Los reclamos policiales no solo en el la provincia de Buenos Aires. En Salta, la situación de esa fuerza atraviesa una etapa complicada, la cual se puso en foco luego de que se conociera que un efectivo de Embarcación tuvo que decidir vender vía redes sociales las medallas con las que había sido condecorado.

Se trata de Franco Arias quien contó a medios locales que la primera medalla de oro la obtuvo como reconocimiento, cuando en 2013 le salvó la vida a una persona que trató de matarse arrojándose de un puente de Tartagal, consigna La Gaceta Salta.

La manera fue verdaderamente heróica: Arias se agarró del puente con una mano esposada a la estructura, mientras que con la otra aferró al sujeto que se arrojó, si bien sobrevivió. La consecuencia de Arias fue un “desgarro en el brazo, en los tendones y en las manos”.

En 2015, se enfrentó con un sicario colombiano en la frontera de Salvador Mazza. Arias contó que se tirotearon por dos horas y el forcejeo terminó con ambos “cayendo 15 metros”. “Me quebré todo, la clavícula, la caja torácica, me corté un tendón y no saqué carpeta médica, a los dos días ya estaba trabajando”, recordó.

A Arias, el heroísmo lamentablemente le pasó factura: recientemente le confirmaron que no podía volver a trabajar porque tenía “el 70% de incapacidad”, según determinó una junta médica, pero asombrosamente, a la vez sugiriendo el pase a retiro “no guarda relación con el servicio, ¿cómo no va a guardar relación?”,dijo sorprendido a ese medio provincial.

Ahora, Arias no puede trabajar como policía, pero a la vez no puede acceder a la jubilación, ya que su trámite está sin respuestas.

Sumado su situación a la realidad actual, Arias tomó la decisión drástica de vender sus medallas de oro.

“Estas medallas son el orgullo de mi familia, pero pensé en venderlas para tener un poco de plata hasta tener una jubilación”, dijo el oficial.