña consideró que "gran parte del área implantada" con soja "transita etapas críticas para la generación de rendimiento, sufriendo condiciones adversas en diferentes sectores del país".
Los especialistas señalaron que el 34,6 % de los lotes de soja se encuentra con una condición del cultivo de regular-mala y un 53 % con una condición hídrica de regular a sequía; mientras que el 31,5 % de los cuadros ya transita etapas de definición de rendimiento (R3-R6).
"Las perspectivas climáticas a corto plazo no prevén alivio efectivo en zonas comprometidas por estrés hídrico y es por ello que la proyección de producción para la campaña en curso se reduce a 51 millones de toneladas, una caída de -5,5 % en relación a la proyección publicada a finales de septiembre del 2017 de 54 millones de toneladas", afirmaron.
La sequía y su relación con la soja colocó al Mercado Internacional de Chicago en situación de volatilidad lo que se traslada al ámbito local. Así, en el recinto de la Bolsa rosarina la cotización de la oleaginosa ya trepó hasta alcanzar los 5.600 pesos en una jornada ante la amenaza de escasez de soja en el presente ciclo.
Se supone que esta situación pega en la oferta MUNDIAL, por lo que afectaría los precios a la suba, por lo que aquellos que puedan cultivar y cosechar, zafarían. Tiempo atrás se hablaba del SEGURO AGRARIO para cubrir este tipo de incidentes. Que los productores puedan al menos, recuperar ALGO para el laboreo de la campaña venidera.