En el pasado mes de diciembre el Papa
Benedicto XVI pidió a todos los obispos del mundo no ordenar sacerdotes
homosexuales, a quienes considera no aptos para ejercer el sacerdocio. Mientras
el Sumo Pontífice exhortaba a cumplir con su decisión en torno al tema de los
sacerdotes homosexuales, la prensa italiana informaba que el propio Papa envío
al Brasil una comisión para investigar los escándalos sexuales que involucran
a unos 1.700 sacerdotes.
Y es que un grave escándalo de abuso sexual a niños y
adolescentes estalló en la Iglesia Católica del Brasil, el país que registra
más católicos en el mundo.
El caso se puso en el tapete luego que el períodico italiano
Corriere della Sera de Milán publicara una nota sobre los curas pedófilos.
Unos 40 sacerdotes estarían prófugos, otros escribieron diarios personales
contando lo realizado con los menores y unos pocos ya están en prisión.
Enterado de los hechos, el mismo Papa creó una comisión de
sacerdotes la cual ya se encuentra trabajando en el Brasil.
Denuncias que implican a Obispos
Una investigación realizada por la revista brasilera Istoé
(Esto Es) a la cual se refiere el diario italiano anteriormente mencionado,
sostiene que las denuncias por abusos sexuales realizadas por curas abarcan a
unos 1.700 religiosos, el 10% del total de los sacerdotes ordenados en ese país.
La misma investigación sostiene que el 50% de los curas no mantiene el voto de
castidad y la Iglesia Católica brasileña debió enviar a unos 200 clérigos a
clinícas psiquáitricas para su reeducación.
Entre los hechos más aberrantes se encuentra el del padre Félix
Barboza Carreiro, sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4
adolescentes a los cuales los había conocido por Internet. Este sacerdote
ya se encuentra cumpliendo su condena por violación.
Otro caso escalofriante es el del sacerdote Tarcisio Spricigo
quien fue arrestado en el momento de haber violado a un chico de cinco años de
edad. En su confesión afirmó que ya había abusado de otros menores. En las
actas del proceso penal contra el cura, se encuentra un diario, el que parece
ser una especie de manual de pedofilia. Incluye consejos como "jamás
tener una relación sexual con niños ricos". El cura pedófilo
también escribió: "Me preparo para la caza, miro en torno a la
tranquilidad porque consigo a los chicos que quiero sin problemas". Según
la justicia brasilera el cura confesó que cumplió diez pasos diseñados por él
para actuar y quedar impune.
En otro pasaje del macabro diario, Sparcigo escribió: "Llueven
chicos seguros y confiables que son sensuales y mantienen un total secreto, que
sienten la falta del padre y vivien sólo con su madre. Soy un seductor -continúa
el clérigo violador- seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico
caerá en mis manos y seremos felices para siempre".
Prosiguiendo con la lista de hechos vinculados con las
violaciones de menores, el obispo de Barra do Garcas, Antonio Sarto, fue
denunciado por otro sacerdote que este religioso había ordenado. El mencionado
cura realizó la denuncia en el Vaticano en el año 2003, pero la Santa Sede sólo
le informó que había recibido su denuncia, de la cual nunca más se supo. El
Vaticano siempre fue especialista en enterrar los casos y hechos que pudieran
derivar en un escándalo.
Por su parte el cura Alfieri Bompano, de 45 años, fue
procesado luego de que la justicia estableciera que llevaba menores a una casa
de campo para "liberarlos de las drogas" mientras registraba
en un video sus abusos contra menores de 6 y 10 años. En el allanamiento
realizado por la Policía Federal Brasileña en la residencia del mencionado
cura, se encontraron apuntes con sus experiencias sexuales, entre los cuales
figuraba uno que decía: "Desde hace dos días no me hice ninguno".
Una demostración cabal de crueldad y sinismo.
Homosexuales no aptos para el sacerdocio
En los EEUU como en el Brasil, los escándalos sexuales
causados por integrantes del clero no se refieren a casos de homosexualidad sino
de pedofilia. El nuevo Papa entiende que se debe negar la ordenación sacerdotal
a seminaristas que presentan tendencias homosexuales, o que apoyan la cultura
gay, tal cual lo hizo saber en una nota enviada a todos los obispos del mundo.
Pero el texto envíado no hace mención a los sacerdotes que ya están en
ejercicio. En una de sus partes la misiva explica que "es más urgente
en la situación actual no ordenar a personas que presentan tendencias
homosexuales profundamente arraigadas, dada sus consecuencias negativas...".
En sentido similar, un interrogante le surge a este
periodista uruguayo que ha seguido muy de cerca la actuación del sacerdote
Julio Grassi ¿Ordenará el Vaticano una verdadera investigación?¿Enviará al
menos una comisión para saber qué ha sucedido con el caso del cura argentino,
aunque más no sea para saber quién lo ampara fuera y dentro de la Iglesia Católica
Argentina?
Santiago Tricánico
Montevideo-Uruguay