Esta vez Corea del Norte no envío ningún misil con destino a los EEUU, sino una intención de reunirse los próximos días en Pyongyang. Sería la primera vez que los más altos representantes de estos países se reúnen. De esa manera, Trump le concede a Kim una importancia de la que nunca antes había gozado.
Es, sin dudas, una jugada arriesgada, que rompe con una larga tradición de evitar que Corea del Norte apareciera ante la Comunidad Internacional en pie de igualdad con Estados Unidos. No sabemos a ciencia cierta si Trump tiene ciertas garantías del resultado de la reunión que nosotros podamos no conocer. Pero si la reunión no resultara fructífera, EEUU habría quedado en ridículo, concediéndolo gratuitamente a un país díscolo, agresivo e irracional, como Corea del Norte, un nivel de legitimidad sin precedentes. Aunque claro que, si la reunión llegara a dar frutos, Trump quedaría como el presidente que, finalmente, y en muy poco tiempo, logró ponerle fin a un largo y complejo problema, que lleva más de medio siglo sin aparente solución posible.
El tema de la reunión sería, según los portavoces coreanos, la desnuclearización de la península. Para Estados Unidos, deberían cesar de inmediato los ensayos misilísticos de largo y mediano alcance que Corea del Norte viene perpetrando. Si bien los mismos no resultan exitosos por el momento, en caso de que avanzaran satisfactoriamente, serían una gran amenaza, no sólo para Estados Unidos, sino también para todos sus aliados en la región.
Corea del Norte, por su parte, exigiría que cesen de inmediato las severas sanciones económicas que padece. Estados Unidos ya adelantó que no hará cesar de inmediato estas acciones, y menos aun las que tienen por objeto la limitación de provisiones de elementos sensibles para el desarrollo nuclear.
En cuanto a sus posiciones, Corea le podría solicitar que, a su vez, los Estados Unidos no posean armas nucleares en la zona, es decir, en sus bases en Corea del Sur, Guam y Japón, así como el retiro de los 20.000 militares que actualmente posee en Corea del Sur. Esta última nos parece absolutamente inadmisible porque, si tomamos en cuenta la Guerra de Corea (1950-1953), cuando se retiraron los norteamericanos, el ejército del Norte, netamente superior al del Sur, arroyó a su enemigo y llegó a ocupar su capital, Seúl. No parece factible que los surcoreanos, fuertes y exitosos aliados de Estados Unidos, deban pasar a vivir bajo la amenaza latente constante de una invasión por parte de la militarista y totalitaria Corea del Norte.
En definitiva, la jugada de Trump es arriesgada al aceptar reunirse con el polémico e implacable dictador Kim Jong Un. Las negociaciones van a ser difíciles. En el mejor de los casos, podría pactarse la desnuclearización de la península coreana, pero esto sería más favorable a China que a Corea del Norte, a no ser que este último país esté sintiendo el peso del aislamiento internacional y haya decidido congraciarse con su mayor aliado, China, país con el que en los últimos años las relaciones se habían enfriado por la falta de disciplina y de racionalidad de Kim.
Sin embargo, existen muchas posibilidades de que todo esto sea una de las tantas idas y venidas con las que Kim pretende mantener en vilo a la Comunidad Internacional para negociar desde una posición de poder y para presentar a Corea del Norte como un país importante, con peso propio por su arsenal nuclear. Si fuera así, es posible que Trump haya sencillamente mordido el anzuelo, empujado por un ego que lo llevó a creer que sus sanciones abrieron las puertas a una resolución rápida y definitiva de tan complejo y largo problema internacional.
Todo esto nos revela que la reunión de estas dos personas, algo imprevisibles, resulta harto compleja y de difíciles posibilidades de resultar exitosa. De todas maneras, la historia también demuestra que los hechos imprevistos suceden de vez en cuando en política.
Esperemos que, de algún modo, se hayan alineado los planetas para el fin del conflicto entre las dos Coreas pero, sobre todo, para el fin de uno de los totalitarismos más aberrantes de todos los tiempos, el de Corea del Norte, caracterizado por la pobreza extrema, hambrunas recurrentes, denuncias de canibalismo y continuas fugas de personas desesperadas, que buscan cruzar la frontera de su país para soñar con una vida mejor. Ojalá esto sea el puntapié inicial de un proceso de reunificación que les permita a los coreanos del Norte gozar de las libertades y las oportunidades de las que disfrutan sus connacionales del Sur.
No hay mayores riesgos... si Kim usa el encuentro solo para proyectarse y después se desdice de todo EEUU queda como los que buscaron la paz. La duda que tengo es si la desnuclearizacion de la península fue algo que se dijo puertas para adentro en Corea del Norte O NO. El tiempo dira, pero lo cierto es que Trump los apreto como nunca nadie antes... al limite de la presión económica y militar. Kim no quiere que su país sea borrado del mapa.
Es correcto el análisis que el ex diplomático realiza de acuerdo a los parámetros de PODER que representa EUA en el mundo, pero teniendo en cuenta el inédito perfil PERSONALISTA que tiene al impredecible Donald Trump como presidente de EUA, existe la percepcción que por ser un outsider de la política, existen mas "justificaciones" para cubrir eventuales yerros sin que afecte al "prestigio estadounidense". Está claro que Trump no le teme al ridiculo. Su comportamiento torpe en muchas acciones, no solo de política internacional sino de política interna que le ha servido para generar "una profunda grieta" en la sociedad Estadounidense. Trump, sería un émulo de "nuestro Don Julio Grondona" para quién "todo pasaba".
Estamos de acuerdo. Gracias por los comentarios. Muy interesantes. Es increible q kim haya generado esta tension alarmante cuando su pueblo solo quiere comer y vivir un poco mejor. Asimismo, es necesario reconocer q en lo interno la desocupacion de eeuu se ha reducido mucho y se han reactivado sectores de la econ norteamericana q habian caido. La suerte q tienen los de usa es q pueden expresarse libremente y cambiar de gob en las prox elecciones.