Según trascendió hace horas, el presidente boliviano Evo Morales aloja en su gobierno a un guerrillero peruano oriundo de Cajamarca, Walter Chávez Sánchez, quien en las sombras “asesora” al mandatario. La novedad se conoció luego de que el oscuro asesor de Morales fuera sindicado por la justicia peruana de pertenecer a la guerrilla marxista del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) y enfrentar un pedido de captura del actual procurador para casos de terrorismo de Perú, el fiscal Guillermo Cabala.
El funcionario judicial declaró al diario “The Miami Herald” que “las autoridades peruanas reinstauraron los casos de terrorismo y han estado tratando de arrestar a Chávez Sánchez en Bolivia desde 1998”, confirmando además que ahora existe una orden de captura internacional contra el mismo. Por su parte, el guerrillero devenido asesor presidencial en Bolivia señaló al mismo diario que “nunca nadie ha encontrado pruebas de que fuera un terrorista”.
De acuerdo a los expedientes obrantes en la Dirección Nacional contra el Terrorismo (DINCOTE), de Perú, Chávez Sánchez llegó a ser un miembro activo del MRTA, llegando a participar en una serie de secuestros a empresarios en la década de 1980.
Conocida la noticia, el “asesor” del presidente boliviano, tratando de minimizar la influencia que muchos dicen que tiene sobre Evo Morales, declaró: “Colaboro con Evo, lo ayudo a escribir discursos y en ocasiones él me pide mi opinión sobre algo relacionado con la prensa o con algo que pase en el exterior”.
El caso es que según opositores y analistas políticos bolivianos, el poder que ejerce Chávez Sánchez sobre Morales ya llegó a tal punto que lo acusan de ser “el Montesinos” del presidente, en alusión al oscuro asesor en Inteligencia de Alberto Fujimori. Por ejemplo Filemón Escobar, uno de los fundadores del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y que actualmente está distanciado de Morales, señaló sobre Chávez Sánchez: “Es experto en la confrontación y no es tonto, es habilísimo para la contrapropaganda”. En tanto “Podemos”, la principal fuerza opositora de Bolivia, anunció que solicitará a la Cancillería un informe sobre la situación legal de Chávez Sánchez.
La relación entre éste y Evo Morales surgió a partir de la cercanía del guerrillero peruano con el actual vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera –conocido también por su profesión de fe marxista-, con quien había trabajado entre los años 1992 y 1997. Mientras tanto el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, debió salir a aclarar que el status legal del asesor peruano de Evo Morales es el de “refugiado”. Además aseguró no saber si Chávez Sánchez es asesor del presidente y si tiene una oficina en dependencias del gobierno, aunque dijo que de cualquier manera lo ve habitualmente “por los pasillos del Palacio de Gobierno”.
Muy probablemente, un nuevo escándalo que rodeará en estos días la gestión del imprevisible mandatario boliviano.