Nicanor Parra tiene más letra menuda
que el Dante y se pasea por el Infierno, como Pedro por su casa. No tuvo una
Beatrice, sino una Mónica Silva y muchas más, que le llevaron del paraíso
al Infierno y nunca estuvo más lejos, ni más cerca, que de su propia
distancia, la Antipoesía. En su más reciente entrevista, al diario argentino
Página 12, Parra, autor de Poemas y Antipoemas, Versos de Salón, Obra
Gruesa y Canciones Rusas, ha hecho unas revelaciones a sus casi 92 años,
para curarse en salud.
Desde un inicio de la entrevista el Antipoeta definió el
terreno: usen la memoria, no quiero cámaras, ni grabadoras. El único
testimonio sería la palabra. El periodista Guillermo Pellegrino y el
Antipoeta, instalados en una terraza frente al océano Pacífico, iniciaron la
charla. Le llamó la atención al reportero como una familia semirrural de
Chillán, había trascendido las fronteras de la cultura. La respuesta la
responderá Parra más adelante y podemos agregar algo que no está en la
entrevista. Allí nació Bernardo O`higgins, Violeta Parra, Claudio Arrau ,
Ramón Vinay, Nelson y Pedro Villagra Garrido. ¿Son las aguas de las termas
de Chillán las que dieron estos personajes? Todos trascendieron las fronteras
de Chile y más allá. Chillán significa en idioma mapuche, Silla de Sol. Es
curioso que Parra nunca haya titulado un poema o un libro con este nombre
hermoso. Me lo plagiaré, ya saben.
TERREMOTO DE CHILLAN (24 de Enero de 1939)
Que se levante el raudo viento azul de otoño,
que aquí no pasa nada que puramente todo.
Chillán existe como una rosa blanca
sobre mi corazón húmedo y sin palabras.
Chillán no está vencido, Chillán laurel alzado
como el verde campo de los gentiles caballos.
Que se levante el trueno vivo de los tambores
y el hortelano alegre que se levante entonces.
Chillán en cada gancho de lirio vibra
como la espada abierta de la noche sombría.
Que se levante entonces como una bestia el día
que aquí toda una llama que aquí nada ceniza.
Que se levante el fuego como un caballo de oro
que aquí no pasa nada que puramente todo.
Nicanor Parra
Chillán es tierra de movimientos telúricos y ha sufrido
por terremotos de magnitud considerable (1751, 1835, 1939, 1953 y 1960). El de
1939 marcó un hito en la historia de esa ciudad ("Ciudad del
Movimiento", fue apodada. A las 23,32 hrs. del 24 de Enero de 1939 la
tierra estremeció las provincias de Maule, Linares, Ñuble y Concepción. La
tierra se movió entre Santiago y Temuco, la costa y Mendoza. 5.648 muertos,
según el informe oficial, y más de 30.000, según estimaciones de la prensa.
Allí, en esa zona nació Parra, en 1914, en un hogar sencillo, humilde y se
le ve en los ojos, esa mirada pícara del arrabal, un boxeador siempre en las
cuerdas que no caerá en la lona. En esta entrevista el arranca de más atrás,
desde sus abuelos, un tinterillo que amasó con inteligencia una pequeña
fortuna.
Que sus hijos dilapidaron y sus nietos vieron esfumarse.
Suele pasar, suceder, ocurrir en las mejores y peores familias. Las fortunas
pican en las manos y se van. Pero el Antipoeta y el reportero Pellegrino,
estaban allí para contar algo más, develar en las palabras de Parra, su
relación con Neruda, “el poeta de Chile”, como él le llama
socarronamente. No olvidemos que Parra es cervantino, de esa picaresca va y
viene, con su poncho arrastrando los vientos chillanejos y se pasea con la
calavera de Hamlet bajo el paraguas de Kafka. Tiene recursos el Antipoeta y
los iremos viendo. “En cuanto a lo que me dice usted de que eran versos para
oponerse a la poesía de Neruda, le contesto que eso es lo que hablan los críticos.
Yo fui un gran admirador de Neruda. Me gustaba su poesía.” Y continúan las
preguntas:
¿Qué tipo de relación tenían?
