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¿Qué nos pasa como sociedad? Los argentinos somos enemigos de nosotros mismos

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Nuestro verdadero default
Nuestro verdadero default

“Somos los argentinos un ‘hombre factoría’, nuestra pasión convocante es el oro, la riqueza. Oro como Identidad que contornea o intenta ocultar un vacío; Argentum (país de la plata), Rio de la Plata”. (Ortega y Gasset 1883-1995).

 

Nos comprendió bien Ortega y sus reflexiones de mediados del siglo XX son tan actuales como el “Cambalache “de Discepolo. Hay momentos difíciles o críticos de nuestra vida comunitaria en donde me “paro” a meditar sobre “¿qué nos pasa como sociedad?”; la meditación, alimento y valor clave para nuestra salud mental, surge como antídoto ante tanta vorágine.

El paciente que veo en mi consulta o las familias que consultan por adicciones son ellos mismos vorágine. Todos tienen adicción, a drogas, dinero…da lo mismo. Eso no tiene freno. Siempre falta porque el vacío es enorme y es ya un gran agujero imposible de colmar. Todos son esclavos de distintos fetiches; dinero, drogas, fichas de casino, mujeres, hombres. Adicción como esclavitud pero también como lo que queda sujeto a la suma, lo que no se puede parar. Es un “tiempo que no para” y entonces me pregunto ¿para qué tanto…?

Todo es vorágine. Nos hemos quedado estancados en ser un mero “hombre de mercado” que apetece cualquier góndola de fetiches de esta sociedad. Todo para afuera, nada para adentro. Crisis del sí mismo y parece ser un triunfo del hombre exterior y vacío.

El gran maestro francés Gabriel Marcel (1889-1973) reflexiona sobre la vorágine como la carrera directa hacia el suicidio en su libro “La decadencia de la sabiduría”. La autodestrucción va ligada al vértigo. Nuestro actuar, allí, es sólo reactivo. No hay posibilidades, así, de pensar. La cantidad de consignas y de frases hechas que nos rodean impiden pensar.

Los fetiches amados y prestigiados ejercen un efecto hipnótico ya que nos anuncian el Poder, poder alucinatorio ya sea por el metálico o por los sueños de embriaguez que las sustancias químicas parece darnos. Pero es la borrachera del poder lo que cautiva siendo esto a su vez nuestro presidio y así vendrá luego la “resaca” cuando la orgía imaginaria se acabe que es, en sí mismo, el anuncio de la realidad: nuestras deudas como personas, como sociedad. Deudas con nosotros mismos y con el bien común.

 

Capital social

La pregunta sobre nosotros mismos como conjunto social es medianamente válida porque nunca podemos referenciar plenamente una globalidad pero si podemos objetivar cuales son los valores predominantes sobre los cuales gira nuestro sentir y entender. El conjunto de valores predominantes hoy constituye lo que se llama el capital social de una comunidad que parece ser tan o más importante que su capital económico, financiero o físico. Es junto al capital humano (educación, vida familiar) la base de una sociedad. La clave del capital social se basa en determinadas constantes que son las que permiten el desarrollo: los valores éticos dominantes, su capacidad de asociación, el grado de confianza entre sus miembros y la conciencia cívica. La nuestra parece ser una crisis de valores y como nos enseña Ortega el fetiche dinerario o químico ocupa el lugar de los valores; el ego triunfa sobre el bien común.

El capital social es una referencia a la suma y a la multiplicación. El default de este capital es la “pasión” por dividir y restar. Así nos condenamos a llevar la piedra interminable del subir y bajar como Sísifo cuyo castigo, en la mitología griega, era llevar lo pesado hasta la cima de la montaña para luego volver a subirla. Terreno de las compulsiones, o sea del no cambio. Terreno de nuestros ciclos de default, acumulación, estabilidad y otra vez default. Ciclo interminable de recaídas como en las adicciones.

