Una buena forma de entender qué pasa en distintas sociedades consiste en
visitar los websites de los diarios más importantes del mundo. Un rato "surfeando"
por los sites de El País o el New York Times, o cualquier otra
publicación de alto nivel como The Economist, podrá dar al lector una
idea más o menos clara de cuáles son los temas "macro" (como dicen
los economistas) que se discuten a gran escala y que generalmente afectan, por
derrame, a los países dependientes. Sin embargo, la Argentina escapa una vez
más al común de las naciones de Occidente y, para evitar que Estados Unidos
imponga su agenda imperial, busca refugio en el único lugar que tiene a mano.
Quizás no el mejor, pero sí el más barato: el pasado.
En
efecto, si se observan los diarios de los últimos tres o cuatro días,
veremos que se destaca, por un lado, el intento de revivir una antigua ley que castiga
al desabastecimiento con pena carcelaria y, por el otro, una creciente cobertura sobre
el traslado de los restos del General Juan Domingo Perón hacia la
localidad de San Vicente. Temas "trascendentales" que justifican, por ejemplo, los esfuerzos de Kirchner por adueñarse de
este interesantísimo evento, impiendo el acceso de su ex mentor (actual
enemigo) Eduardo Duhalde, o "desinvitando" a Hugo Chávez para que no
encandile su figura. Temas trascendentales y actuales si los hay, mientras los
barrabravas reparten piñas en los hospitales.
He
leído incluso que hay una cierta competencia por ver quién cargará el féretro
de Perón que, lógicamente, tiene una limitada cantidad de manijas.
Pelearse, una vez más, por la manija.
La
desaparición de Jorge Julio López sigue sin resolverse y en la Argentina
el pasado es más presente que nunca. Nación "Peter Pan",
condenada a no crecer, a revolcarse una y otra vez en eternas discusiones que
no llevan a nada, con la exacerbación de las posturas en las que no se cree,
liderados por chantas que queman comisarías para terminar ocupando secretarías y
con
choferes oficiales. Todo esto complementado por un nuevo "boom" consumista basado en
controles de precios ejercidos con estilo patoteril, cultivando el doble
discurso a más no poder. Limitando la libertad de prensa mientras se declama
"pluralidad".
Quizás
el féretro contenga no sólo los restos de Peron, sino también una de las últimas certezas de la
Argentina. Por eso la desesperación por asirse a una de
esas manijas que representan seguridad.
Muchos deberían tener cuidado, no
sea cosa que alguien haya puesto un poco del pegamento "la gotita" en alguna manija y
el pasado se lleve a quienes las cargan. En realidad, para muchos sería la
conclusión física de algún proceso mental que seguramente ya existe
en su cabeza.
Ana Grillo