El intendente Martín Sabbatella se ha convertido en uno de los emblemas mediáticos de la Provincia de Buenos Aires. Son escasos los medios que no sucumben ante el asedio de la chequera del jefe comunal. Antes de asumir, los borradores preparados por sus actuales colaboradores de prensa Diego Spina y Fernando Torrillate anunciaban el camino que luego se iba a seguir. Perfilaban la política de prensa que habían estructurado cuando escribíeron: “plantear en una agenda el terreno mediático que queremos generar”.
En esos días existía una preocupación y se preguntaban:” pensar de qué manera utilizamos la pauta publicitaria”. Con el poder en sus manos aprendieron que la pauta es un arma que puede ser utilizada desde el gobierno comunal para acallar reclamos y comprar silencio.
Desde antes del inicio de la gestión Sabbatella tenían claro que debían uniformar todas las opiniones. Por esa razón señalaban “ qué es fundamental la hegemonización del discurso. Todos desde la más alta esfera deben tener una misma idea de gobierno”.
En ese borrador anunciaban lo que luego llevaron a la práctica: “debemos convertirnos en una oficina que genere información. Una especie de agencia de noticias para los distintos tipos de medios”.
Alfredo Leuco, quien en alguna oportunidad recibió el calor oficial, estuvo hace poco en un encuentro que se realizó en la Universidad de Morón donde aseguró: “tengo más respeto por la verdad que por la ideología”.
En esa ocasión contó que existen cinco clases de periodistas que se asemejan a perros. Dos de esos ejemplos son las preferidos de los que se encargan de la imagen del jefe comunal. El Faldero: "te lame todo y es alcahuete para comer" y el Cirquero: “todo es circo. Hace piruetas para sobrevivir”. Los otros tres están fuera de los parámetros de lo que aspiran los muchachos que le hacen prensa al intendente.
Lo cierto que cuidan detalles pero se olvidan de cosas importantes. Corren a los pollitos y se les escapan las gallinas. Gastan dinero en plazas, en cuadras modelos, en edificios nuevos para las Unidades de Gestiones Comunitarias pero tienen olvidada a la biblioteca pública de Morón.
Dicen que hace poco le hicieron algunas refacciones a ese antiguo edificio, pero igual se cayó uno de los techos y se inundó el sótano donde se perdieron para siempre libros importantes y la colección de la revista Caras y Caretas.
Esta administración va a quedar en la historia por el abandono de los barrios, la desolación en que se encuentra en Hospital de Morón que corre el peligro de cerrarse ante el éxodo de los profesionales cansados de cobrar sueldos de hambre. Cada vez hay menos enfermeras debido a los bajos sueldos lo que conspira con una atención adecuada para los vecinos que concurren para atenderse ante la falta de Obra Social que cubra sus necesidades en materia de salud.
En la Dirección de Acción Social le dicen a gente que va a buscar mercadería que no tienen nada para darle, sin embargo poseen varios depósitos con diversos productos, entre ellos el que se encuentra en la Unidad de Gestión Comunitaria de Haedo donde tienen colchones, mesas y sillas de jardín, además de arvejas, harina de maíz, azúcar, picadillo, mermelada, leche en polvo, condimento, fideos, yerba y pasas de uva, entre otras cosas.
De todas maneras tienen suerte el 2 de agosto de 2006 el Banco Interamericano de Desarrollo(BID) le otorgó al Municipio de Morón un préstamo de 1millón y medio de dólares no reembolsables para que sea destinado al Centro Unico de Asesoramiento y Registro de Empresas en el Municipio de Morón. Un despropósito.