Harold Bloom, tiene más nombre de
comediante inglés, hombre de farándula, que el reputado y ahora laureado
ensayista que en realidad es. Ha recaído
en su santidad, este padre putativo de la literatura clásica, de la palabra
permanente más allá del show, el premio internacional Alfonso Reyes 2003.
Aunque los premios
son un montón de vanidades mal habidas por lo general y sepultan con su
villanía a los verdaderos escritores, Bloom tiene sus méritos, por esa
obsesiva manía de presentar sus puntos de vista en blanco y negro, sin
intermediarios y mantenerlos por sobre cualquier posición o planteamiento
subalterno.
Bloom suena a pum, un disparo, no sé si
certero, pero balazo al fin de cuentas y sin vuelta de hoja. Dispara con
implacable bala de plata y sopla el cañón de su revólver en al soledad de su
soledad.
Es un personaje arbitrario, sin duda, pero se atreve y está
en primera fila a sus 73 años. Le ha volado machete con filosa hoja a Harry
Potter, la novela que encanta a los niños y jovencitos y que ha
transformado en una multimillonaria a su autora, que vivía en la pobreza
extrema en Londres, escribiendo entre ratas y el frío en un café de mala
muerte. Su historia quizás resulte más novelada que la del propio Harry.
Bloom no cree en esos Best Sellers y les dispara con su batería
sin contemplación, de vaquero de la critica literaria, en este Oeste de
pasarelas, show, banalidades, y asqueroso oportunismo en que se ha transformado
la crítica y los premios.
Un buen punto para Bloom
es desnudar la literatura comercial,
de bolsillo vacío, de páginas Corín Tellado, ese arte del facilismo
sentimentaloide, vulgar, perversamente didáctico en la manualidad del arte
amoroso de empleada doméstica.
Bloom es un admirador de Jorge Luis Borges,
y es el único escritor latinoamericano que incluyó en su libro emblemático:
¿Cómo leer y por qué? Cervantes es el otro autor de habla castellana
que integra con Borges ese libro.
Conferenciante, profesor, reconocido recientemente por
universidades norteamericanas, Bloom es autor de una veintena de libros, prólogos
y decenas de artículos en la prensa.
El autor del Canon occidental, Bloom es un amante de la
literatura clásica, Cervantes, Shakespeare, Dante. Para él, leer es un arte,
palabras más o menos, borgeanas.
Es
uno de los duros de la crítica cuando dice, Harry Potter y Steephen King son
basura, no tienen valor, está identificándose con lo que entiende por
literatura.
Para Bloom, Skakespeare y Cervantes enriquecieron la
vida. “nos dan un sentido de lo que somos”.Nos proporcianan, más
imaginación, subraya.
Y
en verdad la literatura que no crea nuevos mundos, está coja.
Rolando Gabrielli
A very awesome blog post. We are really grateful for your blog post. You will find a lot of approaches after visiting your post. professional sports leagues