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El choque de trenes: Covid 19 y consumo de sustancias

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La suma de todos los miedos
La suma de todos los miedos

Estamos priorizando la investigación sobre cómo se combinan las crisis coexistentes entre el COVID 19 , EL VIH y el consumo de sustancias” (Nora Volkow -Directora del Instituto de Drogas U.S.A. NIDA)

 

El Covid 19 tiene múltiples derivaciones y una de ellas es la de aquellos que tienen debilitado su sistema inmunológico; por ejemplo, los consumidores dependientes de sustancias.

Además del virus con una carga determinada está la fortaleza del propio huésped y el contexto en donde vive y desarrolla su adicción (grupos de consumidores, condiciones de higiene y salubridad deterioradas, familias en muchos casos favorecedoras del consumo, padres o hermanos consumidores, etc.) en que se desarrolló su adicción y esto resulta ser algo fundamental.

Los consumidores de alcohol, nicotina, marihuana y los adictos a cocaína, meta anfetamina, heroína, fentanilo, etc. Son personas de alto riesgo y en este caso los informes del Nida (Instituto Rector para todos nosotros de Drogas de U.S.A) son concluyentes debido a que uno de los blancos del Covid son los pulmones y esto puede ser una amenaza grave para quienes fuman tabaco, marihuana o que vapean drogas. Lo mismo sucede con los consumidores de meta- anfetamina y opioides debido a los efectos sobre de esas sustancias en la salud respiratoria y pulmonar.

Hoy es común el uso de opioides y de fentanilo en ciertos circuitos pop de consumo y dañan su salud respiratoria. Los opioides actúan sobre el tronco del encéfalo y ralentizan la respiración pudiendo causar no solo sobredosis sino una disminución dañina del oxígeno en la sangre(hipoxemia). Además, el cerebro se daña por falta de oxígeno generando en muchos casos daños persistentes.
La capacidad pulmonar dañada de los consumidores es un factor de riesgo para el COVID.
Lo vemos en los fumadores de crack, los adolescentes que durante muchos años consumieron todo tipo de drogas hasta llegar a la juventud, los adultos consumidores que además tienen daños en páncreas, hígado y sistema cardiovascular.

El cuidado hacia ellos debe ser grande, muchos ya tienen una enfermedad respiratoria crónica y esto aumenta la mortalidad.

Los consumidores de éxtasis, meta-anfetaminas, cocaína puede poner en riesgo a las personas ya que contrae los vasos sanguíneos que es una de las propiedades que contribuye al daño pulmonar y a la hipertensión pulmonar.

Además, estos pacientes durante años no tuvieron acceso a la atención médica, las viviendas eran variadas y cambiantes viviendo en muchos casos en “aguantaderos” de consumo e incluso con mayores probabilidades de encarcelamiento y acciones ilegales. Esto es un factor de riesgo inmunológico alto.



El AMBA y su problemática

Para nosotros, en relación las adicciones, colisionan dos epidemias (alto consumo de drogas y alcohol y COVID al lado de una pobreza generalizada). El AMBA parece ser un continente explosivo en donde las estadísticas siempre se quedan cortas ante la magnitud y el exceso de las demandas manifiestas y de las que están ocultas (aún más graves porque no consultan y se convierten en fuentes de contagios permanentes).

Casi 2.000 poblaciones rodean las ciudades y son un desafío a la creatividad de todos nosotros. Son, muchos, los “descartados” por esta sociedad y a la vez el refugio de las peores perversiones: venta y tráfico de drogas, utilización de menores para tareas esclavas, explotación de menores para la vida sexual, etc.

Alejados del poder policial son dueños de territorios liberados. La mayoría de los que viven ahí quedan presos de esos grupos y trabajan en las ciudades con la amenaza latente de un robo y de los temores a la delación. La miseria en muchos se junta con una vida de miserables que lucran y explotan a miles.

Tomaremos uno de los tantos elementos críticos en el AMBA como lo es la adolescencia en situación de “descarte” (des familiarizada, con drogas en alto consumo, sin escuela o en retiro de las mismas o en contacto con grupos marginales).

