Que muchas de nuestras costumbres han cambiado en las últimas décadas no es novedad. Podemos pedir comida de cualquier restaurant, transportarnos y hacer una compra al supermercado al alcance de un par de clicks, y esto recién empieza. ¿Pero qué pasa cuando las tecnologías emergentes irrumpen en grandes monopolios o en industrias ya establecidas desde hace casi un siglo?
Un proceso parecido estamos viviendo en la industria del cine y la televisión. ¿Cuánta televisión en vivo mirás? ¿El noticiero por la mañana? ¿Seguís una grilla o la guía para organizarte y estar listo a un horario determinado para que comience un programa? Difícilmente, cuando no sabemos que ver, pasamos canal por canal haciendo zapping hasta que llegamos a una película, que seguramente ya vimos.
Hasta que llegó Netflix, esa empresa que comenzó como un sitio web de alquiler de películas en DVD hoy es un gigante que compite con las productoras históricas no solo produciendo sus propias películas sino que también generando ricos debates acerca si sus producciones deben ser premiadas aunque no se hayan estrenado en cine, además de la gran cantidad de ganancias que Netflix recauda mes a mes.
En un principio Netflix no fue una amenaza para los estudios de Hollywood, es más, lo consideraban una ventaja en lo que distribución de contenido respecta y les suministraron catálogos y catálogos de sus películas a precios muy competitivos, y cuando vieron el aumento de la popularidad de la plataforma mundialmente comenzaron a aumentar esos valores, Netflix respondió con la producción de contenido propio y generación de propiedades intelectuales, y todo comenzó a rodar.
Si habláramos de un podio podríamos poner a Amazon en segundo puesto detrás de Netflix. Y es así que aunque relativamente tarde, los grandes estudios comenzaron a moverse en ese sentido, Disney terminó sus contratos con Netflix y decidió salir con su propio servicio de Streaming (y tiene con qué) asi como también Apple anunció su nuevo lanzamiento de Apple TV+ (con alianzas con HBO y Starz).
Si nos ponemos a deshojar cada empresa, lo primero que se nos ocurre es que Apple se está tornando de a poco en una compañía de servicios, y por medio de una mensualidad tener todo tipo de servicios, no solo Apple TV+, sino también un servicio de noticias, distribución de videojuegos e incluso una tarjeta de crédito propia, y por medio de esta catarata de servicios compensar de alguna forma sus ventas de hardware.
Pasando a la empresa de entretenimiento más grande del mundo, Disney+ está próxima a lanzarse y en los últimos meses bombardeó las noticias del entretenimiento con adelantos de sus nuevos shows y series (siendo clave la compra de Marvel y de Lucasfilms) tiene más de 20 shows nuevos originales para los primeros 2 años desde su lanzamiento, y no sólo hablamos de estrenos, Disney + será una plataforma con todas las producciones de los estudios Disney (todas sus películas), Marvel (todo su universo cinematográfico) y Fox (¡todos Los Simpsons!).
Respecto al precio, Disney+ sale muy fuerte al mercado ofreciendo un abono de USD 6,99 (y aun menos si se contrata el plan mensual) y aunque todavía no sabemos el precio del servicio de Apple, se calcula que rondará los USD 9,99.
También en el listado que han sumado al streaming de contenidos debemos a mencionar a Facebook, que aunque todavía su producción de contenidos propios es pequeña, tiene firmado un contrato con la Conmebol y emite en vivo varios partidos de la Copa Libertadores, y si estas líneas tocan el cambio de hábito, durante estos meses fue cada vez más común ver pasajeros a la vuelta de sus trabajos viendo el partido en sus smartphones.
Y ahora volvemos a Netfilx, hemos visto grandes empresas casi monopólicas en la web que han caído rápidamente con la creación de la competencia (Yahoo por Google por ejemplo) pero, ¿es probable que un gigante como Netflix desaparecer? Su número de usuarios es considerablemente alto, las series y películas que produce tienen cada vez más estrellas y grandes presupuestos, Netflix estuvo solo durante mucho tiempo y hoy en día tiene la espalda para resistir estos nuevos lanzamientos por un tiempo, pero no es todo tan sencillo, sus 150 millones de suscriptores van a tentarse con la competencia y hasta ahora lo que vimos como respuesta de Netflix es la producción de contenido propio, pero mantener ese camino es una inversión de USD 13.000 millones anuales, un monto difícil de alcanzar para mantener su estrategia si no logra alianzas y sinergias significativas, y como opinión propia, explorar nuevos mercados y sectores.
Guerra? solo en sudamerica la gente ve Netflix, en todos lados la gente mira Amazon