El Banco Mundial otorgó el préstamo a Botnia y se consuma un nuevo papelón internacional. Este fracaso se suma al "obtenido" oportunamente ante la Corte Internacional de La Haya donde la postura del gobierno kirchnerista se apropió de una magnifica derrota de doce votos a uno.
    En este caso, el fracaso se duplicó numéricamente. El directorio del Banco Mundial concedió el préstamo a Botnia por 24 votos a 1 y, con ello, aprobó el préstamo de 170 millones de dólares y además dio una garantía de préstamo por 350 millones de la misma moneda. 
    En ambos casos los votos que sumó la postura del gobierno argentino, tanto en la Corte Internacional de Justicia de La Haya como el Banco Mundial, corresponden al representante de Kichner. No se sumó un solo voto de ningún país ajeno al conflicto, lo cual determina la soledad en la que ha quedado nuestro país en el concierto internacional como consecuencia de la errática política exterior implementada desde la Casa Rosada.
    Frente al fracaso, los gobiernos nacional y entrerriano asumieron el extraño y exótico papel de cronistas, sin dar explicación alguna a la ciudadanía. Ambos atinaron simplemente a anticipar alegremente la decisión del organismo. Por caso, el apoderado legal de Entre Ríos, Juan Carlos Vega, aseguró que "la resolución será favorable a la papelera Botnia por 24 votos a 1. El único voto disidente será el de la silla argentina". Vergonzoso.


Qué dice el BM

    La planta de Botnia representa la mayor inversión extranjera en la historia de Uruguay y ayudará a crear alrededor de 2.500 puestos de trabajo, según el Banco. 
    El organismo con sede en Washington apuntó que la planta generará valor añadido equivalente al 2 por ciento del total del Producto Interior Bruto (PIB) uruguayo y representará algo más del 8 por ciento de las exportaciones del país al año cuando esté trabajando a plena capacidad. 
    La empresa española Ence planea también construir una planta de celulosa en Uruguay. Estaba previsto que la papelera se edificase también a orillas del río Uruguay, pero la compañía española cambió sus planes y ha anunciado que seguirá adelante con el proyecto en otra parte del país. 
    Ese cambio de planes descalificó a Ence para obtener ayuda del Banco, aunque los informes realizados por el BM sobre el proyecto inicial concluyeron que la planta cumple también con los más altos estándares de calidad. 
    Este tipo de derrotas no sólo ponen de manifesto la ineptitud e ineficacia del gobierno argentino sino que demuestran que, por más que se haya pagado el 100% anticipado de la deuda externa al Fondo Monetario Internacional, no existe expectativa de trato preferencial alguno para la Argentina, como se había señalado en algún momento desde la Casa Rosada. 
    Discépolo lo diría sin vueltas: "se garpó al cohete".

Gustavo Demarchi