Hace pocas horas se dio a conocer que el ministro de Finanzas, Luis Caputo, era accionista de dos empresas offshore que funcionaban en paraísos fiscales. Entre agosto de 2009 y julio de 2015 fue el principal accionista de la sociedad Princess International Group, radicada en las Islas Caimán.

También se supo que la participación de Caputo en Princess International Group no era únicamente accionaria, a través de esta compañía, el ministro en cuestión, era dueño de entre el 50 y el 74 por ciento de otra offshore de nombre Affinis Partners II, también radicada en Caimán y dueña de Noctuna, la gerenciadora de fondos de inversión  radicada en Delaware y Miami.

Aunque la nómina de clientes que registran actividades en paraísos fiscales es extensa, entre otros personajes de relevancia se encuentran el ex secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, el dueño de El Cronista y accionista minoritario de América TV, Francisco De Narváez, el socio del ultrakirchnerista Sergio Szpolski, Matías Garfunkel, y la lista puede seguir hasta el hartazgo juntando figuras conocidas de cualquier ámbito popular y desconocidos para el común denominador de la sociedad.

Existe una incógnita que se puede apreciar casi constantemente: ¿Qué pasaría si estas compañías empezaran a pagar los impuestos pertinentes?

Argentina, cada año, pierde entre 21 y 24 mil millones de dólares sobre la base de los impuestos que dejan de pagar estas compañías que operan en nuestro país pero que toman la decisión de radicarse en paraísos fiscales.

Estas elevadas cifras equivalen a entre 4 y 5 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), según supo explicar en un informe la Universidad de las Naciones Unidas por medo de su Instituto Mundial para Investigación sobre Desarrollo Económico.

Al cambio de hoy, el Gobierno contaría con entre 420 mil millones  y 480 mil millones de pesos extra, con lo que se podría pagar el saneamiento íntegro del sistema previsional, eliminar el agujero entre contribuciones al sistema y prestaciones que se pagan, garantizar el 82% móvil para todos los jubilados y aun así quedaría un sobrante importante.

Argentina se encuentra en el 8vo lugar entre los 145 países incluidos en la medición, para el año 2013, dejó de recaudar 24.710 millones de dólares, el equivalente al 5,1% del PBI, aunque según los números del Fondo Monetario Internacional (FMI) estos números bajan a 21.410 millones de dólares, el equivalente al 4,42% del PBI.

De llegar al sistema los 4,4% del PBI que no abonan las empresas offshore, podría cubrirse el 2,8% del déficit entre contribuciones cobradas y jubilaciones  pagadas.

Más claramente, si se sumaran los 420 mil millones de pesos anuales que se esquivan, sumados a los 1,05 billones que tiene pensado recaudar el Anses, se cubrirían todos los pagos a beneficiarios sin necesidad de ajustar la movilidad y con la importante sobra de dinero podría cubrirse el saldo necesario para garantizar el 82% móvil.