Los profesionales independientes estamos hartos de tener que matricularnos en diferentes Colegios y ahora ser objeto de persecusión por varias Cajas Previsionales. Por ejemplo, un abogado que ejerce en Provincia y Capital, debe tener dos matrículas diferentes, y si además litiga en el Fuero Federal, debe agregar otra más.
    Todo esto genera erogaciones al Profesional.
    Las matrículas se pagan anualmente. (la federal una vez).
    Además, en el caso de las abogados matriculados en la Provincia de Buenos Aires, para tener nuestra matrícula, debemos estar afiliados a la Caja de Previsión Social para Abogados de la Provincia de Buenos Aires, que anualmente nos reclama sumas que superan los $ 2.000.- como cuota anual obligatoria, las que debemos abonar, hayamos percibido honorarios o no, hayamos padecido paros judiciales por meses enteros o no, se nos hayan caído los ascensores o no, nos hayan suspendido los plazos arbitrariamente o no, nos hayan suspendido las ejecuciones o no, etc.
    Hace dos años, los cráneos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, crearon CASSABA, una nueva Caja de Aportes para abogados matriculados en Capital Federal.
    Los abogados que ya veníamos aportando a otra Caja, como es mi caso, pudimos ejercer una opción y quedarnos donde estábamos. Supuse tontamente, que con la opción ejercida, se acabaría mi relación con CASSABA y podría seguir ejerciendo tranquilamente en Capital, pagando anualmente mi matrícula, como lo venía haciendo desde siempre.
    Pero hoy nos encontramos con la sorpresa de que CASSABA está habilitada (aunque fuera creada después del Colegio de Abogados de Capital Federal, y las matrículas otorgadas fueran anteriores a su ley de creación), a exigirnos a los abogados que ejercimos la opción de quedarnos con nuestra anterior Caja, que estemos al día con nuestra Caja.
    En el caso de que tengamos deuda con nuestra Caja histórica (lo que a CASSABA no tendría que importarle, ya que muchos sacamos planes y moratorias y luego nos ponemos al día, cuando tenemos la fortuna de cobrar un juicio), CASSABA nos obliga a pagarle SU CUOTA ANUAL OBLIGATORIA, QUE TAMBIEN RONDA EN LOS 2.000$.
    Si no tributamos doblemente (aunque ambas cajas no compensen, ni sumen los aportes al momento de jubilarnos), perdemos la matrícula de Capital.
    Ahora bien, en mi caso, yo tengo la matrícula de Capital, otorgada por el Colegio de Abogados de Capital, con mucha anterioridad a la creación de CASSABA, quien inconstitucionalmente viene a condicionar ex post facto, la vigencia de esa matrícula que fuera otorgada secundum legem y cumpliendo con todos los requisitos académicos, personales, de antecedentes, económicos, etc.
    Estoy afiliada a la Caja de Provincia por tener matrícula en San Isidro, desde 1995, pagando regularmente y actualmente con moratorias porque he padecido situaciones personales, y otras de público y notorio.
    ¿Con qué derecho CASSABA exige información de mis aportes a mi Caja?
    ¿Con qué inconstitucional derecho me obliga a hacer una doble tributación?
    ¿Con qué derecho me condiciona la vigencia de la matrícula de Capital, la que me fuera otorgada con anterioridad a su perversa creación?
    ¿Por qué limita mi derecho de trabajar (art. 14 CN)?
    ¿Por qué me confisca?
    ¿Por qué mi Caja no respeta mi intimidad previsional (art. 19 CN) e informa a otra Caja sobre mis aportes?
    En definitiva, ¿porqué los argentinos debemos seguir soportando estos inventos transnochados cuyo único fin es seguir expoliándonos?
    Habría que tener una sola matrícula nacional, que habilitara al ejercicio profesional en todo el país, y una sola Caja que junte todos los aportes y respete los ya efectuados en forma individual y terminar con toda esta complicación y los negocios de turno.
    Si la Caja se ocupara de que los jueces y empleados del Poder Judicial hicieran su trabajo eficientemente, y los abogados contáramos con todos los recursos (oficios, notificaciones, informes, diligencias, etc.) para agilizar nuestros litigios, y percibir honorarios, otra sería la cuestión.
Pero, ni las Cajas, ni los Colegios de Abogados hacen nada de eso.

Liliana Angela Matozzo
lilimatozzo@arnet.com.ar
Abogada / Doctora en Ciencias Jurídicas