–Optima. Fíjese usted que el primero en captar y
entender los antipoemas fue Neruda. ¿Quiere saber cómo fue esto? Una vez,
mientras paseábamos por debajo de unos árboles en su casa de Los Guindos, él
me tomó de un brazo (él siempre “pescaba” del brazo al interlocutor
porque había encontrado esa manera para seducirlo, porque él era un gran
seductor, ¿ah?) y me susurró al oído: “vamos a hacer una revista de poesía
y los directores van a ser los poetas chilenos, o sea tú y yo. ¡Yo, que era
un poco el diablo, iba a ser uno de los directores!, pensaba para mis
adentros. Y enseguida me preguntó: “¿Qué nombre le pondrías tú? ¿Autobombo?”.
Y antes de que pudiera decirle algo me dijo: “No... Bombo mutuo.”
¿Recuerda en qué circunstancias Neruda se topó con los
antipoemas?
–Fue en otra oportunidad que en los mismos términos se
acercó y me dijo: “Vamos a hacer un recital de poesía en mi casa donde van
a participar los tres poetas chilenos, o sea: Juvencio Valle, tú y yo, nadie
más. Y el recital se hizo nomás. Había un living en la casa, con una docena
de sillas, una mesa al frente y los tres poetas, el Pablo al medio. Cada uno
leyó sus cosas hasta que me tocó a mí: allí por primera vez leí en público
tres antipoemas (“La viuda”, “La trampa” y “Los vicios del mundo
moderno”) en presencia de “el poeta de Chile”, que es Pablo. Recuerdo
que varios de los concurrentes se reían; me sentí incomprendido y entonces
me aparté. El Pablo, en tanto, quedó ahí con su séquito de admiradores,
pero al rato me doy cuenta de lo siguiente: frente a mí hay alguien que se
está paseando como un oso enjaulado, era él, rascándose la nariz (un gesto
muy suyo, significaba que estaba preocupado) hasta que se detuvo.
“Nicanor”, me dijo, en eso era muy cariñoso, me trataba por el nombre,
cuando en general en esa época todos nos tratábamos por el apellido.
“Tengo que hacerte una pregunta: ¿Cómo escribiste esos poemas que acabas
de leer? Porque tú no eras poeta”. (Parra escribía cuentos y había
editado en 1937 un libro llamado Cancionero sin Nombre. Dejó, después,
de escribir durante 17 años El paréntesis es mío). Me sorprendí. “Esta
es la segunda vez que me pasa algo así”, él siguió hablando. “Yo no
suelo equivocarme en estas cosas, antes me equivoqué con Jorge Adoum, que yo
pensé que no era poeta, pero resulta que hoy es el mejor poeta de Ecuador.
Nicanor, luego tienes que decirme cómo los has hecho, si piensas hacer un
libro entero con estos poemas no va a quedar títere con cabeza”. Fue, como
le dije, el primero que captó la cosa, ¡y tuvo esa manera de reaccionar!”
esa es la explicación de Parra al periodista de Página 12 y Nicanor
tiene buena memoria. Es interesante lo que dice Parra, generoso con Neruda y
con él, un auto reconocimiento mutuo. ¿Y una manera de cumplir con el viejo
proyecto nerudiano que nos revela del auto bombo?
(Uno de los libros que se asoma desperdigado en el living es, justamente, una
Antología de Neruda.) Deja caer esta frase Pellegrino en su entrevista y
entre paréntesis.
Son demasiadas las pistas en la poesía
de Parra y en sus palabras de ayer, que nos llevan a otro derrotero, al mismo
que ha revelado la crítica en su tiempo. pero para ser poeta vanguardista hay
que ser audaz y Parra lo ha demostardo con creces: vida y obra. Son demasiadas
las pistas en la poesía de Parra y en sus palabras de ayer, que nos llevan a
otro derrotero, al mismo que ha revelado la crítica en su tiempo. En Versos
de Salón, Parra comienza a enfilar sus baterías contra lo que él llamaba la
“poesía de la Vaca Sagrada”, Neruda. En su poema La Montaña Rusa,
pone pica en Flandes de lo que será su futuro manifiesto y posición anti- poética.
Durante medio siglo/la poesía fue/El paraíso del tonto solemne(Neruda,
el paréntesis es mío)/Hasta que vine yo/Y me instalé con mi montaña rusa.
