Cuando debemos elegir un servicio para alojar nuestro proyecto web, debemos conocer la existencia y utilidad de toda la gama de servicios disponibles ya que puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso de todo un proyecto de negocios.

Estos servicios pueden parecer similares a primera vista, pero guardan diferencias en ciertos aspectos esenciales con los que debemos lidiar, para entender y dimensionar correctamente el servicio por el que vamos a pagar.

Para comenzar debemos entender en qué se basan estos servicios, puesto que las características en común son las que producen las confusiones. En este sentido, cualquiera de estos servicios tiene como núcleo central la provisión de servicios computacionales.

Para aclarar esto diremos que existen centros de datos que se encarga de tener y mantener máquinas computacionales (computadoras) que se encuentran permanentemente conectadas a internet. Estos dispositivos funcionan como servidor, son capaces de proveer cualquier actividad informática, por lo que la combinación de tecnologías de software disponibles, recursos de hardware y modo de funcionamiento o modularidad, es la que determinará el tipo de servicio en particular.

Las capacidades de estos dispositivos en los centros de datos determinan el tipo de servicio que ofrecen los proveedores, por ejemplo, para cada uso hay un servicio asociado que se vende:

En resumen, cualquiera sea el objetivo, la tecnología a disponer para cumplirlo estará dada por un servidor conectado a internet, entonces podemos evidenciar las siguientes características en común para todos los casos:

Espacio y tipo de almacenamiento:

Esta es la capacidad máxima de información simultánea que se puede almacenar en el servidor, por lo que deberás tenerla en cuenta si los objetivos de proyecto implican guardar altos volúmenes de datos de forma remota. En general, esta característica está sobrevalorada, y no suele representar un factor muy limitante, por lo que los proveedores lo ofrecen incluso con la leyenda de “ilimitado”.

El tipo de almacenamiento se refiere al tipo de disco, ya que existen discos duros o discos de estado sólido, donde los últimos presentan un mejor rendimiento y velocidad.

Velocidad de transferencia:

Como el equipo es remoto, los datos deben viajar por internet en ambos sentidos, y esto implica que la velocidad global del proyecto web estará limitado por este. De todos modos, se han alcanzado grandes velocidades con el paso del tiempo y el aumento de las tecnologías que hacen posible la conectividad a internet.

Ancho de banda:

Este sí es un factor muy importante y que generalmente cotiza el precio del servicio cualquiera que fuere. Se trata de la capacidad máxima de transferencia de datos, como una especie de cuota mensual que, al ser alcanzada, suspende la conectividad dejando al servidor fuera del funcionamiento normal hasta que se reinicia el período de tiempo nuevamente. Se debe prestar mucha atención a este aspecto ya que algunos proveedores exageran otras características para encubrir la baja cuota de esta.

Velocidad de procesamiento y otras características relacionadas:

Cualquier actividad computacional requiere un procesamiento o cálculo que tiene una demora según el hardware disponible. Así, mejores prestaciones en hardware incrementan el costo del servicio como la velocidad de la CPU y la capacidad de memoria RAM.

De esta forma, entendemos que cualquiera de los servicios que se desee ejecutar y contratar para el proyecto web se llevará a cabo en estos dispositivos de forma unívoca, pero el modo de organizarlos, facturarlos y utilizarlos determinará específicamente el mencionado servicio­.

El hosting o alojamiento web:

Comenzando por el más sencillo, pero más específico de todos. Se trata de un paquete de aplicaciones dedicadas a hacer funcionar correctamente un sitio web que puede ser:

· Sitio estático con HTML y CSS

· Sitio dinámico con PHP o ASP.NET, donde se pueden alojar sitios más complejos hechos con algún CMS como WordPress.

· Aplicación web sencilla o genérica con PHP o ASP.NET: similar al CMS, pero en forma de aplicación en la nube.

Si tu proyecto web es simplemente una página web o portal de contenidos, este es tu servicio predilecto ya que es muy económico y fácil de usar. Cada proveedor tiene una serie de centros de datos disponible para el servicio, que según la cercanía pueden hacerlo más veloz, aunque hay muchas redes complejas e interacciones entre estos que hacen posible por ejemplo el hosting en México y Argentina con el mismo proveedor.

En cuanto a hosting VPS, diremos que se trata de un paquete más complejo donde podrás ejecutar otras tecnologías que no están disponibles en el compartido, y donde los recursos computacionales son más fáciles de controlar y escalar gracias a su tecnología de virtualización que lo convierte en más económico que los servidores dedicados.

Para el caso del servidor dedicado, simplemente se contrata el derecho de uso exclusivo de este dispositivo, donde se dispone de todo el poder de cómputo dedicado para ti solo, pero por supuesto que los costos son elevadísimos comparados con las otras soluciones.

La computación en la nube:

Si la idea de brindar servicios en paquetes es lo que gobierna al servicio de hosting, diremos que para la computación en la nube es todo lo contrario. Se trata de modularizar y vender los servicios computacionales por separado, así, se puede contratar solo por aquello que necesitamos.

La forma de facturación también hace la diferencia, ya que la completa modularidad no es suficiente para este método de computación, el cual provee de diferentes modalidades en cuanto a lo que pago se refiere. Así, es posible hacer uso por hora, minuto, incluso segundo además de las formas típicas de facturación como mensual y anual. Por supuesto que depende del uso y la conveniencia del cliente en este caso.

Ahora ya conocés las diferencias y semejanzas de este servicio, con lo que podrás hacer un mejor trabajo de dimensionamiento para elegir correctamente lo que necesitas y en consecuencia, ¡triunfar en la web!