Esta semana será clave para que la dirigencia en particular y la sociedad en general tengan una comprensión cabal del alcance de la crisis derivada del aislamiento social, preventivo y obligatorio, con la difusión de la recaudación tributaria de abril, el primer mes completo de cuarentena, de datos de producción y consumo de algunas actividades económicas y las expectativas que consultores y economistas tienen para el resto del año.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dará a conocer este martes una recaudación que, de acuerdo con proyecciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) tendrá una caída interanual del 25% en términos reales.
Esa mala performance repercutirá tanto en el funcionamiento de la Administración Pública Nacional y en el financiamiento de los programas de emergencia como en las transferencias a las provincias, que en su mayor parte dependen de los fondos de la Coparticipación Federal.
Al respecto, la consultora Economía & Regiones pronosticó que los giros de la Nación a los 24 distritos en concepto de Coparticipación tendrán en abril una caída real del 14,3%, a lo que habrá que complementar con un desempeño tan o más negativo de la recaudación de cada provincia de sus propios impuestos.
Además de los efectos en el funcionamiento de las administraciones nacional, provinciales y municipales, uno de los principales focos de atención se centra en el pago de salarios de empleados públicos en los tres niveles, lo que convenció a algunos gobernadores e intendentes a aplicar descuentos en los sueldos de funcionarios y el personal superior.
Uno de los aspectos a considerar de la recaudación tributaria de abril será la evolución discriminada por impuesto, que reflejará el desempeño de la actividad en el mercado interno, el comercio exterior y las relaciones laborales.
Al respecto, se espera que la recaudación de los derechos de exportación o retenciones, así como el IVA aduanero, se conviertan en los “salvadores” que eviten una caída aún mayor, ya que se descuenta un mal desempeño del IVA impositivo, directamente vinculado al mercado interno, si bien en este caso se tratará de declaraciones juradas de marzo, en el que hubo 19 días sin cuarentena.
Una de las consecuencias de la caída real de la recaudación, en tiempos de negociación de la deuda y veda absoluta de financiamiento externo, es la emisión monetaria, que se prolongaría a lo largo del año en nivel que algunas consultoras prevén que superará el 100% interanual.
En las últimas semanas, luego de una ampliación de la emisión que llegó a superar el 90% en doce meses, el Banco Central recurrió a medidas contractivas que redujeron el nivel de la base monetaria en aproximadamente $600.000 millones, con la colocación de títulos públicos en pesos, crecimiento del stock de leliq y suba en las tasas de pases, que atenuaron el aumento interanual de la base.
Por otra parte, en el curso de la semana se conocerán datos estadísticos correspondientes a abril de diferentes entidades empresarias, que ya habían difundido caídas significativas en producción y ventas en marzo.
Un anticipo de lo que se difundirá tuvo lugar el jueves pasado, cuando la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que los patentamientos de abril habían registrado un derrumbe interanual del 88,3%, con el cómputo de ventas que se habían realizado antes del 20 de marzo, fecha de inicio de la cuarentena.
Se espera en consecuencia que la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) de a conocer datos de venta similares, además de caídas menos estrepitosas -pero caídas al fin- en producción y exportación de vehículos.
Otra forma de medir el pulso de la actividad económica será presentada por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), que se anticipa en un mes a los datos de la actividad de la Construcción de abril que el INDEC dará a conocer recién en junio.
Al respecto, la AFCP volverá a mostrar una importante caída de los despachos de cemento, en un reflejo tanto de la menor actividad del sector privado como de la virtual parálisis de la obra pública.
Un dato que deja en evidencia ese desplome de la actividad es el de la evolución del consumo de cemento en marzo, que tuvo una caída interanual del 46,57%.
Pero esa baja tuvo una particularidad: el consumo del cemento en bolsa (principalmente destinado a obras privadas de pequeña y mediana envergadura) cayó un 38,89%, pero en el caso del cemento a granel (para grandes emprendimientos públicos y privados) registró un descenso del 56,42%.
Por último, el Banco Central presentará el miércoles el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que sintetiza las proyecciones de consultoras, bancos y economistas sobre diferentes variables económicas.
Si bien se espera que por las restricciones a la mayoría de las actividades la inflación de abril sea menor al 3,3% de marzo, se aguarda con especial atención el pronóstico de aumentos de precios para el resto del año, con anticipos de algunas consultoras, como el caso de Ecolatina, que corrigió al alza sus proyecciones para todo el año a por lo menos un 50%.
Pero además de la inflación, otros aspectos a considerar serán el déficit fiscal, tanto primario como financiero, la evolución del PBI y la paridad cambiaria.