El problema que tienen los industriales del noroeste argentino se puede sintetizar con la remanida frase: “Tienen razón pero marchen presos”.
El problema comenzó cuando en diciembre del 2017 el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, decidió impulsar en todo el país una unificación en 19,5% la alícuota de aportes y contribuciones a la seguridad social.
Hasta ese momento regía el Decreto 814 que determinaba una alícuota del 21% para las grandes empresas, y alícuotas diferenciales para las pymes del interior del país. Cuanto más alejadas estaban de los centros núcleos, más bajos eran los impuestos. A todo eso, la norma permitía tomar a cuenta de aportes y contribuciones pagos de IVA o del Impuesto al Cheque.
De modo que con la reforma fiscal todo eso desapareció. A cambio se estableció un sistema nuevo de mínimos no imponibles por empleados. Entre 2018 a 2022 ese mínimo va pasando d $2400 a $12,000 ajustables por inflación. Este año van por el 40% ajustados dan $7004 por empleado.
Algunos sectores como textiles, calzados y marroquinería ya pueden descontar los $12.000 (ahora $17.509). La semana pasada el presidente Mauricio Macri anunció una medida idéntica para unas 40 actividades económicas en las economías regionales.
Pero para las Uniones Industriales del NOA no es lo ideal. Piden volver al 814. El viernes pasado fueron a ver a Dante Sica para pedirle volver atrás. La respuesta del funcionario fue contundente. Les dijo que el gobierno va a hacer todo lo posible para mejorar su situación, pero el nuevo esquema de aportes y contribuciones está establecido por una ley. Para cambiarlo, hay que cambiar la ley… y eso no lo va a hacer el gobierno.
Ayer se conocieron los datos finales de la producción industrial del 2018 que estima el Centro de Estudios de la UIA. La actividad cayó 3,4%. Pero para las pymes, comentaron economistas del CEU a agencia Nuevas Palabras, la caída fue mayor. La UIA difundió los datos. Tendría que haber habido una reunión del Comité Ejecutivo, pero cuentan que no se logró juntar a la cantidad necesaria de dirigentes para hacer el encuentro. Algunos acompañan al presidente Mauricio Macri en la gira por Asia.
Los industriales advierten que en el año electoral, el gobierno quiere cambiar un poco la música. Quiere volver a hablar de temas productivos y dejar en segundo plano la agenda de temas financieros y fiscales. Temen nada más que sea una cuestión de buenas intenciones. “Hay que demostrar”, señalan. Hasta el momento, han recibido más contención en medio del naufragio, pero apenas les han tirado algunos salvavidas. Falta que los suban arriba del bote. Carlos Lamiral
No se trata de bajar aportes patronales, se trata de impulsar el mercado interno, así todas las industrias trabajan y todos los comercio venden. La industria está trabajando en promedio al 50 % de la capacidad instalada.