El martes pasado se concretaron las elecciones bianuales en el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal para elegir presidente y otras autoridades. El proceso de masificación y "proletarización" de los matriculados en esta profesión -que se viene registrando desde hace unos 15 años- ha incrementado el interés del público en general de algo que en otros tiempos resultaba interesante para unos pocos. Son más de 60.000 los abogados en Buenos Aires cuando en 1985 (año de creación del Colegio) sobrepasaban apenas los 20.000.

    La particular carrera de Derecho y su consecuente "salida laboral inmediata" llevó a volcar, en los años '80, a muchos jóvenes por esta carrera tan peculiar; ello provocó una explosión en la matricula a partir de los años '90, década de la desocupación menemista.

    Hoy se matriculan 3.000 abogados por año de más de 60 universidades autorizadas a extender títulos habilitantes ante la sola presentación en el Colegio Público.


Los tributos "piantavotos"

    Para analizar las elecciones del día 25 de abril no se puede dejar de considerar la sanción de la "Ley Previsional para abogados" del año 2003, por el cual se creó la Caja CASSABA (Caja de Abogados de Buenos Aires) propuesta por el oficialismo del Dr. Hugo Germano, y votada por la "Mayoría automática de la Alianza de los 37 votos" (esos que después le dieron la espalada a Ibarra) entre "gallos y medianoche", justo antes del cambio de autoridades de la legislatura de aquel momento. En ese entonces nadie entendió la creación de este engendro, mediante el cual la Legislatura Porteña se atribuía facultades previsionales cuando no las tiene. Hoy se sabe que CASSABA es inconstitucional. 
    La referida Caja comenzó a funcionar en 2005 y en sus principios empezó a hacer sentir el mismo rigor que los organismos recaudatorios previsionales argentinos: sueldos exhorbitantes para los Gerentes, compra de un edificio multimillonario y emblemático (ex. Banco Extrader a U$S 3.500.000), la difusión de casos de pago de pensiones de $390 (pesos trescientos noventa) a sendas viudas de abogados, etc. Todo esto hizo que la cosa explotara provocando el consecuente descontento.


¿Quienes crearon este engendro?

    Esto fue impulsado, mayormente, por la gran rosca Aliancista a saber: 
    1) La ex Franja Morada (Gonzalo Alvarez, Más Velez y otros "ex franja" que hoy se los ve pegaditos a su otro invento: Atilio Alterini, al que catapultaron a la Facultad de Derecho hace 3 años y quien logró, en el mismo plazo, demoler sistematicamente dicha facultad). 
    2) El progresismo ex PC del nombrado Germano, Zsmucler, Molina Quiroga y otros prestigiosos ex miembros del referido ex-partido comunista, hoy parapetados en encumbrados cargos en el Poder Judicial, logrados mayormente por su participación en el Frente Grande, el Ibarrismo y la trasversalidad.
    El peso de esta gente en el Consejo de la Magistratura era definitorio, hasta ahora. Esta gente es la que viene batiendo el parche de los derechos humanos, pero sus verdaderos objetivos fueron y son el copamiento de mayor cantidad de cargos y juzgados, desde donde hacen política superestructural. 
    3) Por último, no podemos dejar de nombrar a los otros sectores radicales conservadores. Estos grupos hegemonizaron durante muchos años estos nichos de poder y reparto de cargos, favores y prebendas. 
    El negocio fue siempre dejar afuera a los "Liberales y/o Conservadores reaccionarios" para colocarse, cómodos en única opción. Luego, la maquinaria electoral hace el resto de la faena. 

Los aparatos, las oportunidades y los oportunistas

    Pero ¿que pasó con las elecciones? En las elecciones del Colegio de Abogados siempre votan los aparatos, como en cualquier institución cerrada. Existe un aparato de gobierno (los que cobran) y un aparato de oposición (los que "aspiran a"), pero por lo visto este núcleo humano se ha masificado, se ha "proletarizado" y se ha desmadrado. Los actores del sector desconocen a los votantes, desconocen en qué cantidad afluirán (se incrementa exponencialmente el numero de votantes en cada elección) y también existe una "masa crítica" de por lo menos un 50% de profesionales que no quieren ser conocidos ni trascender. 
    Esto provocó que esa masa desconocida, anónima, marginal -en algun sentido-, se sublevara contra los que les querían meter la mano en el bolsillo. Esto es, cobrarles sumas de dinero para un barril sin fondo y sin destino al que llaman "caja previsional". 

Los oportunistas

    ¿Quienes ganaron? Anteojos redondeados, pantalon de vestir oscuro, saco azul sport, camisa con el botón superior desabrochado, corbata de fagina y escudito de Independiente en solapa izquierda. Aspecto de intelectual de pizzería trasnochado por el moscato, revuelve el Dr. Jorge Rizzo el café hasta que este queda mareado. Bar La Giralda, abril de 2004, en momentos en que se desarrollaban las elecciones 2004 y las agrupaciones tradicionales se repartían los cargos de "Directores de CASSABA" (rentados obviamente) entre ellos. 
    "Lo de CASSABA va a hacer cambiar el Colegio, José creeme", me dijo en su momento y no le creí.
    Jorge Rizzo es un abogado de poco más de 40 años egresado de una universidad "confesional" (USAL) y responde al modelo de los estudiantes de comienzos de la democracia que en vez de anotarse en la "UBA" se anotaban en la "PRIVADA", porque "yo a la universidad voy a estudiar, no a hacer quilombo".
    En la profesión, esta gente es de la que piensa "yo me recibí, a mí no me jodan, yo laburo, no me cobren Cassaba ni nigún otro invento".
    Pero Rizzo no es un chico rico que dejó de "tener tristeza con Menem", sino un abogado bastante desconocido, que pelea el mango día a día y que logró, durante dos años de lucha solitaria, imponer la consigna "vóteme y no pague CASSABA, que es inconstitucional".
    Esta vez la "cenicienta" no esperó a que el Principe la viniera a buscar para probarle el zapatito, fue al castillo directamente y se quedó con el Reino.


¿Y el futuro?

    Decía cierto General que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Es muy difícil predecir el futuro de una institucion que parece no hacer pie y en donde sus responsables -los electores- corren detrás de la evitación del pago de un tributo jubilatorio, en su propio beneficio. 
    Por otro lado, se ve con preocupación que la principal y única propuesta electoral de Rizzo haya sido eliminar CASSABA cuando el cargo para el cual fue elegido no cuenta con poder de veto o reforma de la Caja, lo cual es manejado por autoridades independientes. 
    Esto puede ser una bomba de frustación para los adherentes del triunfante presidente, quien triunfó con un exiguo del 29%. 
    Esto hace pensar lo pobre del debate planteado: los propios intereses que, si bien son legítimos y decisivos, son subalternos ante los realmente acucientes problemas de la actualidad.

Dr. José Luis Terenzio 
jose.terenzio@gmail.com
Presidente de "El Agora, Centro de Estudios"
Asociación Civil sin fines de lucro (IGJ 495/05)
(www.el-agora.blogspot.com)

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