Desde hace años, no todos los gremios pero sí un importante número de ellos; hace a través de distintas formas, política partidaria puertas adentro.
Tiempo atrás, existió una C.G.T. oficialista y otra opositora en la Argentina.
¿De qué nos sirvió?
¿Se crearon nuevos puestos de trabajo?
¿Se mejoraron las condiciones dignas de trabajo?
¿Se combatió el trabajo en negro?
¿Se eliminó el Impuesto a las Ganancias?
¿Mejoró la situación de los jubilados?
¿Se eliminaron todas las formas de recortes en sus haberes?
¿Se logró alguna nueva conquista histórica?
Creo que todos sabemos la respuesta a cada una de esas preguntas.
En las Provincias, también hay Centrales Obreras y sindicatos que son claramente oficialistas, y otros que se autoproclaman opositores.
La existencia de organizaciones sindicales de uno y de otro lado (respecto a los gobernantes de turno), no solo ha atomizado al movimiento obrero, sino que también, ha debilitado todos los reclamos de la clase trabajadora y de los jubilados.
Hay sindicatos, que cumplen sus funciones como corresponde. Otros no lo cumplen.
Hay sindicatos, que hacen política sindical como debe ser. Otros, la hacen pero partidaria.
Hay sindicatos, que demuestran tener independencia política. Otros, demuestran todo lo opuesto.
Hay sindicatos, que tienen una enorme gestión para el beneficio de quienes representan. Otros, no tienen nada que ofrecerles a quienes representan.
Hay sindicatos, que son de todos los afiliados. Otros, que parecieran ser propiedad de un grupo de selectos de ellos.
Hay sindicatos que realmente, son un orgullo para cualquier trabajador.
Gracias a la política sindical de sus dirigentes, se logran paritarias dignas, se defiende enérgicamente a cada afiliado, hay una vocación de servicio, se forma, se gestiona, se trabaja para lograr mejores condiciones de trabajo, se fortalece la obra social, se estimula el deporte, la comunicación cumple un papel preponderante (algunos hasta tienen radio propia), son de puertas abiertas, brindan capacitación y enseñan otros oficios, tienen una vida activa interna en donde los afiliados y afiliadas todos los días están allí haciendo distintas actividades, hay respeto por quienes piensan distinto, no hay personalismos de sus dirigentes, y en definitiva, cumplen la función de una organización sindical.
Lamentablemente, aquellos gremios que permitieron que la política partidaria se meta dentro de las organizaciones gremiales propias, demuestran con absoluta claridad, que están condicionados para luchar como se debe; que están limitados en su actuar, hacen pantomima, pero la realidad que padecen los trabajadores no resiste el relato de ningún dirigente.
El movimiento obrero argentino, debe hacer una gran autocrítica y sobre todo su dirigencia.
Se debe hacer más política sindical.
No hay que hacer política partidaria en los sindicatos.
En todo gremio, existen afiliados afines al peronismo, al radicalismo, a la izquierda, al socialismo, entre otros.
Por ello, no se debe encolumnar a la organización sindical, detrás de ningún gobernante, ni detrás de un partido político (el que fuera).
Las funciones de un sindicato son concretas, y entre ellas no está la de hacer política partidaria.
Históricamente, las grandes conquistas de la clase trabajadora, fueron por mérito de sus dirigentes y el apoyo de las bases.
Es por ello, que en el futuro cercano, es necesario aprender de los errores y no seguir tropezando con la misma piedra, porque en definitiva, quienes terminan perjudicados ante esto, son los propios afiliados.
Carlos Emanuel Cafure
Abogado Laboralista
Autor del Libro Violencia Laboral (Ediciones D y D)
Autor de Proyectos de Leyes y Ordenanzas sobre temáticas laborales.
Columnista de Opinión de medios de prensa
subastascafure@yahoo.com
Carlos: El texto es informativo en lo general, pero ambiguo en lo particular. Sería bueno en cada uno de los "hay sindicatos que... " dieras algunos ejemplos de cuáles son. Yo no soy agremiado, pero como opinión particular los gremios adolecen de lo mismo que la sociedad en general: Falta de representatividad. Vemos que tanto los gremios como las CGT o Centrales muchas veces dicen representar a gente que no se siente representada por ellos. Lo mismo que nos pasa con los políticos, ni más ni menos. ¿Soluciones? Tampoco veo alguna concreta en el texto. De nuevo una opinión personal: a) Los gremios deberían tener prohibido que alguien ocupe su dirigencia más de 8 o 10 años, corridos o interrumpidos. b) Los trabajadores no deberían estar obligados a aportar (afiliarse). De alguna manera, si yo como trabajador siento que mi gremio me representa dignamente, me voy a afiliar para darle de mi sueldo y que hagan mejor su trabajo; pero si no lo siento así no veo por qué seguir pagando. c) Las elecciones deberían ser mas transparentes. Varias veces me llegaron comentarios de gente que en los padrones no figura, o que con algún ardid no le permitieron votar. Sds.