Cuatro pensadores me referencian hoy sobre esta “pasión argentina” (mentando a uno de ellos): Ortega y Gasset, Eduardo Mallea (“Historia de una Pasión Argentina”1903-1982), Raúl Scalabrini Ortiz (1898-1959) y Enrique Santos Discepolo (1901-1951). Ellos desde distintos lugares (arte, filosofía, literatura, política) buscaron desentrañar nuestro vivir y nuestras penas así como nuestros despropósitos o las compulsiones a repetir para no cambiar y también, porque no, nuestros delirios de importancia como, quizás, la cara siniestra de la devaluación o desprecio de la realidad.

Ortega nos dice: “Somos como argentinos un hombre perezoso para salir de sí mismo y enfrentarse con la realidad”; “su vida se le evapora sin que lo advierta” (“Intimidades”-1916) para luego enseñarnos: “…argentinos a las cosas, déjense de cuestiones personales, suspicacias, narcisismos “. Más tarde con la brillantez de la lucidez nos describe como “un hombre a la defensiva” (formas de estar trabados y de paralizar nuestras potencias secuestradas por los complejos de “lo personal”). Vivimos secuestrados, muchos de nosotros, por nuestro ego.

El argentino “es un hombre admirablemente dotado que no ha entregado su existencia a cosa alguna que no sea él mismo”; “el “argentino se gusta a sí mismo”; “puro afán que se consume a sí mismo, como savia que asciende anhelante y se desespera por no llegar nunca a ser fruto” (“Meditación del pueblo joven” Ortega y Gasset ). Desesperarse y vivir desesperados para no dar frutos. Por eso en Meditación del Pueblo Joven “(1939) dice: “el argentino y la Argentina parecen estar condenadas a ser solo una posibilidad”.

 

Nuestro narcisismo

En “Cartas a un joven argentino “ sigue meditando sobre nosotros: “...el argentino habla por delante de las cosas , tiende a usar a ellas como un espejo donde contemplarse , vive en la superficie de la representación de sí mismo; es Narciso y la fuente de Narciso …lo lleva todo consigo …la realidad , la imagen y el espejo ; así “está de espaldas a la vida , fija la vista en su quimera personal porque siempre está visitándose a sí mismo”.

Somos, según él, un “hombre factoría “nuestra pasión convocante es el oro, la riqueza. Oro como Identidad que contornea o intenta ocultar un vacío. Argentum (país de la plata), Rio de la Plata, La Plata como ciudad. Pero ese es el Hombre Abstracto (el de la factoría romana, según él) que olvida su interioridad, es el “deme dos “de Miami de los 90. El de “la plata dulce”. Surgió, así, un mero hombre de mercado. Un hombre solo consumidor. De esta manera parece difícil construir un capital social que es la garantía de la riqueza de las naciones y un seguro para superar las crisis cíclicas que se dan en todas las comunidades.

Seguiremos viendo a Mallea cuando en una lamentación piensa “mi país me desespera, me desalienta “y pide una conciencia que lo despierte a su destino. “La Argentina no es un pueblo joven, es un pueblo verde porque nuestra conciencia está en mora”. Conciencia en mora, brillante concepto. Hay dos argentinas separadas; la visible (culto a lo aparente en donde los valores fatuos y dinerarios perversos parecen predominar) y la invisible (del trabajo y con una conciencia que no está en mora). A mayor apariencia es mayor la pérdida de las raíces .El verdadero default argentino parece ser la conciencia en mora (hombre de mercado y crisis de la educación).

Luego pasaremos con Scalabrini Ortiz en “El hombre que está solo y espera” de la década del 30 y que anuncia la metafísica trascendente del porteño en Discepolo con su tango “Cambalache”. Scalabrini nos menciona como “un niño que no ha madurado” y nos enseña que “las letras del tango marcan la trascendencia de una pequeña metafísica del espíritu porteño”. El himno “Cambalache” anuncia la crisis de valores: “Es lo mismo el que labura noche y día como un buey que el que vive de los otros, que el que mata o el que cura o está fuera de la ley”.

Seguiremos pensando estos autores como luz posible para salir del túnel. O quizás como el hilo de Ariadna de la mitología que nos permita desentrañar el laberinto.

