Los eSports están creciendo como la espuma. Con unos 400 millones de aficionados en todo el mundo, sus grandes eventos, como la final del Campeonato Mundial de League of Legends, reúnen a más espectadores que la Super Bowl.
Por ello, no es de extrañar que algunos de los mayores clubes de fútbol del mundo hayan mostrado interés por este fenómeno. Equipos como el PSG, el Manchester City o, más recientemente, el Wolverhampton ya han invertido en jugadores de fútbol online.
La situación plantea un sinfín de dudas: ¿el interés de los clubes es serio o irá decayendo con el tiempo?, ¿qué beneficios pueden sacar tanto clubes como jugadores?, ¿qué posibles desventajas existen? En este artículo intentaremos responder a todas estas preguntas.
La mina de oro de los eSports
Hace apenas una década, los eSports eran prácticamente una actividad clandestina. Con el auge de la era digital, su popularidad ha crecido tanto que los mejores jugadores son estrellas mundiales y su torneo por excelencia, The International, reparte más de 34,3 millones de dólares en premios.
Y lo cierto es que no muestra indicios de que vaya a detenerse. La empresa de estudios de mercado digitales Newzoo estima que los ingresos de la industria alcanzarán los 1100 millones de dólares en 2020, gracias a los contratos de patrocinio, publicidad y merchandising. Marcas globales como Coca-Cola o Mastercard están invirtiendo en los torneos y han contribuido a financiar la carrera profesional de varios jugadores. Epic Games acaba de invertir 100 millones de dólares para transformar su Fortnite en un eSport, cosa que le reportará unos suculentos dividendos.
Ante tales cantidades, los grandes clubes de fútbol no quieren quedarse atrás. El fútbol es cada vez más un negocio, y a los equipos de prestigio les gusta estar donde está el dinero. Por ello, los clubes han hecho suya la máxima de "si no puedes con tu enemigo, únete a él" y han decidido apostar por las jóvenes estrellas de los eSports por varios motivos.
En primer lugar, los eSports se perciben por lo general como una actividad positiva, con numerosas ventajas asociadas. Una inversión continuada por parte de los clubes podría verse con buenos ojos desde un punto de vista ético, ya que animaría a los jóvenes a practicar una actividad online positiva, en lugar de dedicarse a otras potencialmente nocivas.
Las apuestas deportivas, por ejemplo, son un fenómeno cada vez más popular entre los jóvenes, lo cual puede derivar en problemas de ludopatía. Los eSports pueden actuar como antídoto y ofrecer a los jóvenes un nuevo modo y más seguro de interactuar con su equipo preferido.
Una apuesta de futuro
Contar con jugadores de eSports abre un mundo de posibilidades para los clubes de fútbol. En términos de patrocinio, les ofrece acceso a grandes empresas de la industria de los videojuegos.
Pongamos al Manchester City como ejemplo. Su acuerdo con Turtle Beach, la marca líder de auriculares y accesorios para videojuegos, ha supuesto grandes beneficios para ambas partes: a cambio de una importante suma de dinero, los blues lucirán el logotipo de Turtle Beach en todo el merchandising oficial del equipo de eSports del club, lo cual les garantiza una audiencia millonaria. Este tipo de acuerdo habría sido impensable hace un tiempo.
Los clubes saben también que necesitan atraer la atención de una nueva generación de consumidores. Actualmente, los niños juegan más al fútbol desde el sofá que en el parque, por lo que los eSports son una buena herramienta para atraer seguidores. Ello puede hacer que los gamers desarrollen compromisos a largo plazo con el club, lo que aumentaría su popularidad y, de rebote, sus ingresos.
Los clubes en cabeza
Si no estás metido en el mundillo, puede que te sorprendan qué clubes dominan en los eSports. A pesar de que el FC Copenhague es un club del montón en el panorama europeo, es el gigante del mundo virtual. Gracias a sus éxitos sin precedentes en torneos de CS:GO, ha marcado el camino a otros clubes.
Varios equipos de renombre se incluyen en esta lista de seguidores, como el PSG, que cuenta con jugadores en varias competiciones, o como el Manchester City, que fue el primer club en invertir en el mercado chino.
Otro club que ha querido aprovechar el tirón de esta industria es el Wolverhampton Wanderers. Tras conseguir clasificar al club para la Europa League, sus propietarios, Fosun International, llegaron a un acuerdo con Weibo, una importante red social china. Los 445 millones de usuarios de la plataforma suponen un gran potencial para el club inglés, que está decidido a aumentar su masa de seguidores.
¿Qué inconvenientes plantea la situación?
A pesar de las grandes ventajas que comportan estos acuerdos, hay que subrayar ciertos aspectos negativos. Hoy más que nunca es importante promover el ejercicio físico entre los niños. Al dirigir la atención y los recursos hacia el juego virtual, es posible que los clubes descuiden el aspecto físico de sus programas educativos.
Por supuesto, es la sociedad en general la que debe responsabilizarse de concienciar sobre este tema, pero los clubes son una pieza importante de la comunidad y tienen la obligación de transmitir a los jóvenes las ventajas del ejercicio y de una dieta saludable.
De hecho, el juego físico es lo que llevó en su día al nacimiento de los clubes. Si pierden de vista este hecho, así como la importancia que supone vivir los partidos en el campo, el fútbol podría verse muy perjudicado.
Sin embargo, parece que los clubes están siguiendo estrategias sensatas que no parecen poner en peligro las actividades deportivas tradicionales de la comunidad local. Encontrar el equilibrio correcto será esencial para que ambos deportes coexistan en armonía en el futuro.