La “narcoguerra” de Rosario no tiene paz. Para lo investigadores, que tratan de entender el recrudecimiento de la violencia, cada muerto lleva un número. Así siguen una estadística que ya excedió a las autoridades locales y preocupa al más alto nivel de seguridad de la Nación. Ante A24.com, una fuente calificada en materia de seguridad despliega un mapa que lleva como referencia una lista de muertes.
A cada caso se le asignó un número con el nombre de la víctima y una breve referencia de lo sucedido. El mapa tiene puntos negros y puntos rojos. Estos últimos son los que relacionan esa muerte con el narcotráfico. El investigador, que pidió no ser identificado, señala con énfasis el documento que lo acompaña y se detiene en distintos puntos.
“Fijate que el número 21 no tiene nada que ver con lo que ustedes llaman la ´narco guerra´”, explica con el índice clavado sobre esta enumeración truculenta. El 21 es el orden cronológico del crimen de Marisa Alejandra Molina, una mujer de 43 años que fue asesinada de un tiro en la cabeza por su pareja en la calle Paraguay al 500 bis en la ciuda de Villa Gobernador Gálvez.
“Es un femicidio más de los tantos que suceden en nuestro país”, se escuda para intentar contraponer los títulos de los diarios que indican que en lo que va del 2020 se registraron 40 homicidios por la guerra narco. De una u otra manera cada víctima expone el nivel de violencia descontrolada que se vive en la zona.
Nadie puede desconocer que la mayoría de las muertes están ligadas a venganzas o ajustes de cuentas que provienen de la disputa territorial en varias ciudad de Santa Fe como Rosario o Villa Gobernador Galvez.
“El númer 5 tampoco tiene que ver con el narcotráfico”, argumenta para insistir con su teoría. Se refiere a lo que la justicia investiga como un hecho de inseguridad. Sucedió el domingo 5 de enero, cuando Lucas Velasco fue atacado de una puñalada en el pecho, en Río de Janeiro y Gaboto. Según las primeras pesquisas, su atancante prentedía robarle el celular.
Al repasar la lista se evidencian caso de violencia intrafamiliar, ataques vinculados a la inseguridad y hasta discuciones vecinales.
Los puntos rojos, esos que marcan que la muerte está ligada al narcotráfico son varios. Veamos.
Caso número 9. Crimen sucedido el miércoles 8/1: Matías Amaral fue asesinado por un grupo de entre cinco que llegaron a su casa a bordo de un auto. Fingían ser policías. El cuerpo presentaba más de 15 impactos.
Caso número 11 y 12. Doble Crimen sucedido el mismo día. Marcelo Berlari y Antonella Albornoz fueron alcanzados por una balacera en la vereda de su casa. Les dispararon dos hombres a bordo de una moto.
Caso número 13. Crimen sucedido el domingo 12/1: El hecho generó gran conmoción en Rosario. Enrique Ensino, gerente del Banco Nación, fue ultimado de un balazo. Estaba en la puerta del Casino City Center, uno de los lugares más concurridos de la zona caliente de la narcoguerra. Detuvieron a un hombre ligado a la banda de "Los Monos".
Caso número 14. Crimen sucedido el 13/1: Marcelo Melgarejo fue alcanzado por tres balazos. Sus atacantes lo conocían. Llegaron en un auto. Lo emboscaron y terminaron con vida.
Caso número 16. Crimen sucedido el 14/1: A Ángel Avaca se cree que lo mataron por ser el hijo de un ex policía condenado por ser informante de "Los Monos". Ni bien puso la llave para entrar a su casa fue asesinado a balazos. Cayó tendido mientras los asesinos se escaparon en un vehículo.
Caso número 23. Crimen sucedido el Lunes 3/2: Juan Jesús Sosa estaba estacionado en Formosa al 800, el Gran Rosario cuando fue sorprendido por dos hombres que llegaron a bordo de una moto y uno de ellos bajó y abrió fuego, tras la cual se fugaron a alta velocidad. Lo acribillaron de seis disparos.
Caso número 30. Crimen suceido el Lunes 10/2: Se investiga una venganxa narco que se cobró la vida de Daiana Romina Paiva. Otra vez, un crimen a bordo de una moto con dos sujetos como sicarios.
Caso número 31. Crimen sucedido el mismo días. La victima tenía antecedentes por narcotráfico. Se llamaba Agustina Thomson y fue asesinada de tres balazos en el pecho.
Caso número 35. Crimen sucedido el viernes 14/2: También en este caso la hipótesis es la de un ajuste narco. La víctima, Damián Obregón.
Casos número 36, 37 y 38. Triple crimen sucedido el domingo 16/2: Cristopher Nahuel Albornoz, hijo de un presunto narco apodado "Caracú" fue asesinado desde una moto. Junto a él murieron Florencia Naomi Corvalán y Adelain Chelsi Albornoz.
Caso número 40. Crimen sucedido el miércoles 19/2: Martín Sebastián Berton, hijo de la titular del PJ Villa Gobernador Gálvez fue asesinado de 40 balazos. Tenía 35 años. Investigan un ajuste de cuentas.
Hay patrones delictivos que se repiten en varias muertes que exponen el sello narco de un espiral de violencia imparable. En varios casos, los crímenes fueron cometido en movimiento desde arriba de una moto con dos ocupantes o simplemente con uno que detiene su marcha para cumplir su objetivo, y luego se pierde entre el polvo de los barrios marginados de la provincia.
En algunos muertes, los atacantes llegaron a la escena utilizando autos que luego fueron “descartados” o prendido fuego para borrar evidencias. También, las autoridades de la Agencia de Investigación Criminal ven con preocupación la sofisticación armamentística de los atacantes. En algunos casos, sobre todo donde aparecen varios disparos, se habrían utilizado pistolas Glock 9 m.m pero con la particularidad de la incorporación de un cargador que tiene capacidad para 50 disparos.
“Es un sistema de carga circular que si bien se vende al público es muy poco habitual que se vea en el mercado”, revela un investigador. Si bien no dispara en automático como una ametralladora, este tipo de dispositivos le permite al tirador tener una mayor capacidad de fuego.
Con uno de eso cargadores, los narcos ya probaron su efectividad disparando contra un móvil policial. Una mujer policía se salvó de milagro pero los uniformados lo interpretaron como un mensaje claro. La guerra recien comenzó.