Estaba tirada en el piso, derrotada, pidiendo la escupidera, había perdido las elecciones a Senadora en 2017 y se recuperó.
No supieron dar la batalla cultural, algunos se enojarán pero no se puede molestar nadie con la realidad, una realidad que nadie quiso ver, nadie esperaba, ni siquiera el más fanático de los kirchneristas.
Increíblemente Cristina no terminó presa, Dalbón apostaba lo que quisiera que no terminaría presa y, lamentablemente, va a ganar. No aprendimos nada como sociedad, hay algo inesperado que no lo vi, que no lo vio Marcos Peña ni Durán Barba ni nadie.
¿Cuántos putearon al kirchnerismo, terminaron sintiéndose excluidos de esta economía y se abrazaron nuevamente a la economía del cepo, devaluación que propone Alberto Fernández?
De ninguna manera se tienen que ir del país los que hoy fueron derrotados. De ninguna manera.
La oposición se juntó toda. Hicieron todo para ganar. Algunos aún creen en milagros. Yo no lo creo. Las diferencias son abrumadoras.
Macri perdió en todos lados, excepto en Córdoba y Capital Federal. Si estuviese acá Rodríguez Larreta le diría cuidado que perdes el balotage. Algo hicieron mal. Bajaron los brazos.
La única que se animó fue Elisa Carrió. Aprendan de los que están del otro lado. Son más vivos y cínicos pero es la sociedad que también tenemos.
Las nuevas generaciones le dieron la espalda a este gobierno. Los pibes de 16 la ven a Cristina como la revolucionaria.
El conurbano profundo será gobernado por La Cámpora y el combo viene completo con Máximo Kirchner, Felipe Solá y Sergio Massa que no tuvo problemas en cambiar 180 grados su discurso. Sus votos se terminaron yendo con Alberto Fernández, arrasaron.
El huracán Vidal terminó siendo un pedo. La diferencia es irremontable. Macri tiene que pensar en la gobernabilidad. Entregar el gobierno de la mejor manera posible y pensar en el día después. No olvidarse de los que lo votaron en el 2015, 2017 y ahora también: una tercera parte del país sigue creyendo en él. Aprendan de la resistencia kirchnerista: victimizándose, dando una batalla feroz, reinventando la historia.
Párrafo aparte al periodismo. Algunos no fueron ecuánimes. Le pegaron a este gobierno desde el minuto uno. Algunos se acomodarán. Otros estarán asustados pensando lo que se les viene.
No le creo a Alberto cuando dice que no se viene el Ministerio de la Venganza. Mucho menos a Cristina diciendo que va a unir a los argentinos. Si ella dividió a la familia argentina.
A la sociedad argentino no le interesa la corrupción. No la supimos ver. Les importó el bolsillo. Al final tenían razón. El argentino medio cree en la varita mágica de un salvador, en que venga alguien y resuelva todos los problemas. No tenemos memoria. Cristina fue hábil: hizo todo para ganar.