Ocurrió en enero de 2014, más de un año antes de que Mauricio Macri llegara al poder. Entonces, su padre rompió su habitual silencio y salió a hablar de su hijo y del futuro político de la Argentina.

"Si digo lo que realmente desearía, me van a matar, pero lo digo igual: para mí, el nuevo presidente tiene que salir de La Cámpora. Seguramente el próximo gobierno se va a beneficiar de esta política de renovación generacional. Soy muy optimista, porque este gobierno ha sembrado bien, el próximo tendrá que cosechar", confesó.

Y añadió: "Creo que tiene que seguir el partido, con los jugadores y los criterios del kirchnerismo. Si no, estamos queriendo refundar el país a cada rato".

También agregó que esperaba "una figura que nos dé la tranquilidad que necesitamos de que se va a continuar con lo bueno del modelo".

Franco, además, apostó al entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli: "Es un candidato que ha ido mostrando hechos positivos".

En cuanto a su hijo, el empresario expresó: "Lo veo presidente". Sin embargo, agregó: "Tiene la mente de un presidente, pero no el corazón. Es una vocación. Ser presidente de un país es renunciar a su propia vida, y eso es algo que nunca le pediría a un hijo".