El juez federal Jorge Ballestero sobreseyó al periodista Juan Gasparini, querellado por el ex senador José Genoud, quien alegó calumnias e injurias a raíz de revelaciones que lo incriminaban en las coimas del Senado, recogidas en el libro LA INJUSTICIA FEDERAL, aparecido en el pasado mes de abril, que publicara la editorial Edhasa.
    En esa investigación periodística aparecían los indicios sobre la abultada fortuna actual de Genoud, quien antes de ingresar en la función pública en 1983 carecía de bienes, siendo ahora propietario de una casa en Mendoza, un campo en San Luis y un apartamento en Buenos Aires, amen de caballos de carrera e inversiones, agrupados desde el 2003 en la sociedad familiar “Coirones”.
    El libro destapa también el vergonzoso proyecto secreto de Genoud, de lavar su imagen a través de la Unión Interparlamentaria en su asamblea del 2000 de Jordania, impulsando pocos días después de haber sido coimeado, la adopción de una resolución que alentara a los diputados y senadores de todo el mundo, a luchar contra el blanqueo de dinero y la corrupción.
    Presidente Provisional del Senado cuando se pagaron los sobornos por la Reforma Laboral del 2000, José Genoud fue procesado en el pasado mes de agosto por el juez Daniel Rafecas, quien lo acusa de cohecho, en virtud de haber cobrado al menos 700 mil dólares de los 5 millones de dólares que la SIDE destinó para comprar los votos de los senadores en este escándalo.
    Cabe recordar que LA INJUSTICIA FEDERAL desnuda el mecanismo de administración de los fondos reservados en el pasado reciente, que ha convertido a la SIDE en un banco del gobierno de turno para reciclar dinero y corromper a funcionarios, testigos, periodistas y legisladores, y financiar irregularmente campañas políticas.
    La decisión del juez Ballestero no fue recurrida por la defensa de Genoud, y obedeció, fundamentalmente, a que Genoud jamás aportó pruebas ni instó el proceso en procura de demostrar que Gasparini lo hubiera calumniado y/o injuriado, siendo archivada la querella, tramite en el que el periodista Gasparini fue defendido por el abogado Mateo Corvo Dolcet.