La primera avanzada sobre el predio de Ruta 23 y O’ brien, fue después del 27 de octubre de 2019, momentos en que el Ex Intendente Festa dejaba sus últimos girones de poder, en manos del experimento local llamado Mariel Fernández. De esta manera se convertía en el mejor ejemplo, que la pésima gestión desplegada lo sacaba del trono sin más miramientos, en su segunda intentona.

Los antecedentes indican que, en realidad, las tomas se reavivaron en el distrito con los resultados de las PASO sobre la mesa. Algunos punteros con los que había arreglado el camporista ya se movían díscolos y propiciaban acciones independientes; distantes del control de la autoridad central. Tal el caso de los hermanos Santolaya (los dos empleados municipales), que avanzaban sobre tierras privadas de Jardines y La Reja Grande. También se observaban movimientos de similares características a lo largo del camino de sirga en la rivera del Reconquista.

Para el 9 de noviembre de ese mismo año, la usurpación de los terrenos lindantes al CIC la Bibiana (centro de adoctrinamiento y militancia, disfrazada de sala de atención de salud) y los del frente (privados), ya era una realidad. Ambos muy visibles por situarse sobre una ruta provincial muy transitada, que une Moreno con San Miguel. La idea del Festismo había sido siempre tirarle el muerto a Mariel Fernández, como costoso pago de la derrota infringida por la ex piquetera del Movimiento Evita.

El verano caluroso y lluvioso de la temporada 2020, yacía sobre las almas de unas 130 familias según se comentaba extraoficialmente. Mariel Fernández recién asumía y se encontraba casi tan perdida como ahora. A la inmediatez de tener que apagar todos los incendios que había dejado Festa, como por ejemplo un municipio con un déficit de caja de 60 millones mensuales, se le agregaba aquel fatídico 17 de marzo, en la que el todavía hoy Presidente Alberto Fernández, decretaba la primera quincena de aislamiento social, debido a la pandemia originada por el Covid/19; de la que todavía no logramos salir. La insolente subestimación del Ministro Ginés González García, provocaba que los aeropuertos no contaran con el cerrojo indispensable, para por lo menos demorar la llegada del virus al país. Acto seguido el gobierno argentino entro en pánico, no sin antes agregarle; la cuota necesaria de ideología. Todo concluye en el estrepitoso fracaso que vemos hoy, con la economía destruida y el sistema de salud estatal también.

Con el correr de los meses de cuarentena las tomas y usurpaciones se multiplicaron exponencialmente, la UFI Nro.5 del Fiscal Buscaglia no daba basto; desbarataba una y se originaban dos más (se llegaron a contar unas 150 intrusiones). La causa del Barrio Las Bibianas ll, había quedado en manos de la Dra. María Celina Ardohain (familiar de la modelo), del Juzgado de Garantías Nro.3 del Depto. Moreno-Gral. Rodríguez.

La justicia deteriorada y corroída con la que contamos, acciono primero con el lanzamiento de las tierras pertenecientes al fisco, circundantes a la sala de primera atención, en donde el municipio se había presentado como damnificado; y cajoneo el expediente que refería a la propiedad del privado (debería haber sido a la inversa). La excusa de la Intendente fue, que allí se construiría un segundo hospital…mentira reiterada por varios de los que permanecen aún hoy dentro del estado esquilmándolo hasta el último céntimo.

Mientras que la parcela fiscal se desalojaba, (algunos de los ocupantes irregulares se retiraban solos, otros pasaban hacia el otro lado), la población de la existente crecía notoriamente; el primer censo solicitado por la justica, amparado en una acordada del Gobernador Kiccillof con la oposición demostraba una vez más que se trataba de personas de diversas características y situaciones de vida: muchos venidos de otros distritos, extranjeros de diversos países limítrofes y cantidad indefinida de embarazadas y madres solteras, algunas padecientes de violencia intrafamiliar, con un numero abultado de hijos a cargo.

Con el transcurrir de los meses la toma se iba transformando en asentamiento, lo demuestra la maraña de cables desparramados peligrosamente por toda la extensión del terreno; enganchados clandestinamente por algún temerario, de la red de media tensión. También las cuatro perforaciones de agua, pagadas por las vaquitas hechas por los novísimos vecinos.

En agosto de este mismo año unos cuantos centenares de personas, impulsadas por la izquierda subversiva, invadieron cual barbaros; alrededor de 100 hectáreas privadas en Guernica, partido de Presidente Perón. Las usurpaciones llevadas adelante en Moreno y en otros lugares del conurbano pasaron a segundo plano por la magnitud de la anterior.

Hacia fines de septiembre ya corría el rumor que desalojarían compulsivamente el resto de la ocupación irregular, los primeros días de octubre. Los ánimos comenzaron a recalentarse, y las protestas de los sin tierra tomaron impulso, cortaron la Ruta Provincial 23 en reiteradas ocasiones y marcharon hacia el municipio, mientras que aparecían trapos pintados con aerosol, que acusaban a Mariel Fernández de traidora.

Ante el inminente desalojo, las autoridades municipales se adelantaron a la orden de la justicia que nunca iba a llegar. Se realiza un segundo censo en donde quedaba de manifiesto, que no coincidía con el primero realizado. Muchas de las personas relevadas se habían retirado, otras se habían ido agregando.

Finalmente, días después comienza el desalojo voluntario del predio, en medio de un impresionante operativo policial, que incluyo a móviles de la fuerza, efectivos de infantería de la policía provincial, hombres y camiones municipales, con un alto costo para el erario (contribuyentes).

El primer destino para los desplazados y sus petates fue la zona inundable de Manantiales en las cercanías del dique Roggero, unas 60 familias fueron depositadas sin más, en tierras fiscales alejadas a unas 21 cuadras del recorrido del colectivo más cercano. La ausencia de infraestructura y servicios del lugar es tan alarmante como en el resto de la periferia de Moreno. Con la primera lluvia acaecida, quedo al descubierto la condición anegable de los terrenos.

Cuando todavía quedan unas 30 familias en el predio privado, el pasmoso silencio de la política local en su conjunto se hace más que evidente. Impagables deudas acumulan con la ciudadanía de Moreno, aguardo con ansias que el castigo llegue en las próximas elecciones, si la justicia divina no actúa antes.