Tras una culminación exitosa de la cumbre del G20, el Gobierno debió reencontrarse con la compleja realidad económica de la Argentina, que está lejos de mostrar signos de recuperación en sus variables ante un escenario en el que crece la preocupación de cara a 2019.

La administración de Cambiemos logró un documento final consensuado en el cierre de la cumbre, actuó con prudencia frente a la tensión entre Estados Unidos y China y consiguió que el evento cerrara sin incidentes ante un imponente operativo de seguridad en el que cooperaron las potencias del mundo.

La gestión de Mauricio Macri, de ese modo, logró recuperarse temporalmente y obtener un respiro en medio de la crisis económica.

Sin embargo, ello se extendió tan sólo por unas horas dado que los indicadores oficiales esmerilaron el buen ánimo en el Gabinete.

Tres días después de terminar el G20, el INDEC dio a conocer que la producción industrial cayó en octubre un 6,8% en comparación con igual período de 2017 y acumuló un semestre con resultados negativos.

A su vez, informó que la actividad de la construcción -uno de los principales motores de la economía- bajó 6,4%.

A los números publicados por el instituto que conduce Jorge Todesca se sumaron los difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores de la Argentina (ADEFA), que indicaron que la producción automotriz bajó por tercer mes consecutivo.

En el sector, ya dan por cerrado el 2018 y el panorama es preocupante para el año entrante.

A pocos días de que la UCA publique su informe del Observatorio de Deuda Social, Unicef también brindó datos alarmantes y en este caso se trata de que el 48 por ciento de los niños, niñas y adolescentes en la Argentina es pobre.

En tanto, los industriales evalúan como "muy malo" este año, y aseguran que hay preocupación respecto de lo que vendrá en 2019.

Será una pieza fundamental para impulsar una reactivación de la economía la aceleración de la baja en la tasa de interés que contribuyó a congelar la actividad.

Si bien el Banco Central ya anunció la eliminación del piso del 60 por ciento de la tasa, hasta el momento aplicó un recorte muy medido en la Leliq.

Pese a que el organismo que conduce Guido Sandleris logró contener los movimientos del dólar en las últimas semanas, al Gobierno le preocupa la persistencia del elevado nivel del Riesgo País que refleja desconfianza en los inversores.

El presidente Macri deberá ahora capitalizar la confianza cosechada durante la cumbre del G20 para fortalecer su gestión e intentar revertir la recesión de cara al período electoral.

Para ello, necesitará resultados contundentes vinculados con la inflación, la pobreza y el crecimiento económico, puesto que sin esos factores con signos de vitalidad se achicará el margen de maniobra para cosechar votos y lograr la reelección. Belén Escobar