Al principio, Chris lo tomó como una broma, pero poco a poco el chiste dejó de tener gracia y se convirtió en sospecha, sobre todo cuando el lorito emitía ruidos extraños cada vez que escuchaba por televisión el nombre del amante de su mujer.
Hasta que un día Ziggy -como se llama el ave- logró imitar la voz de Suzy diciendo
"¡te amo, Gary! ¡Te amo, Gary!".
El secreto ya no se podía sostener más y Chris, un programador de computadoras de 30 años, enfrentó a su pareja con la que había vivido durante un año.
A Suzy no le quedó más remedio que confesar el romance que durante cuatro meses tenía con un compañero del trabajo.
El trauma fue tan grande para Chris que hasta regaló al lorito de ocho años porque no podía soportar escuchar el nombre del amante de su pareja del pico del animal.
"Lo quiero mucho (a Ziggy), y de verdad lo extraño, pero era una tortura escuchar el nombre de ese hombre una y otra vez".
Por su parte, Suzy, de 25 años, dijo que no se sentía orgullosa por lo que había hecho.
"Pero estoy segura de que Chris es el primero en admitir que teníamos problemas".
El lorito ya ha conseguido un nuevo hogar a través de una tienda de aves de la ciudad inglesa de Leeds.
Rolando Gabrielli
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