La canasta de consumo masivo cayó un 6% interanual en mayo y acumuló una contracción del 8% en los primeros cinco meses del año, con pocos indicios de recuperación en el corto plazo, según el análisis Consumer Thermometer que realiza Worldpanel Division de Kantar, en base al consumo de los hogares argentinos.

“Más allá de la relativa desaceleración que muestra la caída del consumo masivo, aún no podemos afirmar que ‘tocamos fondo’ ni estamos viendo síntomas de una genuina recuperación”, remarcó al respecto el gerente de Comportamiento del consumidor en Worldpanel Division de Kantar, Joaquín Oría.

El especialista agregó que “a partir de junio la base de comparación interanual empieza a ser baja, por lo que podríamos entrar en una etapa de ‘amesetamiento’ y cierta estabilidad”.

La canasta de alimentos fue la única que se mantuvo estable en mayo, debido al crecimiento de categorías básicas como pastas secas, arroz, polenta y leche en polvo, pero “la contracara son los productos de mayor valor que componen las canastas de lácteos, congelados y los productos del cuidado del hogar”, destacó el informe.

“La tendencia de la elección de productos por tipo de marca también es muy clara en la búsqueda y necesidad del consumidor por adecuar su presupuesto y capacidad de compra”, agregó.

Al respecto, se registra que las primeras marcas se contraen un 13% en mayo, mientras que las opciones de menor valor crecen: un 6% las segundas marcas -aquellas que su calidad y garantía son similares a las de las primeras marcas-, y un 2% las terceras, que son básicamente de pequeños fabricantes locales y representan una opción de bajo precio.

“La principal característica de este difícil momento para el consumo es que todos los hogares resignan, más allá de su poder adquisitivo y realidad. De todas formas, la contracción en la base de la pirámide duplica a la de la cima”, indicó Kantar.

Oría manifestó que en la consultora “no estamos todavía viendo señales de la esperada recuperación que proyectábamos para el segundo semestre del año, principalmente porque la inercia de precios sigue impactando en el poder adquisitivo y las expectativas económicas aún no muestran un significativo cambio de tendencia”.

“La proyección hoy es terminar el año con una contracción entre 3 y 4%, y que recién en el último trimestre tengamos más claro qué esperar del 2020”, finalizó. Marcelo Batiz