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No usarás el nombre de Alfonsín en vano

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Un poco de ética, por favor
Un poco de ética, por favor

Si fuera posible instalar una suerte de “Tablas de la Ley” para que la política sea menos hipócrita, me gustaría incorporar un segundo mandamiento que diga: “No usarás el nombre de Alfonsín en vano”. Porque es cierto que el padre de la democracia, hoy es un patrimonio de todos los argentinos, pero creo que su épica y su ética no deberían utilizarse en forma oportunista por cualquier dirigente.

 

Esta semana, el presidente electo Alberto Fernández insistió en agitar la figura de Raúl Alfonsín, con el claro objetivo de llevar radicales sueltos para su molino partidario. Fernández aprovechó ese homenaje en donde se recordaron los 36 años de aquel día en que Alfonsín derrotó en las urnas al justicialista Italo Luder por el 51,7% de los votos contra el 40, 1%.

El presidente que asumirá el 10 de diciembre dijo que Alfonsín “fue un gran presidente que influyó en mi formación y en mi pensamiento”. Coincido en que Alfonsín fue un gran presidente y que a medida que pase el tiempo su emblema se agiganta. Pero que influyó en el pensamiento de Alberto, tengo mis dudas. No se nota en sus acciones y es incomprobable.

Pero lo más insólito fue cuando Fernández dijo que “Creen que me maltratan cuando me compraran con Alfonsín. Y no saben el orgullo que siento”. ¿Escuchó bien? No lo puedo creer. Sin ofender y con todo respeto le pregunto a Fernández, ¿Quién lo compara a usted con Alfonsín? No escuché nunca a nadie que diga semejante disparate. Y si alguno se lo dijo sería bueno que le recomiende un psicólogo.

O tal vez se refiere a lo parecido en el bigote. A lo sumo a Fernández lo comparan con Héctor Cámpora, no por su buena relación con los Montoneros. Lo ubican en ese lugar porque lo ven como un presidente en el gobierno pero con el poder en manos de otro.

En el 73 el poder era de Perón y en este caso, es de Cristina hasta que Alberto demuestre lo contrario. Por ahora esa batalla por dilucidar quien toma las decisiones está en pleno desarrollo. Recién empieza y Cristina va ganando con cierta comodidad.

Fernández confesó que lo sedujo el discurso de Alfonsín pero que votó a Luder por disciplina partidaria. La verdad es que sería bueno que Fernández reconociera las profundas diferencias que tiene con Alfonsín para que pueda mejorar en el ejercicio del poder.

Alfonsín fue un adalid del diálogo. Alberto fue el jefe de gabinete de Néstor que fue un ariete autoritario que no buscó consensos, solo sometimientos. Alfonsín levantó el dedito como gesto de autoridad y firmeza, es verdad. Pero lo hizo ante el presidente de los Estados Unidos y frente al obispo castrense que se atrevieron a mojarle la oreja.

Alberto señaló con nombre y apellido a una mujer independiente, que opina distinto sobre lo que pasa en el Conicet. Y la mandó al frente. Hoy la doctora Sandra Pitta, de ella se trata, escribió el siguiente tuit: “Esto es tan fascista que no sé por dónde empezar. Empiezo por lo obvio: Conicet no es de ningún partido. Es una falta de respeto y una violación a la libertad de pensamiento que debe primar en el ámbito científico.

Asco. Y muestra un afiche firmado por el Conicet a todo color que dice “Ahora el país es de todos”, con el logo del Frente que llevó a Fernández a la presidencia. La primera respuesta dice: “milagrosamente el Conicet ahora tiene recursos y pudo imprimir estos afiches”.

Pero sigamos con Alberto y Alfonsín y esta humilde propuesta mía de “no usar su nombre en vano”. De última “Los diez mandamientos”, son un código de ética, una guía de comportamiento que además dice “No robarás” y “no darás falso testimonio”.

Raúl Alfonsín murió pobre en el mismo departamento de toda su vida de la calle Santa Fe. En su gobierno no hubo un solo caso de corrupción que haya sido condenado por la justicia. Durante la jefatura de gabinete de Alberto Fernández, con Néstor como capo, hubo un saqueo al estado y un robo colosal sin antecedentes en democracia.

