Es muy importante para toda la clase trabajadora, la existencia de los sindicatos en nuestro país: “El sindicato tiene como objetivo principal el bienestar de sus miembros, es decir, asegurar condiciones dignas de seguridad e higiene laboral y generar mediante la unidad, la suficiente capacidad de negociación como para establecer una dinámica de diálogo social entre el empleador y los trabajadores…”.
Es por ello, que las organizaciones gremiales de la República Argentina, también deben defender (con absoluta independencia política), los Convenios Colectivos de Trabajo.
En estos últimos años, a nivel nacional y en algunas provincias argentinas, se ha instalado una política de flexibilización laboral, que va en desmedro de las condiciones dignas de trabajo, como así también busca la destrucción de derechos y conquistas adquiridas por la clase trabajadora (junto a su dirigencia), a los largo de la historia.
Se han escuchado, innumerables casos en los que supuestamente, se habrían planteado que a cambio de paritarias, ciertas actividades deberían resignar derechos y conquistas previstas en sus propios Convenios Colectivos de Trabajo, que desde ya es absolutamente descabellado.
Mientras que las Paritarias son obligatorias (a los fines de mantener el poder adquisitivo de los activos, frente a la inflación que se vive desde hace tiempo en nuestra Nación), los Convenios Colectivos de Trabajo solo pueden modificarse si existe acuerdo de las partes (empleadora y /sindicato/s). Asimismo, las modificaciones que pudieran hacerse sobre los Convenios Colectivos, conforme el Principio de Progresividad Laboral, deben ir hacia adelante (avanzar), pero nunca ir hacia atrás (es decir incorporar nuevos derechos y conquistas, pero nunca suprimir o eliminar los adquiridos).
Es por ello, que ningún sindicato debe permitir ni por acción, ni por omisión, que se flexibilicen las condiciones laborales de quienes representan.
Los sindicatos, no están para agradarles o ser complacientes con la parte empleadora o con gobiernos de turno.
Los sindicatos, existen gracias a sus afiliados.
Las conducciones de los sindicatos, sólo se deben a sus afiliados.
Y son las bases, quienes deben exigir a sus dirigentes estar a la altura de las circunstancias.
Todo sindicato siempre debe abrir las puertas al diálogo, pero sin que ese diálogo, signifique entregar puntos de Convenios Colectivos.
Incluso, con la aprobación en asamblea por parte de las bases, los Convenios Colectivos de Trabajo, podrían modificarse pero para mejorarse, incluso actualizarse; pero sin perder un solo derecho y sin perder una sola conquista.
Tampoco se debe caer en la trampa de reglamentar artículos de los Convenios Colectivos de Trabajo, pues en muchos casos se estaría frente a una flexibilización encubierta en determinados artículos de dichos Convenios Colectivos de Trabajo.
Es por ello, que los Convenios Colectivos de Trabajo en Argentina, tienen derechos y obligaciones para todas las partes, que deben respetarse y cumplirse para todos por igual.
Es una obligación de todas las organizaciones sindicales, ser contundentes y sobre todo claros en su actuar.
Los Convenios Colectivos de Trabajo, deben ser defendidos siempre.
No hay tiempo de excusas.
No hay tiempo para titubear.
No hay tiempo para permitir que la reforma laboral, entre en la propia actividad.
Estamos en tiempos, en los cuales la dirigencia actual, demostrará si está o no a la altura de las circunstancias, y sobre todo, si defienden los intereses de las bases, o si por el contrario, defienden otros intereses.
Carlos Emanuel Cafure
Abogado Laboralista
Autor del Libro Violencia Laboral (Ediciones D y D)
Autor de Proyectos de Leyes y Ordenanzas sobre temáticas laborales
Columnista de Opinión de medios de prensa
subastascafure@yahoo.com