 

4 comentarios Dejá tu comentario

  1. Jorge Asís, interpreta perfectamente el inconsciente, consciente del PERONISMO. En una oportunidad decìa que cuando los niños juegan al delincuente y al policía, los niños "peronistas" siempre elijen el rol de delincuente. Respecto a las actitud mas destacable del PERONISMO, es que no son "buchones", siendo esta una expresiòn del hampa y no de personas de y con PRINCIPIOS ETICOS. Lo grave es que lo que parecería exceso de reduccionismo negativo, se convierte en realidad cuando se ve a CARLOS MENEM Y CRISTINA FERNANDEZ sentados en el "HONORABLE SENADO DE LA NACION" y a un Pichetto imponiendo una "doctrina" que ni tiene sustento constitucional ni reglamentario y mucho menos ETICO. Lo triste es que ABSURDAMENTE es convalidado por medios, periodistas, como si esa fuera parte de una "jurisprudencia" del PERONISMO. ¿Cómo los Argentinos no van a parecer ENEMIGOS DE SI MISMOS sin a parecen como mas LEALES A MONIGOTES CORRUPTOS que entre LOS MISMOS CONCIUDADANOS.? El ANALFABETISMO CIVICO es la RAIZ de los desencuentros. pues si los CIUDADANOS tuvieran presentes que son LOS VERDADEROS EMPODERADORES CON SU VOTO y no quienes se les DELEGA parte del PODER para gobernar. Pero de ninguna manera se les TRANSFIERE, porque el PODER CIUDADANO ES INTRANSFERIBLE, por mas que los "lideres" les hagan creer que si. No debería haber UN ciudadano que se ofrende a "dar la vida" por tal o cual, sino al reves, pues los CANDIDATOS se ofrecen a SER SERVIDORES PUBLICOS. Muchas veces se preguntan ¿Como hicieron esos paises como los Nordicos para tener dirigentes responsables y dedicados? ¡LO SON PORQUE LOS CIUDADANOS SON EXIGENTES E INTOLERANTES A LA CORRUPCCION, POR MINIMA QUE ESTA SEA!Si esto se comprendiera, se acabarìa la ENEMISTAD ENTRE LOS ARGENTINOS, el gran paraguas de la CIUDADANIA nos cubriría a TODOS,excluyendo a los MALOS DIRIGENTES. ¡NO HAY QUE NATURALIZAR MAS AL DELITO COMO MEDIO PROVENGA DE QUIEN PROVENGA!

  2. Piratin, el monigote leal al corrupto Ciccone, quiere dar lecciones por aca. Tomatelas inútil. O mejor seguí por acá mientras te den permiso. Uno de tus gomias en el otro foro, interrogado por mi, dijo lo mas sorpresivo que podía decir. "Tenes algo que decir de que voy a buscar a tu Guru?" La respuesta no fue "Tu vieja/LTA/Anda que te espera/Hereje hijo de una gran puta/etcétera." No, la respuesta fue "No." para después borrar lo escrito. Que mal los veo chiconautas... que mal los veo.

  3. Don Juan Alberto Yaria, Yo si he leido y analizado su apreciable escrito contundente, que nos induce o nos persuade a buscar la causa en nuestro interior, y con el mayor respeto, de ningun modo recurriria a dejarme dominar por las pasiones para eludir mi responsabilidad en la parte que me toca, diciendo yo no fui, mirando disimulando a todos los demas.

  4. El peronismo se encargó desde 1946 de lavarle el cerebro a generaciones. Financia a la izquierdita argenta para lavarle el cerebro a otra poca gente más. Los zurditos como buenos vagos que son terminan todos de maestros o en carreritas inútiles como "sociología" pero la gente pensante subestimó la capacidad de daño de esos descerebrados que le enseñan gansadas a nuestros hijos. Así, salvo que se puedan pagar una buena escuela privada y tener padres educados, los niños crecen con el relato estúpido de que estamos mal por una conspiración global contra nosotros liderada por EEUU, los judíos, los iluminati y dentro de poco empezarán a nombrar a los extraterrestres. Y hay miles y miles de zombies que se lo creyeron. Lo empezó a hacer Perón, con el manual del fascismo europeo, donde en el primer capítulo dice "crea un enemigo gigantesco, etéreo y poderoso para adoctrinar a los subeducados". La culpa de lo que nos pasó y de lo que nos pasa es nuestra. Los políticos son reflejo de la gente. La mayoría de los argentinos son como los políticos.

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