La cartelización de la obra pública fue apenas una de esas estafas. Roberto Lavagna que estaba en el edificio del frente renunció después de hacer la denuncia pública. Alberto que estaba en la oficina de al lado y pasaba más horas con Néstor que con su familia, no vió ni escuchó ni denunció absolutamente nada.

Y eso que por ser funcionario público tenía la obligación de denunciar todo hecho de corrupción. En el debate, Macri le pasó esta factura monumental y Alberto se excusó diciendo: “Nunca me llamó ningún juez”.

Delia Ferreira Rubio que es presidenta de Transparencia Internacional hoy dice en una entrevista que espera “que Fernández no haga lo que hacía como jefe de gabinete de Néstor”. Ahí cuenta que Alberto ponía trabas y dificultades para entregar información pública necesaria para combatir la corrupción.

Y de paso le sugiere que tome medidas contundentes contra los ladrones de estado: que “todos los funcionarios y también los dirigentes sindicales presenten sus declaraciones juradas de bienes”.

Le recomienda que la Oficina Anticorrupción la encabece alguien independiente y eso me hizo acordar que Alfonsín le ofreció a Luder ser el presidente de la Corte Suprema de Justicia. En cambio, Alberto con sus amigos más cercanos brindó en su jubileo al grito de “Un minuto de silencio/ para Macri que está muerto”. Hay diferencias. ¿O yo estoy loco?

También sería muy positivo, si quiere emular en algo a Alfonsín, que baje al máximo las contrataciones directas y los Decretos de Necesidad y Urgencia. Y que ordene a sus legisladores que apuren leyes como la de “Etica Pública” o “Ficha Limpia” y yo le agrego la de “Extinción de dominio para que devuelvan lo robado”.

Pero hablando de autoritarismo y de magnates enriquecidos ilegalmente, hace pocas horas, en Tucumán, Alberto se rodeó de muchos dirigentes sindicales que con sus actitudes mafiosas son millonarios mientras sus trabajadores son cada vez más pobres. Son jerarcas sindicales atornillados al cargo, en algunos casos, por más de 20 o 30 años.

Parte de esa dirigencia le hizo la vida imposible con 13 paros a Alfonsín y yo no recuerdo que Alberto Fernández haya levantado la voz por eso. Tal vez era muy joven con 24 años en aquel entonces. Pero pasado el tiempo tampoco condenó el hostigamiento permanente de los sindicatos contra la democracia recién nacida.

Alfonsín sin embargo llegó a la presidencia denunciando “un pacto sindical militar” durante la dictadura mientras él defendía presos políticos y los derechos humanos presentando habeas corpus por los desaparecidos.

Las diferencias son abismales. Le doy más datos. Alberto también estaba rodeados de gobernadores, algunos verdaderos señores feudales como, por ejemplo, Gildo Insfran al que abrazó como si fuera su hermano.

Sospecho que Gildo, el monarca de Formosa, no era el modelo de gobernador preferido por Alfonsín. Vamos al tema internacional. Alfonsín, sin dudas, tiene puntos de contacto ideológicos con socialdemócratas como Michelle Bachellet y Felipe González. Ambos condenaron la dictadura chavista de Nicolás Maduro.

La ex presidenta de Chile con un informe demoledor que denuncia más de 6 mil crímenes de lesa humanidad y Felipe definió como “una narco tiranía dictatorial”, el régimen de Caracas.

Alberto dice que se formó con el pensamiento de Alfonsín, pero parece más cercano al nacional populismo chavista. De hecho se niega a reconocer a Venezuela como una dictadura y se dispone a retirar a Argentina del Grupo Lima y sumarla al Grupo Puebla que se reunirán en Buenos Aires para respaldar a Maduro.

Hay un océano que separa a Alberto de Alfonsín. Entre los radicales reconocidos estaba el camarista Juan Ramos Padilla que respaldó la avanzada contra la libertad de prensa de Alejo, su hijo y juez que procesó a Daniel Santoro.