Después en su texto, como ya hemos comentado en otros escritos sobre Nicanor
Parra, Viva la Cordillera de los Andes, Parra vuelve sobre el poeta
parralino, Neruda, quien nació en Parral, en las inmediaciones de Chillán. Tengo
unas ganas locas de gritar Viva la Cordillera de los Andes /Muera la
Cordillera de la Costa. Parra vive ya hace años en la cordillera de la
Costa, en las inmediaciones de Isla Negra, y cerca de Cartagena, donde pasó
sus últimos años Vicente Huidobro, otro de los grandes poetas de Chile.
En su libro Obra Gruesa, incluye por primera vez
su famoso Manifiesto, aún no forma parte de un libro, sino está en
la sección de Otros Poemas, que abarcan el período 1950-1968. Ahí
está Parra contra tres de los grandes poetas, contra todos y sólo escapa
ilesa Gabriela Mistral. Siempre la admiró, tal vez la respete por ser mujer,
la considere inofensiva y además un peso pesado de la poesía universal, que
nunca atacó a nadie. Aquí está Manifiesto, confirma por sí sólo,
verso a verso lo que comento: Un Manifiesto es para fijar posiciones. Los
subrayados son míos, para orientar la lectura sobre lo que se afirma y
comenta y sugiere.
Señoras y señores
Esta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo. (Neruda)
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores-
Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores-
Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
por construir castillos en el aire (Huidobro)
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar (Huidobro)
A la última moda de París. (Huidobro)
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas oscuras
La poesía de capa y espada (Neruda)
La poesía de sombrero alón. (Neruda)
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto
La poesía a cabeza desnuda.
No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos
,¡Nuestros buenos abuelos inmediatos
!Se refractaron y se dispersaron
Al pasar por el prisma de cristal
Unos pocos se hicieron comunistas. (Neruda)
Yo no sé si lo fueron realmente Neruda)
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es otra cosa:
Que no fueron poetas populares, (Neruda)
Fueron unos reverendos poetas burgueses. (Neruda)
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron
Se declararon de palabra y de hecho
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas (Neruda-Huidobro-De Rokha)
Pero la poesía fue un desastre (Neruda)
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural (Neruda)
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros
Poesía basada
En la revolución de la palabra (Huidobro)
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
«Libertad absoluta de expresión».
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo (Neruda)
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros
Nosotros condenamos-
Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios (Huidobro)
La poesía de vaca sagrada(Neruda)
La poesía de toro furioso. (De Rokha)
Contra la poesía de las nubes
Nosotros oponemosLa poesía de la tierra firme-
Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos
-Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo. (Neruda)
A confesión de arte y parte, relevo de pruebas. La poesía
chilena goza de buena salud y se lo debemos a los viejos estandartes de la
poesía del siglo XX y a Parra un continuador tenaz, afiebrado, iluminado
luchador de la palabra, de ese pasado presente y futuro. Le buscó el cuesco a
la breva y lo encontró, el antipoeta y se instaló con sus propios molinos de
viento. Padre, te mato, para seguir viviendo. Parra se confiesa cada vez que
puede y lo hace desde su propio Olimpo. Sin duda, ya están los poetas que le
arrebatarán su propia cabellera y retórica, el fuego de la poesía que aún
guarda en sus viejas manos. El poeta es un guardián de la palabra, aunque ésta
vaya a la mar que es el morir, o se mantenga húmeda, agazapada en la
garganta, sin ser dicha aún, antes del silencio.
Revela a Página 12: "Me gustaría decirle
que la antipoesía en último término es no a algo: primero es no al
establecimiento mapuche, y después es no al establecimiento total, porque en
ese establecimiento se reproducen las mismas situaciones que en Villa Alegre,
en otros planos. Siempre se está decidiendo quién es quién (aparece esa
puja de Caín y Abel), de una manera más disimulada o más elegantosa, pero
de eso se trata... En cuanto a lo que me dice usted de que era versos para
oponerse a la poesía de Neruda, le contesto que eso es lo que hablan los críticos.
Yo fui un gran admirador de Neruda. Me gustaba su poesía." Villa Alegre
es descrito por Parra como un barrio ghetto de Chillán, con sus códigos
de cultura mapuche.
¿Más sabe Nicanor por antipoeta que por diablo?
Rolando Gabrielli
http://rolandogabrielli.blogspot.com/