Si no puedo avanzar, empújenme ustedes. Es posible que me equivoque, pero jamás traicionaré la lucha del pueblo. Evo Morales
Hay días muy especiales en la vida de cualquier pueblo. Esos días en que la historia queda expuesta a grandes cambios y dónde las expectativas populares crecen y se multiplican con las esperanzas de cambio. Son esos días en que la palabra Revolución pasa a tener otra dimensión y otro significado.
El 22 de enero para el pueblo boliviano no será un día más en su historia, como tampoco lo será para toda nuestra América Latina. Porque no se tratará solamente del día que un socialista llegó al poder, ya que en los últimos tiempos varios son los pueblos que van renovando y afianzando la confianza en esa ideología; sino que los olvidados, vilipendiados y sometidos tendrán la posibilidad de ser los actores principales de los nuevos tiempos.
Latifundio, narcotráfico, neoliberalismo, pobreza, corrupción, desigualdades, deuda externa, dominación, analfabetismo, movimientos sociales, mártires en las luchas por la liberación, recursos naturales, soberanía, territorios, educación, pueblos indígenas, justicia social, integración latinoamericana y muchos temas más fueron debidamente denunciados y analizados por Juan Evo Morales Ayma y Álvaro García Linera al asumir los cargos presidenciales en
Para los que quieren imponer -desde adentro y desde afuera- que los temas de nuestra América pasan solamente por la estabilidad de las democracias representativas, el advenimiento y el regreso de los populismos y autoritarismos el pueblo boliviano y los pueblos al sur del río Bravo les dicen que los temas fundamentales de nuestras luchas no quedarán agotados en ellos. Porque ahora son los tiempos de volver a retomar y combatir las causas que provocaron las desigualdades y la dependencia.
Son tiempos históricos los que están haciendo y viviendo los pueblos del centro y sur del continente americano, tiempos inéditos en las formas y contundencia de las resistencias y las luchas populares, tiempos de cambio profundos que necesariamente deberán terminar con todas las políticas y prácticas de la dependencia, tiempos en los que los pueblos deberán ser los que construyan un futuro mejor más solidario, justo, libre y fraternal para todos.
Quedará en nosotros recordar, para no olvidar jamás, las causas que nos llevaron al actual estado de situación de exclusión social para las mayorías, de la más injusta distribución de las riquezas y de los ingresos nacionales, de la pérdida de nuestras culturas originarias y de cada una de las políticas llevadas adelante por gobiernos que únicamente se han encargado de entregar nuestros patrimonios y quebrar cada una de nuestras esperanzas.
Ahora debemos trabajar y luchar, unidos en la diversidad de opiniones, para que nuestras futuras generaciones encuentren la dignidad y bienestar tan ferozmente arrancadas y negadas. Por ahí andan los ejemplos.
¡Salud pueblo boliviano!