Y como si esto fuera poco, Alberto fue el que le ordenó a Mona Moncalvillo que echaran de radio Nacional a Pepe Eliaschev, uno de los periodistas más íntegros y más amigos de Raúl Alfonsín.

Y finalmente, la peor ofensa. Fernández era el jefe de gabinete cuando la seguridad le prohibió la entrada a Raúl Alfonsín a la Casa Rosada para un homenaje a don Arturo Ilia. Al lado de Alfonsín estaba Leopoldo Moreau que ahora está con Cristina. Si no se acuerda, se lo puede preguntar.

Elisa Carrió dijo enseguida: “es un nuevo acto fascista del gobierno K” Ese día, el 29 de junio de 2006, se puede ver la foto en Google, Alfonsín se calentó y levantó su voz y su dedito acusador. Era lo más pacífico que podía hacer frente a semejante atropello e injusticia.

Por eso le digo. Sería bueno que alguien estableciera un código de ética y convivencia política. Uno de sus mandamientos debería ser: “Que nadie utilice en vano el nombre de Alfonsín”. Alberto lo hizo.

 
 

6 comentarios Dejá tu comentario

  1. Que se lo nombre menos y se lo lea más. ¿Alguien se acuerda de la ética de la solidaridad? o ¿de los nuevos bárbaros en las fronteras del imperio? Las mismas personas que me atacaban por "alfonsinista", que nunca fui en el sentido que los son todos los "istas", me atacaron luego y lo hacen hasta ahora en nombre de Alfonsín.

  2. Este aparato de papelón en papelón. Por lógica debe tener asesores básicos y grasientos porque ya pasamos de la gorrita de la discriminación, a salir a contestar a todos por lo de su enfermedad , a querer hacer la parodia Alfonsinista. O sea se pasa de boludeo en boludeo. Y los seguidores que no ven nada y acusan a todos los argentinos de tal o cual cuando parece de historia argentina no saben un corno. Tienen guerrilleros y terroristas para hacer dulce entre sus filas y joden al prójimo poniendole rótulos de tal o cual. Por ejemplo la tira bombas de la madre de wado de Pedro que es, santita como Evita????????Seguimos con el listado de guerrilleros.???????

  3. Sra. Claudia, lo de la gorrita de la discriminación, estaba todo armado , el presidente de mesa y la persona que saco la foto y la subió a la red, son parientes, pero eso no es todo, ademas son parientes de la candidata a intendente que gano, pero tampòco esto es todo ya que ademas son tan burdos, que la votación en esa mesa en particular fue anulada porque había mas votos que votantes. Todo esto esta en un portal supuestamente ligados a los viejos servicios de la legendaria SIDE.

  4. Lo cierto es que Alberto Fernández cada día que pasa aparece como el personaje del film "Fragmentado". ¿Cuantas personalidades lo componen? Alfonsin es una de ellas, otra que no menciona debe ser la de su mentor del 2000, Mingo Cavallo, otra Carlos Menem y Nestor Kirchner. También ahora nos enteramos que es un "hippie frustrado" ya se considera parte de la filosofía de ese grupo pacifista y ANTICONSUMISTA. Tardiamente, tambien es critico de Bugs Bunny que sería una especie de Menem y Nestor Kirchner solo que estos comían algo mas que "zanahorias", pues a estas se las daba al "pueblo" para que los votaran. Esperemos que operado pòr Cristina y La Cámpora no se vuelva hiper personalista y condene a su hijo a tener que dejar los personajes de cosplay foraneos para tener que adoptar a los telúricos como UPA, LA CHACHA o CACHORRA, la novia de Isidoro Cañoñes. Alberto Fernandez ....¿será el primer presidente Peronistaradicalsocialista de la historia Argentina?

  5. Ayer continuaron las operaciones que monta ALBERTIKO para entretenernos. De los dibujitos animados, otros felices porque habló , si es que habló con el Pato y el circo de las clases magistrales que va a dar por allá por México .Sumado ,los pasajes gratis que aprovecha su grasienta novia. Que podemos traernos de esas tierras: Tacos, droga y narcos.

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