Parece lejano: en Febrero pasado, antes que se desate la pandemia, la vicepresidenta Cristina Kirchner viajó a Cuba a mostrar su libro «Sinceramente» en la Feria del Libro de la Habana.
La sorpresa fue que parte de la nutrida comitiva, formada por dirigentes y militantes, fue pagada por el Senado de la Nación – fondos públicos – cuando no era una misión oficial sino un viaje personal de la mandataria, es decir, un proyecto privado.
La presentación del libro de la vicepresidenta fue pagado por los contribuyentes: los viáticos de la senadora nacional correntina del Frente de Todos Ana Almirón y la senadora nacional chaqueña María Inés Pilatti Vergara costaron U$S 840, según figuraba en los registros de la página web del Senado, para una reunión que nada tenía que ver con la actividad parlamentaria ni ningún beneficio concreto para el país.
Ahora, se sumó un dato nuevo que llegó tarde. En la web oficial de la Cámara de Diputados figura recientemente que el diputado Marcelo Koenig, del Frente de Todos, también formó parte de la travesía militante al país caribeño: fueron 3 días y un gasto de U$S 816, unos $100 mil con el tipo de cambio actual. Dinero ínfimo para el presupuesto pero que definitivamente no debería haber salido del erario público.
Koenig es secretario general de la Corriente Peronista Descamisados y se define como “un militante que escribe”. Es abogado y docente. También fue a la Vigésimo Novena Feria del Libro del país centroamericano a presentar algo propio, su libro llamado «Democracia plebeya».
Entre Enero y Febrero de 2020 el Frente de Todos gastó casi $1 millón en viáticos para llevar a sus aliados a distintas misiones oficiales, algunas importantes y otras no tanto. Pero la que nada tenía que ver con la representación legislativa en el exterior fue la de las vacaciones militantes a Cuba que pagamos todos.