Entre quienes consumieron drogas alguna vez, se observan distintas prácticas de consumo. Mientras que el 49.5% tiene un consumo ocasional (con una frecuencia de algunas veces al año o menos), el 14.5% lo hace de forma regular (consume drogas al menos una vez por mes), y el 36.0% realiza un consumo intensivo (consume semanalmente o diariamente).

Asimismo, entre quienes pertenecen a barrios de baja precariedad residencial, el consumo intensivo se incrementa (47.2%, vs 32.8% de los jóvenes de barrios de precariedad residencial media, y 34.1% de los de alta precariedad residencial) (UCA. -OBSERVATORIO DE DROGAS Y SEDRONAR-2015-2016).

A su vez, el 36,1% de los jóvenes tuvo algún problema grave durante su infancia y/o adolescencia (abusos, negligencia, violencia e incluso incesto), y el 29,5% algún problema moderado.


Cómo construir una epidemia de consumo

Esto lleva años y resumo estudios que realice en Europa que se unen a intereses criminales y a grandes cambios que se dan la llamada postmodernidad y con un alto cambio tecnológico en situaciones de deprivación afectiva y familiar.

Hay una cascada de eventos que se van dando desplegando en el tiempo desde los 70:

  1. Mercado productor y red de distribución y comercialización (con lazos criminales incipientes).

  2. Elite consumidora (promoción de consumidores famosos utilizando las redes tecnológicas mediáticas que fomentan la aceptación social; base clave del cambio sociológico).

  3. Emergencia de lideres intelectuales (minimizan el consumo como un acto de libertad individual, denigran toda política preventiva y todos los sistemas de comunidad terapéutica e incluso ignoran el daño a poblaciones menores y con desarrollo de sus sistemas biológico cerebral y psicológico en estado de inmadurez y sus consecuencias futuras).

  4. lideres sociales consumidores (promoción del consumo e incluso minimizando los daños transformándose, estos, en espejos identificatorios para miles).

  5. Entrada al consumo de jovenes y de grupos de desposeidos (necesarios para la venta y distribución aprovechando sus carencias).

 

Cómo eclosiona una epidemia

En principio se va generando un contagio psicosocial explotando vulnerabilidades individuales (deprivaciones, abandonos, ausencias de vínculos familiares, etc.) y a esto se le suma el factor exposición (zonas de alta disponibilidad de drogas, propaganda desde distintas vías tecnológicas a la mano desde un celular, amigos y pares que consumen, legislación que la propicia y los intereses cruzados de las organizaciones de control con la epidemia por motivos dinerarios).

A esto hay que agregar una sociedad desmovilizada junto a un sistema creciente de aceptación social del consumo.

La epidemia necesita de un proceso de reingeniería social que es muy complejo que daré en varias notas:

  1. Fase emotiva en donde se privilegian las emociones y la victimización de todos aquellos que consumen sin verlo como un proceso de desintegración de la personalidad creciente. Así se van creando “bulos” (fake news) permanentemente. Asi se va promoviendo o convirtiendo comportamientos rechazados por la mayoría en gestos graciosos o episodios chistosos.

  2. Fase de normalización: en donde se va aceptando socialmente lo que antes se prevenía incluso aceptándolo en edades puberales y en la adolescencia como un hecho pasajero. Se van integrando estos paradigmas sin fisuras en el tejido social. Ahí aparecen celebridades, autoridades y la publicidad masiva por medios tecnológicos para determinadas poblaciones que tienen un gran efecto.

  3. Fase de Institucionalización; en donde ya la sociedad aceptando los hechos se realizan cambios educativos en donde se banaliza el consumo.

  4. Fase de Penalización: acá ya se pena bajo el delito de odio al que está en contra de estos paradigmas ya impuestos desde hace muchos años. Estos procesos que se están desplegando en el decurso cultural está siendo estudiado en el mundo al aumentar los consumos y las consecuencias médicas, sociales, legales de esta enfermedad; en cierto modo producida socialmente sobre la base de grandes vulnerabilidades sociales, Estados fallidos y de cambios de paradigmas.

 

1 comentario Dejá tu comentario

  1. PERO AHORA LES DARÁN UNA SUBVENCIÓN DE 8.500 PESOS A LOS DROGONES PARA QUE SIGAN LA JODA. EL NEGOCIO NO SE TOCA, TOTAL, LOS BOBOS DEL BARRIO O SEA, LOS LABURANTES, PAGAN.

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