Jorge Luis Borges y Pablo Neruda son
dos íconos indiscutibles de la literatura castellana, más allá de sus
fronteras sureñas y de sus propios deseos.
Quizás los más controversiales escritores latinoamericanos
de su siglo, han entrado al dorado mundo del marketing, desde el más allá,
cuando ya cruzaron el último pasillo.
Borges, un escritor de culto, que huyó poco antes de morir,
de Buenos Aires para que no empapelaran con su efigie los muros de su cantada, mítica
ciudad, se convirtió de la noche a la mañana en una franquicia.
El autor de Ficciones, El Aleph, El Hacedor, disputará a
Maradona y Gardel el sitial de la fama mundana, cotidiana, de pasarela, y
durante dos años, con el consentimiento de su viuda y las ganancias
respectivas, Maria Kodama, conoceremos los productos Borges, una nueva imagen
del ficcionador ficcionado y de
Argentina.
Debe estar riéndose Borges, que nunca supo si lo era o no, y
esta vez dirá, ese es otro Borges, el que dejé en la tierra para que se
entretuvieran.
Son un espectáculo, diría, es lo que son, y no me extrañan
que un día me presenten en la Bombonera con la camiseta del Boca Juniors y yo
que nunca di bola con la de cuero, la sentí como una perdida de la masa encefálica.
Pablo
Neruda, el mito gravitante chileno, el poeta de la materia será convertido
también en marca registrada y hay quienes lo han propuesto para Aeropuerto
Internacional, como si su poesía no tuviera alas propias.
El vate de Isla Negra, representaría como producto chileno
la V Región, el Puerto de Valparaíso y el balneario del Festival de la canción,
Viña del Mar. Pareciera ser que el hermoso Sur de Chile, donde Neruda escribió
su primera y lluviosa, nostálgica, amorosa poesía, se vende sólo y no
requiere allá de su presencia.
En el Puerto de Valparaíso, Neruda construyó una de sus
tres casas hoy museo y escribió
varios libros de los más importantes, además vivió largos períodos. De la
aristocrática Viña del Mar no hay grandes huellas nerudianas, pero su imagen
no le viene mal.
El poeta fue generoso en vida y no vemos por que su aureola
no pueda tocar a la turística ciudad jardín de la Bombal.
Afortunadamente la obra
de ambos autores resiste y resistirá los tiempos. No me imagino aún
la palabra Neruda en la camiseta de Colo Colo, aunque Colo Colo es Chile
de Arica a Magallanes. Y menos, a Borges, en la del Boca Jouniors, un equipo
grandioso, sin duda, pero no figuraba en los pasatiempos ni pensamientos
borgeanos.
Dicen que la franquicia Borges lleva un componente de
literatura y que se dará a conocer más la obra “elitista”, de uno de los
grandes ficcionadores del siglo XX.
Si ganará la literatura o la vanidad del mercado, no lo
sabemos.
Neruda aventuró una frase profética antes de partir: Cuando
muera, me publicarán hasta mis calcetines. Neruda tiene la ventaja y su marca,
que es un poeta popular desde muy joven y un best seller de larga duración.
Borges
y Neruda no caminaron por la misma senda, diría yo, por la vereda de enfrente
de la vida. Y sin embargo, entraron a la literatura por la puerta universal.
Rolando
Gabrielli
I Like!! Really appreciate you sharing this blog post.Really thank you! Keep writing. okbet casino philippines