Este lunes, el Poder Ejecutivo formalizó la designación del ex gobernador bonaerense Daniel Scioli como embajador ante la República Federativa de Brasil.
Así quedó expreso en el Boletín Oficial el decreto 570/2020, firmado por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y del canciller Felipe Solá.
Ello representa todo un alivio para Scioli, ya que enfrenta media docena de causas judiciales que lo tienen severamente complicado, algunas de ellas iniciadas gracias a investigaciones de Tribuna de Periodistas. Desde lavado de activos hasta el uso de fondos públicos para viajes.
También se lo investiga por la obra social IOMA, donde se analiza la falsificación de recetas e historias clínicas para sacar de la obra social medicamentos de alto costo y venderlos en el mercado negro.
En el área de salud está, además, el primer preso del sciolismo: El ex secretario de Adicciones, Carlos Sanguinetti, acusado de generar una red de compras ilegales en la cartera sanitaria.
Scioli también aparece rozado en otras áreas, como Aguas Bonaerenses (ABSA), el Instituto de Lotería y Casinos, el Ministerio de Salud, el Astillero Río Santiago y el Instituto de Previsión Social.
Lavado de dinero
Es la causa que involucra directamente al ex gobernador. El fiscal Álvaro Garganta instruye la megacausa presentada por la diputada Elisa Carrió contra Scioli y sus hombres, en la cual ya procesó a Pérez y a otros cuatro ex funcionarios a los que en su momento se les prohibió abandonar el país y se le impuso una inhibición de bienes por 15 millones de pesos.
Los investigadores judiciales creen que esto podría ser la punta del ovillo para poder determinar si el ex gobernador participó o estaba al tanto de que en su Jefatura de Gabinete se habrían fraguado facturas por un monto que supera los 10 millones de pesos.
Garganta mantiene la hipótesis de que los montos recaudados a partir de esa modalidad podrían haber sido dirigidos a solventar gastos de la campaña presidencial de Scioli, en 2015.
Por eso, como se ha sostenido, la designación del exgobernador como embajador le permite escapar de todas sus penurias. Un hombre de suerte.
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